¡Vaya crisis que se ha desatado en el caso del aguacate! Para nadie pasó desapercibida la noticia que ocupó los titulares de los noticieros electrónicos, las primeras planas de los diarios de circulación nacional y en redes sociales. La suspensión de las exportaciones de aguacate michoacano a Estados Unidos acaparó los principales espacios.

Muy al estilo de la cuatroté, las primeras informaciones que se trascendieron intentaron desviar la atención, esconder el trasfondo del asunto y buscaron crear un ambiente distinto, por lo que los esfuerzos del gobierno estatal y federal trataron de ubicar la crisis de seguridad en el ámbito de la sanidad vegetal. ¡Totalmente alejado de la realidad! El sello de la casa.

Desde hace más de 25 años, Michoacán tiene una relación comercial con Estados Unidos muy sólida y exitosa. Es la única entidad de nuestro país autorizada a exportar aguacates a ese país del norte. Para ello los productores se han esforzado día con día en alcanzar y mantener la certificación sanitaria del Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS), organismo dependiente del Departamento de Agricultura, cuyo similar en nuestro país es el @SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), órgano descentralizado de la SADER y del cuál hemos hablado mucho en esta columna dada su trascendencia al tratarse de una entidad de seguridad nacional y a la que en esta administración simplemente no entiende y menos conocen sus alcances y relevancia.

Ningún aguacatero michoacano se arriesgaría en lo más mínimo a perder las certificaciones para exportación del “oro verde”: tan solo en el 2020, el valor de las exportaciones de aguacate fue de 3 mil 463 millones de dólares, de los cuales, solo las ventas a EU se ubicaron en más de 2 mil 290 millones de dólares, de acuerdo con el Panorama Agroalimentario 2021 de la SADER (https://nube.siap.gob.mx/gobmx_publicaciones_siap/pag/2021/Panorama-Agroalimentario-2021). Estas cifras colocan a nuestro país como el principal productor y exportador de aguacate a nivel mundial y ningún otro podría cubrir la demanda estadounidense. Así de claro. ¿Qué productor va a exponer el negocio más redondo? Claro que un “político” que no sabe de política y menos de agricultura buscará salir de un atolladero con versiones mentirosas y completamente alejadas de la realidad. Nuevamente, el sello de la casa.

Las versiones de que el origen del problema era sanitario no funcionaron: con el transcurrir de las horas de esta crisis, trascendió que un inspector de la APHIS, que llevaba a cabo certificaciones en Uruapan, fue amenazado vía telefónica por el crimen organizado —con su familia incluida—. Ello presuntamente por detectar que un cargamento de aguacates proveniente de Puebla, trataron de hacerlo pasar por michoacano para lograr su exportación. Finalmente se supo que el problema era de seguridad y no de sanidad como quisieron disfrazarlo.  Aguas muy muy turbias.

La amenaza —que no había sido la primera contra un inspector estadounidense en tierras michoacanas— provocó una enérgica postura de las autoridades de ese país, cerrando las fronteras al “oro verde” en tanto las contrapartes mexicanas no garantizaran la seguridad de sus inspectores. Las versiones sanitarias se derrumbaron y afloró nuevamente la ignorancia, el abandono a un sector que alimenta y da seguridad a nuestro país. El sello de la casa.

Ahora bien, significativamente tanto los aguacateros como las autoridades michoacanas trataron de minimizar el asunto, al referir que la extorsión de la delincuencia organizada es algo con lo que han vivido por años. Incluso, el secretario de Desarrollo Económico de esa entidad, Alfredo Anaya Orozco, reveló que la llamada amenazante al inspector gringo había sido efectuada desde un penal de Ecatepec, en el Estado de México. Esta crisis propició que los aguacateros mexicanos decidieran que definitivamente ellos arreglarían directamente el asunto con las autoridades estadounidenses directamente, sin “ayuda” del gobierno mexicano. Y así lo hicieron, igual que lo han hecho los tomateros que prefieren ir solos que mal acompañados.

Y es que lamentablemente, la extorsión a productores aguacateros y limoneros ha sido una constante en Michoacán, donde lo mismo ha crecido el fenómeno de despojo de huertas que de éxodo de productores temerosos de secuestros y ataques violentos a ellos y sus familias, de igual manera en la meseta Purépecha, que, en Uruapan, Aguililla, Tepalcatepec, donde incluso han obligado a los productores a abandonar sus huertas y reestablecerse en otras localidades.

Más allá de las implicaciones económicas, políticas y sociales que esto conlleva, entre los aguacateros comienzan también las voces discordantes con sus propios representantes de la APEAM (Asociación de Productores y Exportadores de Aguacate Mexicano) así como con las autoridades responsables de la sanidad vegetal. A los primeros, por “hacerse de la vista gorda” con el fenómeno del pirataje de aguacate de otros estados para certificarlos como michoacanos y con los segundos, SENASICA, por permitir que EU cerrara por unos días las fronteras al aguacate mexicano sin una averiguación exhaustiva y bajo los debidos protocolos, lo que ocasionó considerables pérdidas económicas —se calculan en más de 50 millones de dólares— y la suspensión de más de 20 mil trabajos de cortadores, empacadores, transportistas, etc.

Productores aguacateros de Tancítaro advirtieron que de no irse a fondo en el combate al “pirataje” de aguacate, se verá una catástrofe fitosanitaria que pondría en riesgo el éxito hasta ahora obtenido por la agroindustria del aguacate. ¿Y mientras tanto, hasta dónde llegarán las investigaciones y cuándo se darán a conocer los resultados? ¿Cuál será la autoridad responsable de esto: SENASICA o Economía? Nadie sabe nada, el sello de la casa.

 

JALISCO

Y ya que hablamos de temas de sanidad agroalimentaria, no sabemos qué ha pasado con ese intento sanitario impulsado por el Gobierno de Jalisco y que finalmente al parecer, lo está dejando morir aún cuando prometía y era una buena iniciativa. Me refiero a la @AsicaJalisco (Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de Jalisco) cuyos dirigentes no han durado mucho en el cargo. ¿Será que su importancia se tasa en el desconocimiento del sector que tiene la titular de la @SaderJal, Ana Lucía Camacho? ¿Ignora la joven mercadóloga, oriunda de Cocula lo que significa la sanidad para el valor de la producción agroalimentaria de un estado tan importante como Jalisco? Ojalá que la ASICA no haya nacido muerta por el bien de Jalisco y la productividad nacional. O será que allí, dónde el aguacate también está en trámites de exportación, ¿tienen su propio sello? Aguas.

*Este esfuerzo informativo se siente muy orgulloso de llegar a las 50 participaciones para la Revista Siempre. Agradecemos el espacio a Beatriz Pagés por dar voz a las mujeres y hombres del campo.