Como es costumbre el inquilino de Palacio Nacional sigue haciendo campaña. Aún cuando las elecciones intermedias concluyeron, ahora pronuncia quienes serán sus posibles sucesores presidenciales.
Después de que negó que en Morena existan “tapados” rumbo a la elección de 2024, Andrés sumó a su lista los nombres: Juan Ramón de la Fuente (Embajador ante la ONU), Rocío Nahle (Secretaría de Energía) y Esteban Moctezuma (Embajador en Estados Unidos). Estos se suman a: Claudia Sheinbaum (Jefa de Gobierno CDMX), Marcelo Ebrard (Secretario de Relaciones Exteriores) y Tatiana Clouthier (Secretaria de Economía) que anteriormente había mencionado; cabe recalcar que es la segunda vez en que omite incluir a Ricardo Monreal.
El mismo mencionó que separaría la Presidencia de la República de Morena; y en otro episodio de: AMLO candidato vs AMLO presidente, vuelve a inmiscuirse en la politiquería que tanto critica.
Siguiendo la nueva temática de sus mañaneras: ¿Quién es quién?
¿Por qué Andrés no se pregunta quién es quién entre los servidores públicos de su gabinete? ¿Quién es responsable por el derrumbe de la línea 12? ¿Quién huyó a Francia? ¿Quién intenta desmarcarse a sus espaldas de las locuras en su toma de decisiones? ¿Quién miente cada día? ¿Quién tiene otra realidad y otros datos sobre el país? ¿Quién incendió el mar? ¿Quién tuvo un mal manejo de la pandemia? ¿Quién acusa y persigue a la clase media? ¿Quién ha estancado la economía y redujo el PIB? ¿Quiénes son corruptos? En fin… tantas preguntas que atañen a México y no la forma de imponer verdades y hacer creer que todo va bien, requetebién.
“Tres años son demasiado para que no haya resultados, los números no mienten y sus promesas y declaraciones, muestran lo fallido de su proyecto.”
Por otro lado, la oposición debe ponerse a trabajar a marchas forzadas para poder designar a su candidato o candidatos que esperemos no sean los mismos de siempre, por los cuales la ciudadanía los castigó en 2018 sin saber el error que estaban cometiendo dándole el poder a Andrés. Ahora deben recuperar su confianza y no quedarnos en la frase “sí podíamos estar peor”, porque México no merece conformismos.