Han transcurrido más de tres años de la presente administración, aunque se sientan como treinta, no hay solución a nada.

De vez en cuando leo o escucho a los propagandistas del régimen, y solo reparo en pensar que viven en una burbuja, en otra realidad, en un mundo alterno, a veces pienso que quienes criticamos al presidente exageramos, después veo las noticias o sus intervenciones matutinas y francamente, se me pasa.

Las mujeres cada día más desprotegidas; los enfermos, olvidados; la inseguridad, al alza; la corrupción, peor que nunca; la pobreza, crece; el sistema, se endurece, y cada día estamos más polarizados. Las sesiones en el legislativo no son muy esperanzadoras, a cada propuesta de la oposición, o viene la descalificación o la violencia, y casi todo termina votándose en contra.

¿De que sirvió el respeto a la pluralidad previo al cambio de administración? No entiendo los esfuerzos del PAN o del PRI que en tiempos añejos intentaban escuchar a la oposición ¿debieron ir más lejos? Es preocupante que la ciudadanía guste de un arreglo institucional autoritario y violento.

Otra idea, mucho se ha criticado al PRIAN, pero la construcción y la planeación institucional, que tomo vuelo desde 1997, es el entramado y el dique que ha impedido mayor destrucción y virulencia del presidente, su partido y su gabinete; sin embargo, el ciudadano, legítimamente se queja de lo vivido y al mismo tiempo exige que dicho arreglo sea respetado, es un trabalenguas imposible de entender.

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La ciudadanía no ha querido, ni podido perdonar los errores del pasado, les asiste la verdad, pero aplauden –no todos, claro- las pifias del presente, a que se debe, nadie lo sabe, tienen razón quienes defienden al actual régimen, se han sentado las bases para un nuevo sistema político, como será, nade nuevo, nadie lo sabe.

Vale la pena, hacernos estas y otras reflexiones, preguntarnos que hemos hecho mal como sociedad, como ciudadanía. Tenemos derecho a pensar, imaginar y soñar con un mejor país, pero para ello a nadie debe faltarle generosidad, o al menos, a la mayoría.

Vienen lecciones y elecciones importantes, la aduana del 2021 pudo haber sido mejor, pero, tampoco fue mala, ahora el régimen está obligado a pactar, a negociar, a ceder al menos en reformas constitucionales, en otras vemos que siguen siendo los mismos pelafustanes que hace poco todavía tomaban las calles.

El economista Tyler Cowen, publicó en Bloomberg, que a pesar de que “el gobierno de México también es notoriamente corrupto, y actualmente tiene líderes populistas, especialmente irresponsables, México ahora tiene una clase media que vota y espera algo a cambio de los impuestos que paga” lo cual le hace pensar que en este país estamos en un buen momento económico y podríamos crecer de manera sostenida, como ¡Dinamarca!

A pesar de la pesadilla que estamos experimentando, no hay nada como un sueño para crear el futuro…

@DrThe