Han pasado ya tres años del gobierno de López Obrador y no sé si alegrarme porque ya llevamos la mitad o si estar preocupada porque todavía faltan tres años. El tiempo se pasa muy lento porque el ambiente se siente muy pesad, todos los días nos despertamos con un nuevo berrinche, un nuevo pleito, un señalamiento.
El recién nombrado Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, asistió al Senado de la República para comparecer con motivo del informe de gobierno, no perdí la oportunidad de expresarle frente a frente el sentir de millones de mexicanos que están cansados de esta terrible administración.
La 4T no avanza ni transforma, todos los días buscan destruir una institución, acallar una opinión o incluso quitar un derecho. No hay una solución a nada, no hay un plan y eso es evidente, solo hay un discurso vacío que nunca se llena de contenido, solo palabras escandalosas para que no hablemos del verdadero escándalo que es el ejercicio del gobierno.
Mienten, mienten y mienten. Mintieron en campaña y hoy es claro: no quieren remediar ni la injusticia, ni la muerte, ni el dolor de este país. Para los mexicanos, este gobierno ha sido una prueba de resistencia:
De resistir aunque todo suba de precio. Porque hoy se puede comprar sólo medio kilo de tortilla con el mismo dinero que hace tres años se podía comprar el kilo completo.
De resistir para no ser de los 4 millones de nuevos pobres que ha generado este gobierno; De resistir para sobrevivir a la crisis; De resistir para no ser de los 2 millones de mexicanos que se han quedado sin empleo.
Resistir para no morirte porque si eres de los 36 millones de mexicanos que no tienen acceso a servicios de salud y buscas sobrevivir, te llaman egoísta. Si eres un niño con cáncer a quien le han quitado sus medicamentos y los exiges, eres, incluso, un traidor a la patria.
Resistir. Todo el tiempo es resistir. Resistir para que no te metan a la cárcel precisamente por resistir.
Le presté mi voz a todos los que se sienten decepcionados, engañados y amedrentados por el gobierno. De frente al titular de gobernación le mandé un mensaje muy claro al Presidente de la República: López Obrador ha ido en contra de todas sus promesas.
También te puede interesar
Y lo peor es que, como no acepta la crítica, no va a cambiar la manera de hacer su estrategia. No hay esperanza de que cambie nada y por eso, no hay esperanza de que nada mejore: Hasta que se vayan.
Para quienes me leen no saben cómo me encantaría que este discurso fuera una exageración. Una estrategia de la oposición para hacer quedar mal al presidente y a su gobierno, pero todos sabemos que no lo es. Es la realidad.
Para cerrar, no podía retirarme de la tribuna sin antes advertirle al Secretario Adán Augusto lo que le espera: Un Jefe que miente cómo respira.
No solo se lo advertí también le mostré mi solidaridad y le entregué un regalo mientras le dije: Usted apenas va llegando a esta administración y probablemente se incorpora con ilusión. Tal vez usted también se creyó el cuento de que este gobierno quería transformar la vida pública. Aquí le entrego un detector de mentiras.
Así es, le entregué un detector de mentira. Se lo regalo para que no lo engañe como engañó a los 30 millones de mexicanos que confiaron en él. Se lo regalo para que pueda defender su nombre, que, en el mejor de los casos, es lo único que nos dejará este gobierno.
No me queda mas que decirle a los mexicanos: Resistamos. Resiste México, López Obrador se irá.