La risa es un lenguaje universal, reconocida en distintas culturas e idiomas, pero que guarda mucho que se puede comentar.

Quizá muchos no sepan que reír quema caloría y que también los chimpances, las ratas y los perros pueden reír, que el ser humano lo hace desde el vientre materno y que ayuda a evitar las arrugas.

Pero aún hay más. Es un relajante muscular y un analgésico natural, así como que mejora la salud pulmonar y fortalece la relación en pareja, además de que es estudiada por la gelotología.

También la risa mejora la memoria y es positiva para la circulación, algunos de nuestros circuitos cerebrales se activan al escuchar a otra persona reír, de lo que se desprende que la risa es contagiosa, además de que es atractiva para otras personas.

En el trabajo reímos poco, aunque en la casa y con amigos lo hacemos decenas de veces más que en donde laboramos; 15 músculos faciales se mueven al reír y el lóbulo frontal se activa.

Claro que algunas personas han sufrido de un ataque al corazón al reír demasiado, lo que nos recuerda que para todo debe haber un límite.

Finalmente, reír alarga la vida y, en una obviedad que vale la pena recordar siempre, nos hace más felices, así que a reír se ha dicho.