Al llamar a América (Estados Unidos) “la tierra de las oportunidades”, realmente lo es desde antes que fuera una nación, y cuando llegaron en el barco “Mayflower” los primeros ingleses peregrinos, estudiosos de la Biblia a quienes los nativos americanos les sirvieron de comer los platillos tradicionales de lo que ahora es la cena del día de Acción de Gracias, se percataron que no les convenía regresar al reino unido, pues la nueva tierra rica en bosques, ríos y animales era el paraíso que buscaban.
Hay muchas citas históricas y anécdotas sobre la fundación de lo que es Estados Unidos, pero lo que nos captura la atención es que los líderes de los peregrinos que venían con sus biblias bajo el brazo y un poco de ropa, es que encontraron varias tribus de diferentes regiones que peleaban entre ellos por el extenso del territorio, además de que al paso del tiempo, encuentran exploradores españoles como Juan Ponce de León que creyó haber descubierto en un manantial de San Agustín, Florida (la ciudad más antigua de EU), “la fuente de la Eterna Juventud”; además los franceses en Nueva Orleans se posicionaron porque su sueño era conquistar México y unir ambos territorios.
Como estos peregrinos no tenían opción de regresar por ser perseguidos por su creencia cristiana, buscaron nombrar los lugares donde decidían quedarse a vivir con nombres de los personajes de las sagradas escrituras como: Maryland, (tierra de María), de manera tal que cuando llegaban otros exploradores de otras naciones les decían que ese territorio les había sido conferido por relación divina.
Ante tal ejemplo otras razas y nacionalidades se dieron a la tarea de nombrar los lugares que encontraban con el nombre de sus países de origen como París y Lebanon (Líbano), son ciudades medianas de Tennessee y muchos estados fueron adoptando esta costumbre aprovechando la oportunidad de tanto territorio libre, la variedad de dialectos indígenas, idiomas y costumbres fueron las bases multiculturales que ahora vemos sólidas en muchas partes del país. E incluso hay quienes todavía alegan que antes del inglés, se hablaban dialectos indígenas de las tribus nativas, y que el español y el francés se hablaron antes que el inglés, tema que sigue en disputa para muchos estudiosos.
AMERICAN EXPRESS
A la isla Ellis llegaban miles de europeos atraídos por el novedoso país progresista y como no tenían dinero para pagar el transporte en este barco, se les daba una tarjeta verde con un número de cuenta, lo cual era doblemente engañoso, pues los migrantes pensaban que ya con ello tenían su “green card” (tarjeta verde que les acreditaba una residencia legal), pero les hacían creer que noles funcionaria si no pagaban por el viaje, por tanto, todos cumplían con pagar el crédito. Los estudiosos dicen que esta fue la primera forma de crédito que los migrantes utilizaron y que ahora está convertido en un verdadero emporio, aunque el corporativo de las tarjetas de crédito no lo reconozca porque hubo historias de quienes no pagaban el viaje y los regresaban a Europa. Fueron cientos de miles los europeos que llegaron a EU por el American Express, mientras que otros no tuvieron que cruzar océanos ni fronteras, sino que por guerras y tratados la frontera los cruzo a ellos, como Texas, Arizona y Nuevo México, y fue debido al hartazgo por los abusos del gobierno de Antonio López de Santa Anna. Fueron la moneda, y lo progresista lo que hicieron que a este territorio se le llamara: “la tierra de las oportunidades” donde hay gente que hasta paga porque los traigan a vivir; iniciando una interminable cadena de negocios derivado de las oportunidades, y los mexicanos no nos quedamos atrás.
En sus inicios la migración mexicana se mantuvo nómada usando las rutas de las tribus Kikapus y Navajos que iban a cazar al territorio antes de las divisiones de fronteras, guiados por las estrellas. Al paso del tiempo la migración se fue consolidando como negocio principalmente que empezaron a llegar migrantes de otros países usando México como puente. Hasta que los carteles se apropiaron de las rutas usando a los migrantes como “mulas” para que les lleven costales de droga a determinados puntos tierra adentro del territorio de USA, y aun así todavía, les cobrar a los migrantes cantidades de miles de dólares por llevarlos con sus familias y si no pagan no entregan al migrante y lo ponen a trabajar para ellos. “Tierra de las Oportunidades” nace de que cuando algún migrante se integraba al grupo en la frontera, sin tener familiares o amigos de este lado, le preguntaban a alguien que ya había estado trabajando si le orientaba, siempre les decían que si: “cuando lleguemos te presento con el capataz y le pides que, si te da la oportunidad de trabajar, siempre hay jale para todos.
“Y si me dice que no…? te pones a levantar latas de soda y cervezas y te llevamos a una máquina que te las paga en el momento; o te recoges un sofá, que acá los tiran estando seminuevos lo arreglamos y en los apartamentos te lo compran por 50 dólares, o sea que siendo movido y teniendo iniciativa siempre hay algo qué hacer para no morirse de hambre, le dice el conocido mientras hacían las nocturnas caminatas interminables para llegar a sus destinos. Pero el patrón no te va a decir que no, y aunque no habla un carajo de español, solo te saluda te ve a los ojos y te ve las manos, si las tienes callosas y curtidas, estás listo para trabajar. El mexicano, mientras más bajo de estatura, más asoleado, más los prefieren los contratistas para la construcción y labores del campo, porque no se desmayan y aguantan las jornadas de sol a sol.
Los gabachos nos dicen: “tú no mentir, no robarme y no quitarme mi mujer y tendrás trabajo toda la vida”. En las gasolineras de los sectores residenciales es común ver a las mujeres contratando mexicanos para que les hagan el jardín, o les pinten la casa, pues, aunque no te hablan nada de inglés, los mexicanos son buenos trabajadores que no se quejan y terminan los trabajos.
Algunos mexicanos se quedan a vivir en las residencias donde trabajan y ha habido casos de que cuidan tanto a sus patrones que más allá de los trabajos de reparaciones y limpieza, les cocinan haciéndose una cercana relación casi de familia, mientras que otros empleadores son déspotas y solo los utilizan y les regatean en los precios de los servicios. La gran mayoría de los migrantes están de acuerdo en llamar a los Estados Unidos la tierra de las oportunidades porque con inglés o sin este, nos emplean y la gran mayoría de anglosajones valora nuestro pesado trabajo.
