Hace unos días, se filtraron unos audios sobre lo que se discutió en la Plenaria de los senadores de Morena. Muy molestos, los de la cuarta transformación pidieron la censura de las contramañaneras, ejercicio que realizo todos los lunes a las 11 de la mañana, desde el Senado de la República, la casa de la oposición.
Las contramañaneras tienen la finalidad de desmentir la sarta de mentiras que dice todos los días el presidente de la República. En resumen, es un espacio dedicado a decir la verdad.
De toda la bola de incoherencias que dijeron los legisladores de Morena en su plenaria, hay 4 que son muy preocupantes para la libertad de expresión.
Éstas son las palabras de la bancada de Morena:
1.- “Una persona que permite que una senadora golpee al presidente de la República, todos los días y al día siguiente igual, me parece que no está entendiendo nada de lo que es el uso libre y democrático de los medios de comunicación”
“Golpee al presidente de la República”. Qué impresión.
2.- “Exijamos institucionalidad”, dicen los legisladores de Morena: “Uso eficiente de los medios y del Canal del Congreso”.
3.- “¿Para qué estamos entonces legislando?”
Vean nada más el nivel de incoherencia, piensan que están aquí con su mayoría para legislar y ser autoritarios. O sea, no para legislar a favor de los mexicanos, de su salud, de su economía, de su seguridad. No. Están para legislar siendo autoritarios.
4.- “Ya es tiempo de ejercer nuestra mayoría en el Congreso”.
O sea, quieren ejercer su mayoría para callar a la oposición, no para mejorar la vida de los mexicanos.
Me preocupa que los legisladores de Morena se expresen de esta manera ¿Qué puede esperar cualquier ciudadano que quiera ejercer sus derechos?
La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales, no distingue entre partidos, mucho menos entre ideologías y, por supuesto, no tendría que distinguir entre si eres o no seguidor de un régimen.
La libertad de expresión se ejerce por el hecho de ser personas. Incomode o no al gobierno.
Pero ésta no es la primera vez que pretenden silenciar a las voces disidentes que su régimen no ha podido doblegar.
Cuando evidenciamos el robo de 2 votos en la elección de la CNDH, amenazaron con quitarme la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos. Como si con ello fueran a liberarse de sus fechorías.
Esta nueva amenaza devela de cuerpo entero a la 4T: son autoritarios, no les gusta la crítica y están dispuestos a hacer lo que sea, con tal de cumplir las instrucciones del presidente López Obrador y silenciar nuestras voces.
Ni la ciudadanía, ni los Senadores, ni los alcaldes, nos detendremos. Se han robado todo lo que han podido, pero jamás se robarán la voz de la oposición.