La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) es uno de los órganos constitucionales autónomos de México, que tiene a su cargo vigilar, promover y garantizar la libre competencia y concurrencia en el mercado mexicano.
Hace unos días, el pleno de la Cofece recomendó a los legisladores federales “no aprobar” la reforma eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Además, reiteró la importancia de mantener y consolidar el modelo eléctrico, basado en la competencia en los eslabones de generación y suministros, con los elementos de rectoría y regulación que el interés público tiene.
En un texto de 27 hojas a renglón cerrado y firmado por todos sus integrantes, la Cofece expuso sus planteamientos en contra de la propuesta presidencial. Desde su perspectiva, entre otras cosas, la iniciativa suprime por completo la competencia donde económicamente debe prevalecer y elimina los mecanismos de regulación y rectoría que permiten el desarrollo eficiente del sector de largo plazo, evitan conflicto de intereses y protege a los usuarios del servicio.
A simple vista, la opinión está sustentada jurídicamente y justificada técnicamente, pero después de una revisión a la luz de lo dicho en el parlamento abierto, que por mes y medio se desarrolló en la Cámara de Diputados, queda claro el sesgo en el cual incurre esta institución.
Respecto a esta recomendación deben decirse varias cosas: De entrada, la Cofece tiene la facultad, diría obligación, de emitir recomendaciones de acuerdo a lo que establece la ley. Sin embargo, en lo referente a la reforma eléctrica la Cofece excede sus facultades, porque invade el proceso legislativo al recomendar “no aprobar la iniciativa”. Las recomendaciones de este órgano deben ser de carácter técnico, exponer sus argumentos pero no influir a los legisladores, el sentido de su voto.
Inclusive, la propia Cofece, en la recomendación de febrero de 2021, referente a la reforma a la Ley del Industria Eléctrica, recomendó “no aprobar la iniciativa en sus términos”, es decir, dejó a los legisladores la posibilidad de aceptar o no, modificar o no la reforma.
La Cofece fue invitada al Parlamento abierto. En el Foro 15: Cambio Constitucional para un Nuevo Régimen Eléctrico y su Régimen Transitorio, estuvo representada por Alejandro Faya. Como consta en la versión estenográfica, la intervención de Faya fue diferente a la recomendación. De hecho, nunca se declararon a favor o en contra de la reforma.
¿Por qué tardó tanto la Cofece en emitir una opinión? ¿Por qué no asistió la presidenta de este organismo a los foros? ¿Por qué la Cofece se guardó sus recomendaciones ante los diputados? La recomendación no es ni técnica, ni desinteresada, a toro pasado, queda claro que se trata de influir en la decisión de los diputados, de legislar desde la comodidad de su institución. Aún es tiempo. Las cartas sobre la mesa. Los diputados, por medio de las comisiones de Puntos Constitucionales y Energía, deben citar a la Cofece para explicar los alcances y sentido de su opinión. Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.
@onelortiz