El nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) también tiene otros datos…
Inicialmente el inquilino de Palacio Nacional contempló 33 posiciones de contacto en su mediocre proyecto de Aeropuerto, y mediante esa información llevó a cabo su consulta popular; de las 120 posiciones de contacto con las que contaría el extinto Aeropuerto de Texcoco, el de Santa Lucía solo tendrá 14 fijas y un número indeterminado de remotas. Es decir, la mayoría de vuelos tendrá que desplazar previamente mediante transporte terrestre a los usuarios de los mismos para abordar. Para ejemplificar: el Aeropuerto de Guadalajara tiene 12 posiciones fijas y 15 remotas y el Aeropuerto de Atlanta tiene 195, así de pequeño es el proyecto emblemático de la 4T.
Actualmente, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) cuenta con 74 posiciones de contacto fijas y 21 remotas, 6 pistas de despegue o aterrizaje contra 2 pistas de Santa Lucía. Si de por si en el principal Aeropuerto de México no se da un abasto en el servicio, este nuevo y pequeñísimo proyecto de Santa Lucía menos resolverá.
¿El precio? Texcoco iba a costar 150 mil millones de pesos, Santa Lucía lleva 80 mil millones de pesos (más lo que vaya sumando en las siguientes semanas de su construcción), más 100 mil millones de pesos que según cifras del gobierno costó cancelar Texcoco (aunque la Auditoria Superior de la Federación tiene otros datos a los de Andrés). ¿Gastar más para tener un peor Aeropuerto?
Planear infraestructura en un país es un proyecto a gran plazo, y el tener un gobierno cada seis años que modifique hacía donde va México es un problema. Entiendo y apoyo que los mismos que no sean realmente benéficos para el desarrollo del país, sean removidos o revisados, pero estos deben contar y estar respaldados con estudios, información, entre otros. No simplemente declarar que existen fallas, intereses y demás para tirar abajo un gran proyecto y sobre todo cuando ya se han destinado recursos públicos.
“La obra pública no debe ser cuestión política, se deben hacer las licitaciones públicas por los técnicos que requiera la misma para garantizar la mejor tecnología, costo, calidad y lo requerido para llevar a cabo esa política pública que beneficiara a la ciudadanía.”
La adjudicación directa que se destino a SEDENA para construir Santa Lucia, deja ver opacidad y dudas sobre la calidad del mismo. Si estamos tan cansados de la corrupción de numerosos servidores públicos, dejemos de aceptar y ver como cotidiano estas prácticas gubernamentales y exijamos que el dinero de todos nosotros los mexicanos no sea gastado como un antojo presidencial.