Entrevista con Marco Antonio Arellano Toledo, politólogo por la UNAM

Tras las elecciones del 6 de junio, ante los dos escenarios electorales que se podrían presentar, lo único cierto es que se espera una etapa postelectoral que augura conflictos y polémicas por el resultado en las urnas.

Los dos escenarios que se vislumbran son que Morena y aliados logren su objetivo: una mayoría calificada que les permita modificar la Constitución a voluntad, o una mayoría simple que les impida, precisamente, cambios en la Carta Magna y los obligue a negociar con otras fuerzas políticas.

Marco Antonio Arellano Toledo

Esperan arrasar

Para revisar las consecuencias que tendría el país en los dos escenarios descritos, Siempre entrevistó al politólogo por la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, Marco Antonio Arellano Toledo, quien revisó las alternativas que el voto de los mexicanos que acudan a las urnas dejará luego del 6 de junio.

El primer escenario que revisó nuestro entrevistado es uno en el que Morena no consigue repetir los triunfos que tuvo en 2018.

De acuerdo con el analista, “el escenario más probable es que Morena obtenga entre 222 y 235 diputados federales, habrá que sumarse lo de sus aliados, pero estamos cerca de que tenga una mayoría simple –250 más uno–; en este escenario, evidentemente auguro que el presidente y sus aliados estarán inconformes, habrá una judicialización del proceso en varias entidades, el presidente está acostumbrado a arrasar –o se acostumbró a arrasar electoralmente desde 2018–, y algo que no sea una victoria contundente de su proyecto sería, realmente, un motivo por el cual desconozca y descalifique al sistema nacional de elecciones.

“Ese sería el escenario en el que estarían cerca de obtener la mayoría, pero no lo consiguieran.

“También auguró que, en algunas entidades, como Nuevo León, las elecciones se vayan a tribunales; la elección se ha vuelto muy complicada para la candidata de Morena, como en algunas otras entidades, pero en especial Nuevo León que es un claro ejemplo de una judicialización del proceso.

“Otras consecuencias que va a tener, si se confirma esta tendencia de menos de 250 diputados para Morena, es que el presidente va a tener que lidiar con el desprecio electoral de la ciudadanía y es algo que lo pone muy tenso, porque siempre que sucede lo asocia a una coalición de intereses que está en contra de su proyecto, entonces no sólo tenemos que esperar la judicialización del proceso, sino también un mal humor presidencial posterior a los días de la elección; este mal humor se hará sentir en varias zonas del país, en especial en todo el tema mediático, habrá una andanada en contra de la autoridad electoral y no dudaría que de ser un escenario de menos de estos 230 diputados que hablo, se piense o se trate de echar a andar una reforma electoral fast track llamando a un periodo extraordinario de sesiones, tienen que esperar a que se califique la elección para poder decretar el final del proceso electoral y, entonces, sí puede haber una reforma, no puede haber una mientras esté un proceso electoral, pero una vez que se califique la elección, al menos para la federal, puede haber una reforma.

“Una consecuencia de este desaire electoral sería tratar de hacer algo fast track en lo que resta de junio, principios de julio, para llegar al cambio de poderes en la Cámara de Diputados en septiembre con una reforma electoral muy accidentada seguramente.

“En resumen, judicialización de la elección a nivel nacional, el desprecio electoral se va a transformar en un mal humor presidencial posterior a la elección y, evidentemente, si la debacle electoral es muy fuerte –no lo dicen las encuestas, pero hay mucho voto oculto que todavía habrá que ver cómo se manifiesta el 6 de junio–, pero de haber un desprecio completo y tener 210 o 212 diputados de Morena, definitivamente se intentará hacer una reforma electoral fast track con la mayoría que aún tienen en un periodo extraordinario de sesiones, eso sería en el escenario en el que no consiguieran la mayoría”.

Sin mayoría

El segundo escenario es uno en donde Morena repite los triunfos que obtuvo hace tres años y consigue tener mayoría en la Cámara de Diputados.

Para Marco Antonio Arellano, “en un escenario en el que sí obtuviera 247 o 255 sólo de Morena, más su coalición, estaríamos pensando en una suerte de proyecto que sigue siendo validado y aprobado por la ciudadanía, a pesar de presentar grandes retos y grietas el propio proyecto, en el terreno económico, en el social, los indicadores apuntan a que el país no tiene el lustre que el presidente dijo que iba a tener a la mitad del sexenio, pero aún así la ciudadanía califica el proyecto –porque esta es una elección que va a calificar el proyecto de la cuarta transformación, no sólo a nivel de gubernaturas, sino en la conformación de la Cámara de Diputados–, entonces, si esto se diera y obtuviera esta mayoría y estuviera sobre el mismo umbral de escaños, lo único que le quedaría pendiente al presidente y su grupo es tratar de buscar que esta cláusula del 8 por ciento, que constitucionalmente no pueden tener más del 8 por ciento de la representación proporcional, buscar que de alguna manera, mediante presiones en el Tribunal –el Tribunal ya se manifestó que la cláusula es correcta– podría intentar hacer algo porque a ellos porque el presidente y su grupo pecan de gula electoral, es decir, quieren arrasar y aún ganando van a buscar que ese 8 por ciento no sea realmente cuantificable, observable en la repetición de escaños y, entonces, conseguir la ansiada mayoría calificada, las tres cuartas parte de la Cámara, se ve lejos que lo puedan conseguir, pero estaría muy cerca de obtener los 255 diputados más los de la coalición.

“En los dos escenarios, en el que parece que pierde o queda con una expectativa de votos de 250 escaños, habrá efervescencia política, judicialización en procesos locales como los que mencioné, y el cálculo político del presidente porque, insisto, le gusta arrasar, peca de gula electoral y lo va a intentar. Hay que esperar, también y desde luego, una elección con altos niveles de violencia, más allá de los que hemos visto, de violencia el día de la jornada, me parece que va a haber zonas del país que van a reportar incidentes importantes, eso habrá que estarlo observando y, finalmente, viene una etapa complicada en la jornada del conteo de votos por parte de los funcionarios de casilla.

“Como hemos observado, se estuvieron filtrando manuales de presentantes de casilla de Morena, en los que se hablaba que más de un voto en los cuadros de la coalición significaría que el presidente de casilla tendría que contabilizarlos doble, entonces no dudo que vaya a haber presión para alguno de los integrantes de casilla –presidente, escrutador y secretario– que son ciudadanas y ciudadanos que cuentan los votos de sus vecinos, no dudo que haya presión de los representantes de Morena por hacer un conteo doble o por hacer un conteo alejado de la ley. Eso hay que observarlo y eso sí podría ser motivo por el cual, si a estas presiones los funcionarios ceden –y pueden ceder, porque al final ellos no están tan capacitados como quisiéramos para defender el voto–, habrá que ver a los representantes de los otros partidos como defienden la elección, pero asentar en el acta un doble conteo de votos por el tema de la coalición el día de la jornada electoral, si se prepara el escenario para que el presidente, cuando después se rectifiquen esos votos en los conteos distritales, diga que hubo una elección con fraude electoral. Es otro escenario que debemos tener en cuenta para la jornada electoral, un mal conteo de votos por las coaliciones que genere confusión, que genere desubicación de los funcionarios de casilla, de sus vecinos que están contando los votos y que esto se traduzca en los cómputos distritales el miércoles pasado el 6 de junio en una narrativa en contra de la autoridad electoral y obviamente denunciando el fraude de parte de Morena y sus aliados”.

Vota todo por…

Adicional a los escenarios planteados por nuestro entrevistado, otro tema que abordamos fue la campaña que utilizó la parte final de la campaña electoral Morena en la que pide que se vote por el movimiento, sin mencionar a ninguno de sus aliados para esta elección.

Marco Antonio Arellano fue cuestionado acerca de los efectos de este llamado, en especial en la votación de los partidos de la coalición que aparecen en las encuestas con expectativas de votos inferiores al tres por ciento necesario para mantener el registro.

“Hay dos componentes, primero el Verde es el partido que se ve más beneficiado en las encuestas, sobre todo a nivel Cámara de Diputados, la renovación de la misma y en la Ciudad de México se ha observado; en el desfonde de los coaligados con Morena, algunos encuestadores están reportando un crecimiento en el Verde, digamos que es en un primer momento. Se va a salvar en un escenario en donde se pida votar sólo por Morena, como está sucediendo, es muy probable que tenga no sólo un piso básico de votos, sino un crecimiento.

“Segundo y con respecto a los partidos más pequeños, veremos su capacidad de sobrevivir si el voto se va sólo a Morena. Creo que estos partidos no tienen una base social, de hecho, lograron el registro con muchos problemas –incluso RSP se tuvo que ir a la judicialización de su registro en el tribunal–, y, definitivamente, pareciera que estos partidos no tienen una base social y dependen notablemente del arrastre electoral que pueda tener Morena. Esto de que algunos representantes pidan votar sólo por Morena en la boleta, desde luego desprotegería o dejaría a los coaligados en grandes problemas para acreditar el registro, esa es la realidad y muy probablemente no lo acreditarían.

“¿Cómo quedaría la Cámara? El voto duro de Morena es el que, asumo y por las encuestas que hemos visto, estará entre 242 y 255 diputados, es la estimación; si pudieran irse por el escenario de sólo vota Morena y el electorado hiciera caso, su crecimiento sería marginal, no llegarían a los 250 diputados, ya asignando las plurinominales ya con la cláusula del 8 por ciento –que aplicaría porque están coaligados y así se presentó la coalición, pero cuando se hace el método para la distribución de plurinominales, tienes que escoger la división de los votos si un ciudadano vota por tres casillas el voto es unitario para la composición distrital uninominal de la Cámara, pero se divide en tres partes para la representación proporcional–, el conteo de votos por Morena sin estar marcadas esas casillas, dejaría en el fondo, evidentemente, a los otros partidos, pero no le daría un plus superior a Morena, sólo si votarán por él, al final sólo le cuenta para la coalición y la asignación de las plurinominales. Incluso podría tener un crecimiento de no más de 4 o 5 diputados sólo por este hecho a nivel federal por las plurinominales que menciono”.

Finalmente, Marco Antonio Arellano revisó lo que podría pasa con Movimiento Ciudadano y su estrategia de ir solo en la presente elección.

“Lo que dicen las encuestas es que vamos a tener un crecimiento de Movimiento Ciudadano a nivel federal, en la Cámara, parte de estos resultados indican que en donde no va a crecer mucho es en la Ciudad de México, pero en las diputaciones federales es probable que MC si tenga un crecimiento o, al menos, tenga un margen de maniobra mucho más alto que el que esperamos todos”.

@AReyesVigueras