Dos importantes iniciativas se presentaron los días 21 y 24 del pasado mes de junio ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y el Senado de la República, por las Senadoras Kenia López Rabadán y Martha Lucía Micher Camarena, respectivamente, a las que se adhirieron un importante número de colegisladoras(es). Iniciativas que tienen por objeto continuar con el avance en la igualdad sustantiva de derechos entre hombres y mujeres, en el campo de la integración paritaria de los órganos jurisdiccionales de las Entidades Federativas, de los tribunales del Poder Judicial Federal, de los Tribunales autónomos Federales y locales y de los órganos constitucionales autónomos.

Señala la iniciativa de la Senadora López Rabadán, que “de conformidad con el Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal 2020 del INEGI, en la integración de los Plenos de los Poderes Judiciales Estatales subsiste una conformación predominantemente de hombres. De las 155 Consejerías del Consejo de la Judicatura Local, las mujeres sólo ocupan el 25.8 por ciento, mientras que el 69.7 por ciento, siguen siendo hombres. De las 4,828 magistraturas y juzgados según instancia de sexo se observa que, en los órganos jurisdiccionales de primera instancia, el 57.4 por ciento son hombres y el 42.6 por ciento son mujeres. En los órganos de segunda instancia el 66.5 por ciento de hombres, contra el 33.3 por ciento de mujeres”.

Además, la legisladora manifiesta que no puede afirmarse que no existan mujeres preparadas para acceder a los puestos de juzgadoras, pues de conformidad con el citado censo, entre el 60 por ciento y el 65 por ciento de las y los servidores públicos que laboran en los Poderes Judiciales Locales son mujeres.

Por estas razones propone modificar 7 artículos constitucionales en los que de manera específica se determine la integración paritaria en la conformación del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del PJF, el Consejo de la Judicatura Federal, el Tribunal de Justicia Administrativa, federal y locales, los Poderes Judiciales y Consejos de la Judicatura Locales.

La iniciativa de la Senadora Micher Camarena propone la integración paritaria, además de los órganos jurisdiccionales señalados en el párrafo precedente, al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, el Tribunal Agrario y los Organismos Constitucionales Autónomos: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Comisión Federal de Competencia, Instituto Federal de Telecomunicaciones, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, Instituto Nacional Electoral y Banco de México.

La lucha por la igualdad de género no ha sido fácil. En la historia de la humanidad, el derecho a la libertad, después del derecho a la vida, es el don más preciado con que cuenta el ser humano. La libertad de las mujeres y su igualdad con el varón ante las normas jurídicas, corresponde al reconocimiento del inalienable derecho de las mujeres a una vida plena y socialmente productiva y, al propio tiempo, a la liberación de los varones de las terribles cargas de masculinidad que la cultura les ha impuesto.

Largo ha sido el proceso de aceptación de la mujer en las actividades políticas, económicas y sociales. Transcurrieron 19 siglos para que la mujer se incorporara a las actividades que antes sólo realizaban los varones.

En México, la década de los 70s fue determinante para la reforma de nuestro sistema jurídico en el reconocimiento de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. En 1974 nuestra constitución modificó su artículo 4º en el que estableció: “El varón y la mujer son iguales ante la ley”, en preparación a la celebración en 1975 del “año internacional de la mujer”, cuya sede fue la Ciudad de México.

Más tarde el Estado mexicano fue modificando su legislación interna para adaptarla al texto constitucional y emitió diversas leyes, entre otras, la Ley General de Igualdad entre Hombres y Mujeres y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia.

A partir de 2002, hubo importantes reformas constitucionales y legales que incidieron en la paridad de género en materia de nombramientos para cargos tanto de elección popular, como designaciones. Se iniciaron acciones positivas para lograra dicha paridad. En un primer intento, se estableció un porcentaje del 70-30 por ciento para las candidaturas a las Cámaras de diputados electos por el principio de mayoría relativa, posteriormente el 60-40 por ciento y se establecieron reglas para respetar esta paridad en las listas de representación proporcional.

En 2014, se reformó el artículo 41 de la constitución en el que se elevó a rango constitucional, la verdadera paridadad entre hombres y mujeres en las candidaturas de la Cámara de Diputados, Senado y Congresos Estatales. Posterioremente la reforma constitucional de 6 de junio de 2019, por la cual se reformaron 10 artículos de la Constitución para establecer paridad del 50-50 por ciento para que la mitad de los cargos de decisión sean para las mujeres en los tres poderes del Estado, en todos los órdenes de gobierno.

Con las reformas propuestas por las Senadoras López Rabadán y Micher Camarena se pretende legislar específicamente en materia de integración de los órganos jurisdiccionales y en los organismos constitucionales autónomos.

Válidamente podemos afirmar que el marco legal tanto de fuente nacional como internacional, es de vanguardia. El derecho a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres se encuentra en nuestro sistema jurídico, en nuestra constitución, en nuestra legislación, lo cual, desde luego que es un gran avance.

Creo sin temor a equivocarme que estamos viviendo tiempos inusitados, inovadores. Que las mujeres quizá hemos podido acceder a diversos puestos públicos de importancia, por políticas públicas y por cuotas de género. No importa, aprovechemos la coyuntura hasta lograr que situaciones como estas pasen de la novedoso a lo cotidiano.

Y esto cómo lo vamos a lograr? con preparación, profesionalismo y excelencia. Es nuestra oportunidad de demostrar que estamos en posibilidad de cumplir hombro con hombro con los varones la encomienda que se nos asigne. No ocupamos un sitio, parra cubrir la apariencia de un feminismo disfrasado. Si bien ha sido necesario el impulso de un movimiento mundial, del que nuestro país no puede quedar en la inercia, no se arrepentirán de formar parte de él, porque las mujeres estamos preparadas para asumirlo.

Ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

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