Entrevista con Mario Di Constanzo, informe ASF

Luego de que el Auditor Superior de la Federación, David Colmenares presentara la tercera entrega del Informe de Resultados de la Cuenta Pública 2020, donde se detectaron faltantes, inconsistencias e irregularidades por más de 39 mil millones de pesos, con 2 mil 444 recomendaciones, 204 solicitudes de aclaración y mil 483 promociones de responsabilidad administrativa- sancionatoria, el presidente López Obrador dijo que éstas irregularidades serían aclaradas, tal como lo dijo hace un año y todavía se sigue a la espera de su esclarecimiento.

Así, fueron encontraron irregularidades por 5 mil 640 millones de pesos en Segalmex, un desfalco por más de 920 millones de pesos en ventiladores para respiración pulmonar requeridos durante la pandemia, daños a la hacienda pública en el sector salud por el mal uso de los recursos, por mencionar solo algunos faltantes, que pintan de cuerpo entero el desaseo del gobierno de la 4T.

El economista Mario Di Constanzo, quien fuera titular de la Condusef platica con Siempre sobre los resultados encontrados por la ASF.

 

Su opinión sobre las irregularidades encontradas por la ASF en la Cuenta Pública 2019.

El informe refleja por lo menos tres cosas. Primero, la falta de orden y de programas realmente efectivos por parte del gobierno federal en cuanto al ejercicio del gasto público. Dos; la baja calidad y la opacidad del gasto público porque la mayoría de los principales programas sociales y de infraestructura del gobierno de ésta administración, tienen observaciones, no solo en programas sociales como Jóvenes construyendo el futuro, la Pensión de Adultos Mayores, los fertilizantes o los programas relativos a la salud, que son preocupantes.

El hecho de que en la pandemia se estén dando estas observaciones, lo mismo que en la política alimentaria, como es el caso de Segalmex donde hay observaciones por 5 mil 600 millones de pesos y desde luego los programas de infraestructura tanto en el Tren Maya, en el corredor transítsmico, en el Aeropuerto Felipe Ángeles, reflejan desorden, baja calidad y opacidad en el gasto público y la ineficiencia.

Ahora sí se explica por qué a pesar de que a nivel de gasto social se han generado incrementos en éste, su calidad e impacto es mínimo dado que hay más pobres, hay una pobreza laboral. Es decir, el gasto público ha sido opaco e ineficaz para resolver los problemas sociales de las personas, el crecimiento económico y en la atención a la salud en una pandemia.

 

Segalmex fue llamativo por estas irregularidades, donde fue evidente la carencia de reglas de operación, manejo discrecional, pese a las denuncias sobre corrupción hechas antes del informe de la ASF.

Esa es la opacidad, es la mejor muestra de que hay corrupción en el gobierno y que el gasto no está sirviendo para lo que se está proponiendo. El caso de Selgamex es grave, porque tiene un impacto directamente sobre la producción, la comercialización de alimentos y si hay algo que ahora nos damos cuenta que se han incrementado en los precios son precisamente los alimentos y más cuando el discurso de ese gobierno y dentro de las líneas del Programa Nacional de Desarrollo está la famosa autosuficiencia alimentaria, al menos en granos básicos y hoy estamos muy lejos de eso.

Sin embargo, no son sólo estas observaciones que acumulan poco más de 50 mil millones de pesos, dinero que no tiene un sustento transparente y eficiente de gasto público, sino también por el lado de las empresas productivas del Estado y su desempeño. Tenemos la aseveración en la segunda cuenta pública consecutiva, que hace el auditor sobre la Comisión Federal de Electricidad, que confirma lo que se viene señalando a través de toda esta discusión de la reforma eléctrica, donde el propio auditor dice que los costos de generación para la CFE, son superiores a los costos de los privados.

 

Se incrementa la deuda pública  

Esta cuenta pública refleja una falla total de la política de gasto público. También el auditor se va a temas que el propio gobierno federal ha negado, como el incremento de la deuda pública. Señala que en 2020 la deuda pública solo en ese año se incrementó en un billón de pesos, una cifra preocupante y alarmante porque no se explica como hubo un endeudamiento de un billón de pesos, cuando hay observaciones de opacidad en el gasto del INSABI por cerca de 6 mil millones de pesos y no hay medicinas.

Es la gran revelación de la cuenta pública, estamos gastando mal en detrimento de la población y sobre todo de la que más lo necesita.

 

¿Qué sucedió con la purificación de la vida pública?, cuando son señalados varios funcionarios por corrupción y el presidente los defiende a ultranza.

Hay otra cosa, el presidente hizo un señalamiento muy contundente, quiso minimizar estas observaciones y dijo que se iban a aclarar. Observaciones que serán imposibles de aclarar como el otorgamiento de la Pensión a Adultos Mayores, cuando ya hay gente fallecida, es una observación que ya no puedes solventar.

Lo mismo dijo el presidente hace un año que se entregó la cuenta pública de 2019, donde hubo observaciones por 63 mil millones de pesos y dijo que se aclararían. El auditor en su informe, nos señala que estas aclaraciones hechas a la cuenta pública de 2019, son de apenas 3 mil millones de pesos. Hoy hay 60 mil millones que no se han aclarado de la cuenta pública de 2019 y el presidente sigue diciendo que las van aclarar; primero que aclare las de 2019 y luego las de 2020.

 

No hay culpables

El tema es que no hay culpables, a pesar de que el auditor ha hecho pliegos de observaciones, incluso manejó el fincamiento de responsabilidades administrativas y no pasa nada. Lo más grave es que hay dependencias a las que se les señalan irregularidades por segundo año consecutivo y no pasa nada. Si en la cuenta pública de 2019 hizo observaciones sobre Segalmex y en el 2020 siguen siendo las mismas, quiere decir que el gobierno sigue con los mismos actos de corrupción y además se niega a corregirlos.

Se había observado en 2019, el programa de Jóvenes construyendo el futuro y el Tren Maya, donde se dice que muchas de estas críticas del auditor tienen que ver con la falta de planeación, que se traduce a corto y mediano plazo en que las cosas salgan más caras de lo planeado —si es que había algún plan—. Reflejan una serie de ocurrencias en el gasto público que deterioran la calidad y eficiencia de los programas, fomentando la corrupción.

 

Se repiten los errores

Tal parece que el gobierno de la república fomenta la impunidad de la gente de su gabinete porque muchas de las observaciones son de carácter cualitativo de desempeño y hay que recordar que la negligencia, la falta de eficacia y eficiencia, es corrupción.

Las observaciones tendrían que ser tomadas por la secretaría de la Función Pública y aplicar los correctivos y responsabilidades que hubiesen tenido los funcionarios públicos en el ejercicio del gasto, sin embargo existe tal impunidad que las dependencias no solo han ignorado los señalamientos del auditor sino que repiten los mismos errores, con las consecuencias que estamos viendo.

El desorden observado en el gasto público está fomentando actos de corrupción y sobre todo cuando se traduce en pérdida de vidas porque señalamientos como la falta de ventiladores durante la pandemia que además no llegaron a los pacientes, ¿cuántas personas pudieron haberse salvado si esos ventiladores hubiesen llegado?, ¿cuántas personas se habrían salvado si hubiese habido el abasto de medicamentos?, sobre todo cuando el INSABI tiene medicinas o dinero pendiente de aclarar.

 

¿La gente se está dando cuenta de estos malos manejos, de las corruptelas y del impacto que han tenido en la población?

Son temas muy técnicos, donde el presidente se encarga de desmentirlo pero creo que muchos enfermos de cáncer se están dando cuenta de que no hay medicamentos, así como también muchos enfermos en las instituciones de salud pública

En el tema de las vacunas también hay señalamientos por parte del auditor, particularmente menciona cuestiones relativas a las vacunas de Astra Zeneca, el presidente elude hablar del tema pero creo que quien ha vivido en carne propia estas ineficiencias gubernamentales, sí se está dando cuenta.

Hay otras personas que no han tenido la desgracia de requerir medicinas y es difícil que se den cuenta, pero también es cierto que el desempleo, el encarecimiento de las medicinas, la pobreza laboral, el incremento de los energéticos en el costo de la luz están haciendo que la gente por lo menos reflexione y se pregunte por qué está sucediendo esto.

La corrupción sigue apestando en México, no se ha ido, sigue, y lo único que pareciera es que cambió de manos. Me parece muy lamentable porque esto rompe con la autoridad moral del gobierno y el único discurso que más o menos le quedaba por defender que era el de la corrupción. Ahora vemos que la corrupción es más fuerte que en otras administraciones.