Las voces en contra del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, por acoso sexual se multiplican sobre todo a raíz de que el mismo presidente Joe Biden le recomendó separarse de su cargo y, en verdad parece no tener otra salida, ya sea por así decirlo, o bien sea por que las autoridades judiciales del Estado lo obliguen, pero de que se tiene que ir, parece no haber otro camino.
La fiscalía neoyorkina ha dado a conocer que existen más de 74 mil piezas de evidencia en contra del gobernador; hay fotografías, correos electrónicos, videos, audio grabaciones, conversaciones en diversas plataformas, además, de testimonios de las mujeres que mencionan haber sido objeto de su comportamiento. Incluso la asambleísta por Nueva York, Catalina Cruz, que forma parte del Comité Judicial admitió haber trabajado por más de una década cerca de Andrew Cuomo y ser testigo directa y presencial del “sistema del silencio” que imperaba.
Las acusaciones que hay en torno al gobernador de la gran manzana, han distraído la atención y el trabajo de la clase política, lo que es una causa más imputable al caso.
Después de 5 meses de investigaciones y como es de esperarse, el acusado sigue negando cualquier señalamiento en este sentido, sin embargo, figuras del ajedrez político estadounidenses como el alcalde, Bill de Blasio, los congresistas; Chuck Schumer, Kirsten Gillibrand y Nancy Pelosi, le piden, sugieren o lo conminan a que se retire.
En política lo que parece, no importa, sea el país que sea y bueno 179 personas declararon ya ante la fiscal de Nueva York y hasta donde se sabe ninguna ha exculpado al aún gobernador Cuomo. Las autoridades han señalado que el presunto culpable no sólo vilo leyes estatales, sino que también federales. Una investigación independiente señaló que 11 mujeres fueron abusadas por el gobernador, 9 de ellas incluso empleadas del estado y se concluye en ese documento que incluso las presionó para que no declararan y menos aún en su contra.
Este informe de más de 165 páginas da a conocer que Cuomo, hostigó, agredió sexualmente a una mujer policía encargada de su seguridad personal, se detalla que el presunto culpable haciendo uso de su posición jerárquica recorrió el cuerpo de esta mujer con uno de sus dedos sin contar con su autorización. De esta investigación, realizada por un par de firmas legales independientes se supo que el político neoyorquino besó, tocó y se aproximó a un sinfín de mujeres en forma inapropiada, incluso su equipo de colaborados más cercanos tenía la instrucción de no dejarlo sólo con ninguna mujer principalmente, jóven, siempre pensando en su actuación y en evitar un escándalo.
En forma concluyente en este informe se señala que el acoso y hostigamiento sexual era una constante.
Cabe destacar que, Andrew Cuomo, es un hombre que ha sido considerado un ejemplo en el manejo de la pandemia. Su inteligencia, arrojo y decisión, sin duda, que le habían redituado opiniones favorables hoy, sin embargo, ante estas acusaciones y sus supuestas actuaciones sólo ha conseguido dividir a la población, en una ciudad que por cierto no necesita más escándalos.
Es importante destacar que las implicaciones legales, sólo y sólo, pueden destacar si las presuntas victimas y los fiscales de los condados toman acción. Hasta donde se sabe sólo en el condado de Albany se realiza una investigación al respecto, no todos los actos de acoso pueden ser calificados como delitos es importante conocer cómo se presentan y entonces actuar.
El equipo legal del gobernador ha redactado un documento de por lo menos 80 páginas con el que busca desacreditar el patrón de conducta sexual de acoso a empleadas y exempleadas y donde buscan descalificar todas y cada una de las investigaciones en curso que incluyen la generación de un ambiente hostil y de tensión para sus colaboradores en general.
Lo cierto de todo esto es que el gobernador se ha ido quedando solo y al surgir la primera ola de acusaciones, un coro de políticos demócratas pidió su salida, pero algunos de sus partidarios más cercanos evitar emitir juicios entre ellos, el más influyente, el presidente Joe Biden. Antes de ocupar la presidencia Biden fue uno de los aliados más confiables de Cuomo. En eventos para la prensa a menudo halagaba el trabajo de infraestructura del gobernador. Cuomo fue uno de los primeros en apoyar la campaña presidencial de Joe Biden. El gobernador asistió al velorio del hijo de Biden, Beau, y el presidente acudió al velorio del padre de Cuomo, Mario.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también había evitado unirse al coro inicial de pedidos de renuncia.
La familia de Cuomo tiene vínculos con Pelosi desde por lo menos 1980, cuando ella y Mario Cuomo hicieron un recorrido a Italia después de un terremoto que mató a miles de individuos en aquel país. En 1984, Pelosi presidió la Convención Nacional Demócrata en San Francisco, en la que Mario Cuomo dio su famoso discurso “Historia de dos ciudades”. El martes tanto Pelosi como Biden rompieron con Cuomo y le pidieron que renuncie.
Andrew Cuomo no parece muy inclinado a renunciar al poder voluntariamente incluso en sus declaraciones recientes ha manifestado su intención de seguir luchando en contra de la pandemia del Covid-19, donde tan bueno logros ha conseguido, pero el neoyorkino debe tener muy presente que es muy difícil gobernar sin aliados.
@lalocampos03