Los verdaderos ganadores de las elecciones intermedias del 2021 son los ciudadanos que salieron a votar y el propio árbitro: el Instituto Nacional Electoral.

En estas elecciones del 2021, el inquilino de Palacio Nacional mencionó que sería un referéndum a su presidencia, y lo perdió. Los 30 millones de votos que tanto presume obtuvo en las elecciones del 2018, en estas elecciones intermedias se perdieron la mitad.

Si bien ganaron 11 de 15 gubernaturas, el ejemplo del hartazgo hacia la “4T” se da en la CDMX al perder 9 de 16 alcaldías.

La oposición: Va Por México y Movimiento Ciudadano, al fin aparecieron en el escenario político y le arrebataron el protagonismo a Morena, quien los tuvo durante dos años y medio inexistentes; en donde solo existía Andrés, sus ocurrencias y un poder desbordado en el legislativo e inclusive en el judicial.

“Morena y sus partidos aliados ganaron mucho más de lo que merecen por su desempeño e ineficacia, pero mucho menos de lo necesario para seguir actuando sin contrapesos, sin oposición y con intimidación”.

El partido en el poder al no tener la mayoría absoluta por si solos (250 +1 diputados) debe ceder posiciones en la cámara de diputados. Para llegar a la misma debe contar con los diputados del PVEM y los del PT. Con lo que no va a contar salvo que los partidos miembros de la alianza “Va Por México” actúen por si solos, es con la mayoría calificada (333 diputados).

Esperemos que estos resultados electorales, no sean el me “rompí la rodilla” de un jugador de fútbol, para su cuarta transformación.”

Bienvenida sea la oposición a lo que construye una democracia.