Tierra de nómadas (Nomadland, Estados Unidos, 2020) de Chiloé Zhaon, con Frances McDormand, David Strathaim, Linda May, Charlene Swankie.
Muy a lo Wim Wenders (ver la película Paris, Texas (Francia-Alemania, 1984), del realizador con fotofrafía de Robby Müller y las actuaciones de Nastassia Kinski y Harry Dean Stanton, en el papel de Travis Henderson, un hombre que deambula, alienadamente perdido, por los caminos de desierto de Texas, sin recordar quién es, buscando un lugar llamado Paris, Texas, un hombre seguido por su hermano, intentando hacerle recordar cómo era su vida, cuatro años antes, cuando abandonó a su esposa y a su hijo y que, a medida que va recuperando la memoria y relacionándose con personas de su pasado se plantea la necesidad de rehacer su vida], sí, muy a lo Wim Wenders, Chloé Zhaon, quizá para emularlo, no sé si para superarlo, captó, en cuanto a la estética de las imágenes, bellos paisajes de la inmensa Norteamérica, apoyada por el cine fotógrafo Joshua James Richardson.
La realizadora Chloé Zhaon (fecha y lugar de nacimiento: 31 de marzo de 1982, Pekin, China), de nacionalidad norteamericana, después de haber pasado su adolescencia en Brighton, Reino Unido, estudiado Ciencias Políticas en Mount Holyoke College, South Hadley, Hampshire County, Massachusetts, Estados Unidos, se inscribió en un programa de dirección de cine de la Universidad de Nueva York y trabajó como guionista, editora, productora y realizadora de cine, hasta que ganó el Oscar por la mejor realización y mejor película, en la 93 entrega de los premios, por Tierra de nómadas, convirtiéndose en la segunda mujer en hacerlo, después de Kathryn Bigelow.
Antes de escribir sobre la temática de Tierra de nómadas sería conveniente una investigación previa, documental, de sus películas anteriores. La primera realización de Chloé Zhaon fue Canciones que me enseñaron mis hermanos (Songs My Brothers Taught Me (Estados Unidos, 2015), con fotografía de Joshua James Richardson. Para filmaffinity es un complejo retrato de la vida, de hoy en día, en la reserva india Pine Ridger que explora el vínculo entre un chico y su hermana menor que se encuentran en caminos separados, para redescubrir el significado del concepto “hogar”. Con El jinete (The Rider, Estados Unidos, 2017), su segunda realización, un drama de género neowestern, rodada en las badlands de Dakota del Sur, Chloé Zhaon, con la colaboración de su imprescindible director de fotografía, Joshua James Richardson, captando los espacios abiertos, incursiona en el mundo de la pobreza y la difícil vida en el medio rural norteamericano. En el sitio Web SPINOF, Víctor López G. apunta: “Chloé Zhaon tiende un puente, único en su especie, entre la ficción y una realidad casi documental para dar forma a uno de los mejores filmes independientes de los últimos años; explorando la psique de una estrella del rodeo, obligado a desmontar la silla y abandonar su pasión tras un accidente”. Hay que incluir Eternos (Eternals, Estados Unidos, 2021). Película no estrenada todavía.
La solitaria sesentona, viajera errante Fern [Frances McDormand: fecha y lugar de nacimiento: 23 de junio de 1957, Gibson City, Ford County, Illinois, Estados Unidos, ganadora por tercera vez del Oscar a mejor Actriz, por sus interpretaciones en Fargo, (Estados Unidos, 1996), de los Hermanos Coen, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, (Estados Unidos, 2017), de Martin McDonagh, y Nomadland (Estados Unidos, 2020), de Chloé Zhaon] recorre en su furgoneta, de trabajo en trabajo, de campamento en campamento, varios estados de la Unión Americana. Su itinerario es parte de la vida de los “sin techo”. Migrantes sin hogar fijo que transitan por el país esperando su destino final, sin más que seguir sobreviviendo y luchando por la vida, al emplearse en lo que sea. Ha quedado viuda y su real fortaleza, física y espiritual, la obliga a seguir la ruta del aquí y ahora y mañana también. Frances McDormand interpreta con sobriedad a un personaje conmovedor, sin caer en el melodrama, que tiene la definida particularidad, propia de la singularidad de lo universal, en el sentido, no me cansaré de decirlo, de que “lo particular no es otra cosa que lo universal realizado en los caracteres singulares”.
Para el logro de tan particular y convincente personaje, Frances McDormand, pese a su condición de productora y su gran presencia, tuvo que poner su talento de actriz al servicio de la autora total, Chloé Zhaon quien escribió el guion basado en el libro Nomadland: Surviving American in the Twenty-First Century de Jessica Bruder, publicado en 2017. Jessica Bruder es una periodista norteamericana que actualmente escribe sobre subculturas y enseña escritura narrativa en la Escuela de Periodismo de Columbia. No está por demás apuntar un dato: “pasó meses viviendo en una caravana llamada Van Halen, documentando a los estadounidenses itinerantes que renunciaron a la vivienda tradicional para salir a la carretera a tiempo completo. El proyecto duró tres años y más de 15,000 millas de conducción, de costa a costa y de México a la frontera canadiense”.
Sin sentimentalismos, Chloé Zhaon nos invita a viajar mediante un realismo poético de un peregrinar solitario, a través de las inmensidades, de la alguna vez llamada “tierra de la gran promesa” a la que soñaban llegar los primeros colonos, por lugares desolados, calurosos y fríos, acompañando a una adulta mayor que ha quedado pobre a causa de la recesión o crisis económica que se vivió en Estados Unidos de 2007 a 2009. La historia comienza en 2011. El personaje no es el Travis alienado de la película de Wim Wenders que busca lo imposible, el amor perdido, en medio de paisajes inmensos y vacíos, como su alma desesperada. No, el personaje es Fern, una mujer consciente de sí misma, de su condición de viudez, de su condición de desempleada, que lo mismo trabaja asalariadamente en “amazon” que en cualquier parte donde pueda adquirir un ingreso precario que le permita sobrevivir y mantener su única propiedad privada rodante. Es una, uno, de los miles de norteamericanos, adultos mayores, que han caído en la desgracia de buscar ya no arraigo, sino un lugar dónde terminar sus días, al menos sin causar lástima de nadie. Creo que eso es lo que intenta expresar la realizadora Chloé Zhaon. Un película de alto contenido social.


