Esta semana, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados entregó a las comisiones de Puntos Constitucionales y Energía, los libros blancos del parlamento abierto de la reforma eléctrica. Siete abultados volúmenes con las ponencias,  preguntas, videos y fotos de mes y medio de debates. Con esta entrega, por la vía de los hechos, inicia el proceso de dictaminación de la primera de las tres reformas constitucionales que el Presidente AMLO anunció para la segunda mitad de su gobierno.

¿Qué sigue? Varias semanas de discusiones, ahora entre legisladores, negociaciones políticas, a cuerdos y disensos. De cómo las comisiones, ambas presididas por Morena, conduzcan la dictaminación podría abrirse la puerta de los acuerdos. Morena necesita cincuenta votos de partidos de la oposición en la Cámara de Diputados y once en el Senado para aprobar la iniciativa del Presidente. Difícil, sí; imposible, no. ¿Cómo obtenerlos? Pues con política, no hay de otra.

El sustento de un posible acuerdo están en los puntos finos. En los cambios que podrían incluirse en el proceso de negociación. El Presidente AMLO dijo que está abierto a adecuaciones; siempre y cuando no se afecten partes fundamentales de su iniciativa; es decir, que el Estado mexicano recupere el control del sector eléctrico. Además de darle una buena revisada al texto es necesario ubicar los puntos finos. ¿Cuáles son los aspectos que tienen que cuidarse o revisarse?

La inclusión de la propuesta de la CONAGO, en la cual se establece al servicio eléctrico como una condición indispensable para una vida digna. Incluir a estados y municipios en la generación de energía eléctrica. Así como la participación social, indígena, cooperartiva y comunitaria en el sector.

Permanencia y reasignación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Se debe precisar el tema de los contratos. ¿Cuáles se cancelarían? ¿Cuáles se mantendrían? ¿Y en caso de cancelarse, cómo sería el proceso de liquidación de dichos instrumentos?

Otro tema complicado es el del despacho eléctrico. ¿Cuáles serían las condiciones y reglas del nuevo mercado eléctrico? ¿Cómo sería la participación del sector privado en el nuevo mercado eléctrico? Se tiene que demostrar solidez y sensibilidad para desaparecer  los certificados de energía limpia y sustituirlos por otra figura con mejores características.

El tema de los autoabastos y el de los grandes consumidores de energía eléctrica es un aspecto que sería materia de leyes secundarias, pero que debe quedar claro al aprobar la reforma constitucional.

La polarización está instalada en el Congreso, como en casi todos los aspectos de la vida pública mexicana, pero soy optimista, existen posibilidades de construir un dictamen de consenso y eventualmente lograr su aprobación. Sin duda es más factible aprobarla en fechas próximas, que en octubre del año pasado, cuando el Presidente envío su iniciativa. Es tiempo de la política, veamos cuanta habilidad, voluntad y capacidad tienen los diputados y senadores para la construcción de consensos. Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.

@onelortiz