Entrevista con Adrián LeBaron y Shalom Suker LeBaron

La comunidad de la Mora, en el municipio sonorense de Bavispe, colindante con el estado de Chihuahua, es una población poco conocida en el ámbito nacional. Su escasa población, menor a la centena de habitantes, no recibe muchos visitantes, a pesar de su cercanía con la frontera con Estados Unidos, pero saltó a la fama un 4 de noviembre de 2019 por los asesinatos de 3 mujeres y 6 menores de edad de la familia LeBaron.

Las primeras versiones apuntaban a una confusión entre cárteles del crimen organizado, uno de los cuales emboscó a la caravana de tres vehículos que viajaban hacia el municipio de Galeana y hacia Phoenix, Arizona.

Todos los días tengo que reafirmar mi idea o mi hipótesis de cómo pasaron las cosas”, relata a Siempre Adrián LeBaron, para proseguir con su relato: “porque he metido mis narices de lleno en las carpetas de investigación, porque está muy difícil que la policía federal ministerial a mí me diga que pasó, porque la verdad que ellos manejan es que fue una confusión, entonces pues yo sé que no, digo de que sabían que iban mujeres, sabían, que sabían que eran niños, sabían, y de que ellos iban a matar a la gente que cruzaran por ahí, sabían”.

Medios locales como el portal tiempo.com.mx reportaron esa misma tarde que tras el ataque “una de las mujeres, identificada como Rhonita Miller, junto con cuatro de sus siete hijos, fue asesinada y calcinada a bordo de la camioneta tipo SUV en la que iban”.

Rhonita era hija de Adrián LeBaron, quien compartió con este medio parte de sus vivencias en esta ya larga búsqueda para que se haga justicia en este caso.

“Después de matar a mi hija y a ellos, como a las dos horas, empezaron a agarrarse a balazos arriba en la sierra, entonces a final de cuentas me digo que esta gente que anda peleando plazas, andan peleando plazas y en ese pleito matan a mi hija, porque traen un pleito de plazas, y de una cosa en la que estoy súper convencido es que no puede existir tal cosa como una plaza, porque para mi los que venden las plazas son los funcionarios públicos, si no tienes el patrocinio de las fiscalías o de los cuerpos policiacos o investigadores, si no tienes ese apadrinamiento no tienes plaza. Para que una situación se llame plaza es porque traes la bendición de alguien del gobierno, si no, no es plaza”.

Al momento en que se redacta esta nota, han sido detenidos 27 personas vinculadas a los hechos de 2019, pero en opinión de Adrián LeBaron la justicia aún se vislumbra lejana.

 

Adrián LeBaron

He tenido que pelear

En conversación vía telefónica, Adrián LeBaron comparte su experiencia en estos dos años luego de la masacre, confirmando a Siempre que la constante es su inconformidad con la manera en que su caso ha sido atendido por parte de las autoridades.

“No sé mucho, esto aprendiendo lo que es justicia, uno de los nivele es castigo a quien hizo la ofensa, para mi empieza con la atención a la víctima. En dos años no he sido atendido, me he tenido que pelear a cada paso, convertirme en un fiscal, soy de esas víctimas que investigan”.

Adrián LeBaron ha realizado un recorrido que lo ha llevado a encontrarse con gobernantes de los tres ámbitos de gobierno, pero con escasos resultados.

“Cuando estuve con López Obrador, a poco más de un mes de la masacre de mi hija, le dije que me ayudará y dos años después no nos dio eso, los municipios están desprotegidos, estoy inconforme con el sistema. Me dicen ‘confórmate, tu caso es el más atendido’, pero no hay ningún sentenciado, fíjate, para agarrar a alguien se tienen que agarrar a balazos para poderlo arrestar”.

De camino por carretera hacia la Ciudad de México, en donde participa en una velada por el aniversario de las muertes de sus familiares, LeBaron confiesa que para él ha sido difícil adentrarse en los laberintos de los procesos judiciales del país.

“Si el ministerio público atrajo el caso ya damos por sentado que ya se hizo justicia, pero estoy inconforme”, asegura para completar: “traigo la carpeta de investigación que me dio la familia de Abel Murrieta, que tiene más de 100 mil hojas, en esa carpeta hay como 26 vinculados a proceso, pero sólo 5 por homicidio, los otros 21 están por delincuencia organizada, y yo no tengo acceso a las carpetas de investigación, no tengo acceso a coadyuvar en esas 21 porque la imputación fue por delincuencia organizada, es una laguna que existe, lo veo incongruente, por eso la fiscalía se presta para hacer esa máquina de extorsión”.

Entre lo que ha aprendido, confiesa a este medio, se encuentra el hecho de que no hay un acceso sencillo para la justicia, por lo que afirma: “Hay que empezar a exponer esta inaccesibilidad a la justicia que viven los mexicanos, esa velada es para eso, si pudiéramos lograr y exponer un poco este caso, voy a sentir que valió la pena el esfuerzo”.

 

Adrián LeBaron con su hija Rhonita

 

Amarga experiencia

Si algo caracteriza a Adrián LeBaron es que ha logrado atraer la atención de la ciudadanía en su reclamo por el esclarecimiento de los asesinatos de su familia, una amarga experiencia en la que ha encontrado en las redes sociales un aliado para hacer oír su voz, aunque con esto haya obtenido algunos inconvenientes.

“Una vez que hice una declaración a los medios después de una audiencia por homicidio, que un testigo que vive en Estados Unidos dijo esto y esto y por eso lo vincularon y mencione el nombre, personalmente el FBI me habló para decirme no tenía que decir nombres porque pongo en peligro a la familia, también me dijeron que como yo a cada rato en este último que detuvieron, me habló el subprocurador encargado de la SEIDO para decirme que habían detenido al ‘Jaguar’ y le contesté que me mandara que poner en el tuit, así que ahora soy el vocero de la Fiscalía”.

Asimismo, los reclamos que ha recibido por hacer públicas sus consideraciones e ideas del caso no se han hecho esperar.

“Me dicen que no les di el derecho a la presunción de inocencia, porque puso las fotos y las tuiteo así, hasta me dicen que me van a meter al bote por decir cosas que no debo, es una guerra por todos lados, mi jale es tratar de poner en este laberinto, por todos lados hay situaciones”.

Pero también su labor empieza a recibir apoyos de distintos sectores sociales, como él mismo reconoce.

“Respaldo a los senadores que me apoyan y a los alcaldes, a los directores de seguridad pública. Tengo demandas en contra de autoridades”, aclara con relación a quienes han respaldado su tarea, para completar, “la Barra Mexicana de Abogados me ha apoyado, Abel Murrieta estaba conectado. Chalecos México me apoyó, Javier Sicilia también, he estado con senadores, con Ebrard, con Olga Sánchez Cordero”, señala.

 

La esperanza

Pese a los obstáculos, la falta de resultados y el dolor por la muerte de sus seres queridos, la esperanza es algo que no lo ha abandonado, como comparte con este medio.

“Claro que tengo esperanza, pero el sistema de investigación de México no lo va a encontrar y si lo encuentra no te lo va a decir, están extorsionando para no sé quién, hasta para el crimen organizado que extorsiona con mi caso, es el modus operandi de este sistema de justicia”.

Así, la velada por víctimas de la violencia y desaparecidos convocada para el pasado 4 de noviembre, sirvió para reafirmar que como en su caso, hay muchos mexicanos que buscan la verdad, aunque esta no esté al alcance de sus manos.

“Tengo mis teorías, mis hipótesis, pero la verdad parece que es lo que más se esconde, entonces para donde te haces, es un proceso. Por eso estoy invitando al mundo a platicar de estas cosas el 4 de noviembre”.

 

 

Shalom Suker LeBaron

Creo en Dios

“Para mi fue muy difícil, pensar que estábamos bien como nación y darme cuenta que hay un cambio tan corrupto, tan mal, no sabía en lo que estábamos hasta que masacraron a mi hija y sus niños, inocentes que estaban caminando. Esta tragedia pasó por un pleito por plazas y eso está pasando en todo nuestro México”.

Las palabras transcritas son de la madre de Rhonita y esposa de Adrián LeBaron, Shalom Suker LeBaron, quien concedió una breve entrevista a Siempre.

Sus palabras transmiten el dolor acumulado por los dos años de la tragedia, marcada por la falta de resultados.

“Para mí es difícil, porque nosotros hemos estado caminando hacia la justicia estos dos años, ha costado mucho dinero, muchísimo tiempo y pues dicen que hay tantos detenidos y qué más queremos, pero en realidad ninguno está sentenciado, la justicia empieza cuando se castiga el crimen y no siento que haya justicia, mañana pueden soltar a todos”.

El testimonio que comparte con nosotros, refleja lo vivido luego de conocerse los asesinatos y la manera en que ocurrieron los hechos.

“Nosotros somos muy fuertes como pueblo (en referencia a la comunidad de la que es parte), no hemos recibido ayuda, pero sí de nuestro pueblo, somos una familia grandísima. Como mi esposo Adrián dice, mataron a la hija equivocada, pienso que somos una de las familias más grandes de Latinoamérica y aparte de ser una familia grandísima, somos un pueblo muy grande que se extiende por Estados Unidos y México, siento que hay mucha fuerza y mucha indignación por cuanto a que todos nos sentimos mexicanos, cada vez que matan a otra persona vuelven a matar a mi hija, me duele mucho porque los mataron, los terminaron de matar y los quemaron, porque ellos están por encima de la ley y por encima de la vida, se sienten dueño de los mexicanos”.

 

 

Una constante en sus palabras y las de su marido es el concepto de justicia, algo que están buscando sin descanso.

“Verdaderamente quisiera encontrar el camino a la justicia y decirles a todos mis hermanos mexicanos cómo llegar a la justicia, porque hasta que no se castigue el crimen no vamos a estar libres. He visto a muchas madres con hijos desaparecidos y no es el México en el que he vivido”.

Acerca de las reacciones que su lucha ha tenido, comenta que lo más grave es encontrar que lo sucedido hace dos años se puede repetir.

“Siento que todo mundo está confundido porque no entienden para donde vamos, yo estoy de pie, pero siento que muchos mexicanos están confundidos, nadie entiende que pasó hace dos años, todo fue como muy escondido, en los pueblos y municipios nadie se dio cuenta, se infiltraron y nadie se dio cuenta, casi nos estamos despertando y nadie sabe que hacer, cómo dar ese paso, cómo dar justicia”.

Finalmente, Shalom Suker LeBaron respondió con las siguientes palabras a la pregunta de cómo mantener la entereza luego de lo vivido.

“Creo mucho en Dios y quisiera que viviera en el corazón de la gente, aunque lo reconozcan o no, a mi me ayuda mucho pensar que mi hija está en otro ligar, si no creyera en Dios estaría hecha pedazos”.

@AReyesVigueras