Quizá sea el encierro en una sociedad acostumbrada a estar en constante movimiento, pero lo cierto es que con esta situación varias situaciones que llaman la atención han aumentado.
Nos referimos al crecimiento en el número de espectadores de canales, principalmente en redes sociales como YouTube –aunque también en otras– que comparten experiencias que para muchos caen en lo que se denomina paranormal o sobrenatural.
Así, relatos en los que se asegura ser testigos de fantasmas, de cosas que se mueven sin que nadie las toque u objetos voladores en el cielo, además de sonidos raros en los interiores de las casas o en el vecindario, se han multiplicado en estos tiempos de pandemia.
Se trata de un fenómeno que llama la atención por la manera en que mucha gente busca oídos y ojos para compartir sus experiencias en este terreno, ofreciendo en ocasiones alguna prueba –grabaciones, fotografías–, aunque en la mayor parte de las mismas lo único que puede ofrecer es su propio testimonio.
Quizá todo se deba a que al tener que estar en casa, muchas personas se han fijado en detalles –partes de la construcción, sonidos, luces, sombras y demás– que antes no llamaban su atención y la mente se ha encargado de jugar con todo eso, en algo que permite buscar a otros para compartir las experiencias o participar en programas de YouTube que cuentan todo tipo de historias, sin importar lo descabelladas que sean.
Es uno de los efectos del encierro en una sociedad que deja volar su imaginación.