“Un libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz,
sino también para perpetuarla”.
Ruskin
El pasado 8 de octubre la vida cultural capitalina literalmente resucitó con la inauguración, en el corazón de México-Tenochtitlan, de la XXI edición de la Feria Internacional del Libro-Zócalo, pues con ello se reiniciaron las actividades culturales masivas, tras 17 meses de suspensión obligada por la pandemia de la Covid-19.
Gracias a la sinergia obtenida entre la responsabilidad social y la política puntual de prevención, atención y vacunación generada de forma coordinada por los gobiernos de México y de la Ciudad, la capital de la república mexicana contó con las condiciones necesarias para recuperar la intensa vida cultural que en 2019 la encumbró como la Capital Cultural de América.
Tocó al Festival Noche de Primavera 2020 ser la primera víctima cultural del obligado autoconfinamiento por Covid: planeado para 17 plazas públicas del Centro Histórico, esta actividad fue la primera en trasmitirse por redes sociales y mediante el Sistema Público de Radio y Televisión que, aquel 21 de marzo, desde un vacío Teatro de la Ciudad, nos permitió emitir el Festival.
De ahí en adelante la tecnología facilitó generar actividades virtuales que aligeraron el terrible peso de la incertidumbre colectiva padecida ante una enfermedad mortal y desconocida, en una inédita y forzosa reclusión que nos alejó de familiares y amigos de forma súbita y angustiante.
A través del enlace electrónico Capital Cultural en Nuestra Casa, y gracias a las alianzas culturales con gobiernos de otras capitales del planeta, constituimos una red que inició con Buenos Aires e incluyó a Barcelona, Bogotá y Los Ángeles, así como a la Unesco, el INAH, la Cineteca Nacional y universidades públicas; así generamos auditorios virtuales de millones de espectadores que encontraron en esta opción un espacio para el ejercicio de sus derechos culturales en condiciones pandémicas.
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Con la distinción de haber sido designada Capital Iberoamericana de la Cultura 2021, la Covid no amilanó la presencia de nuestra ciudad en las redes mediante la puntual transmisión de conmemoraciones emblemáticas como: México-Tenochtitlan, más de 700 años de fundación; 500 años de resistencia indígena, el Grito y su espectáculo multimedia que intervino, por vez primera en su historia, la fachada de la Catedral con imágenes de los héroes de la Independencia, particularmente de Hidalgo, Josefa Ortiz, Morelos y Leona Vicario, así como, también, los festejos del Bicentenario de la Consumación de Independencia, vistos a la distancia, pero con gran calidad visual, por cientos de miles de personas en la Ciudad, en el país y en el extranjero.
Las propicias condiciones sanitarias y la urgencia de recuperar la vida cultural en el espacio público, nos permitieron organizar la XXI edición de la Fil Zócalo 2021 y, con ello, dar vigencia y plena actualidad a la profunda reflexión del intelectual inglés John Ruskin, para quien los libros perpetúan y multiplican la voz de sus autores, es decir, resucitan literalmente el contenido de sus obras y, con ellas, las de una ciudad innovadora y de derechos.