El 24 de noviembre pasado, Sudáfrica informó de una nueva variante del SARS-CoV-2, causante de Covid-19, dos días después la Organización Mundial de la Salud (OMS) la llamó ómicron. Desde entonces, los medios de comunicación, gobernantes y algunos mal llamados “líderes de opinión” reaccionaron como siempre, sin ninguna variación en sus apreciaciones.

Los expertos inmediatos en epidemiología, virología y salud pública, que abundan en los medios nacionales, externaron la misma preocupación sobre las políticas gubernamentales; es decir, plantearon que la respuesta de las autoridades sanitarias era lenta e incluso volvieron a atacar duramente al doctor López Gatell por su supuesta ineficiencia.

 

Las variantes de Covid-19

De diciembre del año pasado a la actualidad, la OMS ha clasificado cinco tipos de mutaciones como variantes de preocupación, la cuales son alfa, beta, gamma, delta y ómicron. Claro que ha habido otras mutaciones, pero muchas de ellas son variantes de interés a las que hay que vigilar.

Las que pueden significar graves riesgos para las personas son las de preocupación. Como todos los virus, pero especialmente los de ácido ribonucleico (ARN) como el del Covid-19, presentan una serie de mutaciones cuando se replican. El SARS-CoV-2 ha tenido muchas otras, pero la recién descubierta, ómicron, tiene aproximadamente 55 mutaciones, 32 de ellas en la proteína espiga, espícula o pico, que es la llave que abre la cerradura de las células humanas. De ahí su importancia.

Estas mutaciones de ómicron “pueden significar que sea más transmisible o sea mejor para evadir la protección inmunitaria, lo cual es una perspectiva muy preocupante”, afirma el doctor Suresh V. Kuchipudi, profesor de Enfermedades Infecciosas Emergentes en Penn State (universidad estatal de Pensilvania), en su trabajo Will omicron – the new coronavirus variant of concern – be more contagious than delta? A virus evolution expert explains what researchers know and what they don’t (¿Será ómicron, la nueva variante de coronavirus preocupante, más contagiosa que delta? Un experto en evolución de virus explica lo que los investigadores saben y lo que no), publicado en Conversation el 30 de noviembre.

Por ahora y hasta dentro de dos o cuatro semanas, no se sabrá qué tan transmisible es, ya que esas mutaciones también podrían causar que perdiera un poco su capacidad de infectar.

Se especula que el origen de esta mutación pudo haber estado en un paciente con un sistema inmunitario debilitado, que permaneció infectado durante un periodo prolongado, por lo que el virus pudo replicarse durante más tiempo y tener más mutaciones. Asimismo, los científicos consideran que no necesariamente surgió ómicron en Sudáfrica, que tiene el mejor sistema de vigilancia genómica del SARS-CoV-2, sino en otro país africano o incluso en otro continente.

 

Las variantes de la pobre solidaridad

Ante esos posibles riegos de ómicron, muchos países europeos, y algunos de nuestro continente, cerraron sus fronteras a viajeros procedentes de África del Sur. Aquí en México, por supuesto, en los medios se volvió a exigir el cierre de fronteras, como se hizo al inicio de la pandemia, a pesar de que ya se sabe que el aislamiento no impide la llegada de virus y variantes.

Las autoridades sanitarias afirmaron que por el momento no había evidencia científica de que fuera de más riesgo y volvieron a llamar a la población a iniciar o continuar con su esquema de vacunación. Claro, eso fue suficiente para querer poner en evidencia la supuesta ineptitud gubernamental.

Sin embargo, cuando el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que los cierres de fronteras eran precipitados y posteriormente pidió “a todos los Estados que adopten medidas de reducción de riesgos racionales y proporcionales, en consonancia con las regulaciones sanitarias internacionales”, los críticos callaron.

Algo semejante ha sucedido con el llamado de la OMS, epidemiólogos y jefes de Estado, como el de México, que han instado a continuar con el proceso de vacunación mundial y a dejar atrás el acaparamiento de vacunas (se estima que en Estados Unidos y otros países sobrepasan cinco veces las dosis necesarias para vacunar a toda la población); así como a liberar las patentes.

Ahora también hay amnesia de aquellos que criticaron la proposición del Presidente de garantizar el acceso a las vacunas a todos los países, lo cual sería una mejor forma de combatir la pandemia.

En ese planteamiento presidencial había evidencia científica, como ahora se ha demostrado, pues verdaderos expertos en epidemiología, virología y salud pública han señalado que en la medida en que siga circulando el virus habrá más posibilidades de que surjan nuevas variantes de SARS-CoV-2.

El doctor Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, le reiteró al New York Times: “Hemos demostrado una y otra vez que si la variante aparece en cualquier parte del mundo, puede contar con que estará en todas partes del mundo”.

@RenAnaya2

f/René Anaya Periodista Científico

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