El sismo del 3 de marzo pasado fue poco percibido en la Ciudad de México y sus alrededores, pues su magnitud fue de 5.7, aunque inicialmente se había informado que era de 6.2 La medición no fue en grados Richter ni en Mercalli, pero algunos medios radiofónicos dijeron que el sismo había sido de 5.7 grados Richter.

Esa escala, ya en desuso desde fines de la década pasada, fue en su época muy valiosa para tener una idea aproximada de la magnitud del movimiento de tierra e incluso se utilizó para comparar un sismo con otro.

 

Las dimensiones de los sismos

El más antiguo intento de medir y predecir terremotos se conoce que fue en el año 132 en China, cuando Zang Heng creó un dispositivo que consistía en un jarrón de bronce con un péndulo en su interior, al producirse un temblor se abrían las bocas de alguna de las ocho gárgolas que estaban a su alrededor y soltaban unas bolas que caían en un batracio. De esa manera, determinaba la ubicación del epicentro.

Con este principio, se efectuaron posteriormente nuevos intentos para saber las dimensiones del miedo provocado por los sismos. Se pegaba un lápiz a una plomada con un pedazo de papel abajo, cuando se producía el temblor, el lápiz trazaba las ondas sísmicas. De esta forma, en 1889 el sismólogo alemán Ernst von Rebeur-Pacshwitz detectó en Postdam, Alemania, un terremoto que ocurrió en Japón.

Ya en el siglo pasado, en la década de 1930, Charles F. Richter y Beno Gutenberg establecieron la escala de Richter, con la cual se mide la amplitud de la onda y la distancia que hay entre el epicentro y el lugar donde se ubica el sismógrafo. Ese fue un avance muy importante, pero solo describe la amplitud de onda máxima y no registra la energía total que se libera. Además, la magnitud máxima que puede medir es de 7 grados.

La escala de intensidad, por su parte, mide los daños o efectos causados a las personas, las construcciones y al terreno y medio ambiente. La más conocida es la de Mercalli que se mide en grados, del I al XII (en números romanos). En eI grado I algunas personas sienten una sacudida, la percepción de intensidad va variando hasta la XII en la que se describe la destrucción total.

 

Una mejor escala de medición

Con sus limitaciones, ambas escalas contribuyeron a crear una mejor percepción de los sismos, aunque un sismo de 6.4 grados Richter puede ser más destructivo en un país que en otro, por el tipo de suelo y edificaciones, entre otros factores.

En la actualidad, los sismos se miden en magnitudes, principalmente en tres: Magnitud de coda, que es la parte tardía de la señal, que va decreciendo conforme pasa el tiempo; Magnitud de energía, el cual es proporcional a la energía que liberó el sismo en forma de ondas sísmicas, su cálculo es laborioso por lo que se proporciona días después del temblor; Magnitud de momento, que representa la cantidad de energía liberada durante el sismo, la cual se define por el tamaño del área que se deslizó en la falla o fractura; el espacio que se deslizó (centímetros o metros); y la fuerza que se requirió para vencer la fricción que mantenía las rocas adheridas entre sí a ambos lados de la falla.

Esta Escala sismológica de magnitud de momento, creada a partir de la escala de Richter, pero mejorada, la establecieron en 1979 el estadounidense Thomas C. Hanks y el japonés Hiroo Kanamori. A diferencia de la de Richter, esta puede registrar movimientos sísmicos más fuertes, con una mayor precisión.

Con las mediciones de esta escala, las diferencias que hay entre el primer registro de un sismo y los posteriores, se debe a que el primero se obtiene a partir de datos de las estaciones de la red de observatorios sismológicos cercanas al epicentro, con el fin de contar con información temprana, en especial si es un sismo fuerte. Posteriormente se obtienen datos de otras estaciones y se va actualizando el registro.

De esta forma, las autoridades reciben información más segura, confiable y rápida sobre la magnitud de los sismos, que las ayuda a tomar las medidas adecuadas, conforme a la gravedad del sismo.

 

@RenAnaya2
f/René Anaya Periodista Científico