El pasado 11 de febrero del presente año, el inquilino de Palacio Nacional violó desde su residencia la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Constantemente utiliza su posición en el Poder Ejecutivo para señalar, descalificar, insultar, entre otros a distintos periodistas, instituciones públicas, empresas y demás. Pero esto; cruzó un límite y vuelve este hecho en algo muy peligroso para el país: violentar la carta magna.

En tan solo pocos minutos pisoteaste: los artículos 1, 6, 7 y 16 de la CPEUM, los artículos 6 y 31 de la Ley de Protección de Datos Personales, los artículos 69 y 89 del Código Fiscal de la Federación, los artículos 57 y 68 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y el artículo 210 del Código Penal Federal.

Andrés: presumes conocer la historia y leyes de este país como nadie. Evidentemente esta es otra de tus mentiras, porque como todo, acomodas los hechos a favor “del movimiento.” Cualquiera que sea…

En un México donde la delincuencia e inseguridad están desatadas, donde los periodistas son la nota prácticamente cada semana por los lamentables asesinatos derivados de su trabajo, Andrés decide seguir incendiando con su discurso y demostrando que el Estado de Derecho es inexistente y selectivo. ¿Cómo es posible que un Presidente de la República actué con irá y arrebatos cuando se exhibe una falta y falla en su gobierno? ¿Que nadie en su equipo impida que rompa leyes? ¿Qué use la fuerza y recursos del Estado para defenderse? ¿Por qué al victimizarse diciendo que el también es un ciudadano, no actuó como tal y sin medios gubernamentales? Por último, que los gobernadores de Morena firmarán una carta de unidad ante toda esta situación.

No cabe duda, de que en tres años y a la mitad del sexenio, el mismo se posiciona como la peor administración donde impera la corrupción frente al discurso de removerla, los conflictos de interés frente a no ser lo mismo, y vendiendo esperanza donde solo se incrementa la pobreza y disminuye el crecimiento económico.

A Morena no le importan los ciudadanos y quien no vea la gravedad, le está fallando a México.