Editorial

 

El México verdadero ya te ganó, López. En las urnas estarán presentes las victimas de tu intolerancia juvenil y quienes fueron blanco de tu venganza temprana.

Irán a votar los 600 mil, que no los 200 mil muertos por la pandemia. Los 26 fallecidos en la tragedia del Metro junto con sus familias. Las mujeres desaparecidas y las asesinadas. Los enfermos agravados por la falta de medicamentos. Los trabajadores de la salud a quienes negaste protección y vacunas. Los campesinos a quienes cancelaste créditos y fideicomisos. Los trabajadores condenados al desempleo. Irán a votar los vivos y también los cadáveres de tu régimen prepotente.

El verdadero México votará para defender a las instituciones de tu enfermiza autocracia. Marcará la boleta para impedir que sigas actuando como un depredador de instituciones. Clavas ahora tus garras sobre la autonomía del Banco de México porque se ha negado a satisfacer tu gula por el dinero. Acusas a su titular, Alejandro Díaz de León, de ser corrupto cuando el corrupto eres tú. Quieres poner al frente del Banco Central a un incondicional tuyo para que te llene el bolsillo con utilidades inexistentes y sin importarte desfondar las reservas de la nación.

En las urnas va a estar presente la urgente necesidad de regresar a las Fuerzas Armadas a la constitucionalidad. De obstruir tu afán por dividirlas y corromperlas, por utilizar a sus titulares como arietes para destruir los controles democráticos que te estorban. Y es que, las palabras que pusiste en labios del Secretario de Marina, dejaron ver cómo estas pudriendo a la Marina y al Ejército.

El Almirante Ojeda no se atrevió a desobedecerte cuando le ordenaste dar el golpe: “…parece ser que el enemigo lo tenemos en el Poder Judicial” . La crítica pudo haber estar dirigida a jueces vinculados al crimen, pero no se trataba de eso, sino de sumar enemigos al Poder Judicial para justificar tu intromisión en una instancia que buscas tiranizar a través de la reelección del ministro presidente de la Corte.

A ti no te importa controlar el crimen. Tienes una actitud pasiva, indolente, de “dejar hacer”. Nos damos cuenta de cómo proteges a los delincuentes. Le exiges al Almirante demeritar a los jueces, pero ni una palabra en contra de los narcotraficantes. Calificas de exagerada y “amarillista” a la prensa que denuncia una violencia electoral inédita, pero nada contra los cárteles encargados de ahuyentar a los votantes.

El México verdadero, al que no puedes engañar, va a votar contra la usurpación que has hecho de la soberanía popular. Tu no eres el pueblo, faltaba más. Lo usas para violar, —en su nombre—, la división de poderes,  retorcer la Constitución y legitimar tu actitud dictatorial.

¿En que cajón de tu lucha contra la corrupción, aversión al nepotismo y conflicto de interés se debe poner el préstamo de un millón 771 mil pesos que recibió tu hermano “Pepín”?

El 6 de junio se llevará a juicio al farsante. A quien ha hecho de la mentira y el engaño el sustento del régimen. El futuro de México se decide hoy a partir del embuste, la patraña y el fraude. La compra de la refinería Deer Park es otra decisión más, tomada en la opacidad del capricho presidencial.

¿Cómo van a votar los mexicanos?, es la gran pregunta que lanza en su número reciente la revista The Economist. La duda del semanario británico tiene un fondo shakesperiano: ¿Seguirán apoyando a un tirano que está causando un daño irreversible a la democracia?

Este no es el 2018. El México de hoy ya desnudó al déspota. El país ya te puede ver tal cual eres y como has sido siempre: vago, vividor,  intolerante e ingrato. Dicen que fuiste mal hijo, mal hermano y eres, por ende, un mal mexicano.

Sufres de desahucio moral. No todos se reflejan en tu espejo distorsionado . Hay una nación íntegra y pujante que terminará condenándote.

 

@PagesBeatriz