Esta semana que concluye, se celebró la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) número 76 y como suele suceder; las sorpresas, revelaciones y acusaciones abundaron. Una de ellas sin duda fue la presencia después de 13 años de no acudir a este foro el dictador nicaragüense, Daniel Ortega, su presencia fue parte de la estrategia que viene desplegando con miras al proceso electoral por venir en su país.

Y bueno la intervención del presidente, Joe Biden, fue otro punto atrayente sobre todo ante los múltiples problemas por los que atraviesa su país y con su siempre afable actitud, el inquilino de la Casa Blanca se presentó ante la plenaria de la ONU y reiteró que su país busca regresar al liderazgo mundial… “abriremos una nueva era de la diplomacia tras la retirada de Afganistán”, estamos en ruta… “hemos buscado extender los esfuerzos para dotar de vacunas contra el Covid-19 a todo el mundo, nuestro país seguirá colaborando” pero como bien dice el mexicanísimo refrán, prometer no empobrece… “Estados Unidos se unirá al objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del Acuerdo de París sobre el cambio climático ‘doblando’ su aportación financiera internacional a la lucha por salvar el medio ambiente”.

Biden, también recurrió a compromisos ya expresados y con una nueva retórica renovó el compromiso de su Administración para luchar contra el hambre en el mundo, a través, de ayuda alimentaria e incluso, acelerar sus acciones en pro de la salud, sin embargo, el fantasma de la derrota en Afganistán estuvo siempre a su lado y ante los mandatarios del mundo pronunció una frase que lo seguirá durante el resto de su mandato… “no queremos una nueva guerra fría o un mundo dividido en bloques, no podemos perder más tiempo, trabajemos juntos por un mundo mejor”.

Permítame comentarte un detalle que no reflejaron todas las televisoras y los medios asistentes en general; en su ruta rumbo al estrado, Biden, se topó con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien de forma cordial pero firme le hizo una petición… “serenidad en su intervención señor presidente”. Y bueno esto cobra gran relevancia cuando el mundo está al borde del colapso donde el diálogo entre naciones y el entendimiento deben prevalecer.

Bien vale mencionar lo dicho por el Secretario General… “me temo que nuestro mundo se dirige hacia dos conjuntos diferentes de reglas económicas, comerciales, financieras y tecnológicas; dos enfoques diferentes del desarrollo de la inteligencia artificial y en última instancia, dos estrategias militares y geopolíticas diferentes”, así o más claro lo manifestado por Antonio Guterres.

Esta Asamblea General de la ONU, enmarcada por la pandemia del Covid-19, la cual siempre estuvo en duda en cuanto a su realización, fue sin duda el mejor escenario con el que ha contado en estos 8 meses el inquilino de la Oficina Oval, sobre todo, ante la suma de derrotas políticas, militares y la inminente inflación que enfrentará el gobierno a su cargo.

Esta esperada Asamblea General de la ONU reunió a un centenar de mandatarios, algunos enfrentados a pesar de sus discursos públicos y sus cuestionables acciones.

Joe Biden, se mostró seguro, tranquilo y buscando empatía con los mandatarios del mundo, veremos qué tanto le sirve esa actitud.

El presidente chino, Xi Jinping, anunció en este foro mundial una acción que puede tener implicaciones en todo el planeta… “dejaremos de participar en la construcción de plantas de carbón en el extranjero”.

Ante un primer momento de sorpresa, los mandatarios asistentes aplaudieron los compromisos expuestos por el líder asiático en un video previamente grabado… “China intensificará el apoyo a otros países en el desarrollo de energía verde, baja en carbono y no construirá nuevos proyectos de energía de carbón en el extranjero”.

Hay que mencionar que esta medida podría obstaculizar el desarrollo futuro del carbón en el mundo ya que más del 70 por ciento de todas las plantas carboníferas en operación en todo el mundo dependen de fondos chinos según datos del Instituto Internacional de Financiación Verde, con sede en Pekín, citados por Bloomberg.

Basta recordar que en 2020 el mandatario chino ya había anunciado que planeaba convertir a China en un país carbono-neutral para 2060 y en su discurso del miércoles ante la ONU prometió acelerar los esfuerzos para lograrlo… “esto requiere un tremendo trabajo duro y haremos todo el esfuerzo para lograr estos objetivos”, enfatizó.

El compromiso de China llega a pocas semanas de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP26) que se celebrará en noviembre en Glasgow y que buscará ampliar los objetivos del Acuerdo Climático de París.

Las declaraciones de, Xi Jinping, fueron celebradas por distintas organizaciones ambientales, si bien, insistieron en la necesidad de medidas en el propio país asiático, el principal contaminante del mundo.

El anuncio del presidente, Xi Jinping, hay que señalarlo, se produjo después de otras promesas similares de Corea del Sur y Japón, tras las presiones por parte de la comunidad internacional. La organización climática, 350.org, según la agencia AFP que entrevistó a diversos especialistas, calificaron de “enorme” el anuncio y que podría significar un “cambio radical” en el mundo, prueba de esto lo hemos visto con el financiamiento a centrales eléctricas de carbón en otros países a través de su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda y en estos seis primeros meses del año no financió ninguno, la primera vez que ocurre, según el portal Bloomberg.

Mucho se dijo, se anunció y se prometió en Nueva York durante esta Asamblea Ordinaria de la ONU; Mandatarios, Ministros y Dictadores, se expresaron, veremos ahora qué tanto se avanza en la realidad.

@lalocampos03