Al paso de los días y las horas se empiezan a conocer cómo fueron las últimas horas de los estadounidenses en la ciudad de Kabul. El ejército de Estados Unidos negoció un acuerdo secreto con los talibanes que resultó en que miembros militares escoltarían a grupos de estadounidenses hasta las puertas del aeropuerto de Kabul mientras intentaban escapar de Afganistán, según el testimonio de dos funcionarios de defensa, ha trascendido que las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos establecieron una “puerta secreta” en el aeropuerto y establecieron “centros de llamadas” para guiar a los estadounidenses a través del proceso de evacuación.

Hoy podemos ver que lo que les han acreditado a diversos oficiales militares que han comenzado a revelar algunas situaciones que empatan con la realidad. En algunos medios de comunicación han comenzado a hablar siempre con el anonimato por delante… “el acuerdo con los talibanes funcionó maravillosamente, los estadounidenses involucrados en una red no oficial dedicada a ayudar a los estadounidenses y afganos vulnerables, sin duda que hubieron problemas, particularmente al principio ya que los talibanes rechazaron a los ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes que se suponía que el grupo militante debía permitir el paso”.

Fuentes cercanas a la milicia de Estados Unidos dijeron que se notificó a los estadounidenses en Afganistán que se dirigieran a “puntos de reunión” los cuales explicaron se habían preestablecidos cerca del aeropuerto donde los talibanes verificarían sus credenciales, pasaportes o actas de nacimiento y los llevarían a una corta distancia hasta una puerta tripulada por las fuerzas estadounidenses que estaban esperando para dejarlos pasar al aeropuerto de Kabul en medio de las grandes multitudes de afganos que buscaban también ser evacuados.

Los soldados estadounidenses podían ver a sus compatriotas acercarse con sus escoltas talibanes mientras estos avanzaban entre la multitud, presumiblemente listos para intervenir en caso de que sucediera algo.

Los militares que estuvieron en contacto con personas que intentaban escapar han comentado que los ciudadanos estadounidenses y los titulares de pasaportes en Kabul, no lo creían cuando se les dijo que recibirían un pasaje seguro por parte de los talibanes. Muchos pensaron que estaban entendiendo mal las instrucciones y pidieron aclaraciones.

Los temores, sobre todo las mentiras y engaños se volvieron moneda de cambio entre los afganos, los estadounidenses y los talibanes.

Funcionarios de defensa estadounidenses hablaron bajo condición de anonimato debido a la delicadeza de los acuerdos, que no se han revelado hasta ahora porque Estados Unidos estaba preocupado por la reacción de los talibanes a cualquier publicidad, así como por la amenaza de ataques de ISIS-K,  si sus operativos se daban cuenta de que los estadounidenses estaban siendo escoltados en grupos, dijeron los funcionarios.

La rama terrorista de Estado Islámico (ISIS) que se identifica como ISIS-K y que es un enemigo jurado de los talibanes se atribuyó la responsabilidad de un ataque suicida en una puerta del aeropuerto de Kabul la semana pasada que mataron a 13 militares estadounidenses y más de 170 afganos.

Estados Unidos ha tenido contacto militar y diplomático con los talibanes durante años a través de conversaciones políticas y esfuerzos de eliminación de conflictos, pero el acuerdo de evacuación secreta entre el grupo militante y el ejército estadounidense refleja un nivel sin precedentes de coordinación táctica.

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Si bien no se sabe si existe alguna conexión, el director de la CIA William Burns realizó una visita muy inusual la semana pasada a Kabul, donde se reunió con el líder talibán Abdul Ghani Baradar, mientras la administración de Biden luchaba para que las operaciones de transporte aéreo que aseguraron la evacuación continuaran sin problemas.

Los funcionarios de la administración de Biden enfatizaron que los talibanes estaban cooperando y altos funcionarios enfatizaron repetidamente que el grupo militante se había comprometido a proporcionar un “paso seguro” a los estadounidenses durante la evacuación.

Ante todo esto, el presidente Joe Biden habló a la nación y calificó como un “extraordinario éxito” las labores de su gobierno en Afganistán y afirmó que su administración continuará con los esfuerzos diplomáticos para evacuar a alrededor de 200 estadounidenses que todavía quieren dejar el país…“con la evacuación en Kabul, Estados Unidos, puso fin a 20 años de guerra en Afganistán, asumió la responsabilidad por esta decisión”, incluso se aventuró a festejar… “celebró la habilidad y valentía desinteresada de los miembros del Ejército estadounidense, así como el personal diplomático y de Inteligencia movilizado”.

Rescatamos a muchos inocentes, sentenció el presidente estadounidense.

El inquilino de la Casa Blanca dijo que el 31 de agosto no fue una fecha aleatoria de salida, sino que fue para “salvar vidas de estadounidenses”, señalando que marca los tiempos del acuerdo firmado por el expresidente Donald Trump y defendió que el 90 por ciento de los estadounidenses en Afganistán que querían irse, lograron ser evacuados, pero no se dejará atrás a los restantes… “para los estadounidenses restantes, no hay fecha límite. Seguimos comprometidos a sacarlos si quieren salir”.

El presidente dijo que en abril tomó la decisión de retirar las tropas estadounidenses debido a su plan a futuro sobre la seguridad de los Estados Unidos … “la obligación fundamental de un presidente, en mi opinión, es defender y proteger a su nación, no contra las amenazas del 2001 sino contra las amenazas de 2021 y del futuro”, acotó. “Ese es el principio rector detrás de mis decisiones sobre Afganistán”.

A Joe Biden le ha tocado concluir la guerra más larga de su país, una decisión que sin duda impactará a lo largo de su administración, pero sobre todo, en su ruta por buscar un segundo periodo en la Casa Blanca.

@lalocampos03