En las postrimerías del siglo XIX, y los albores del siglo XX, cuando el acceso a la educación universitaria era entendido, exclusivamente, para los varones, Marie Salomea Sklodowska-Curie, mejor conocida como Marie Curie, o Madame Curie, poseedora de una inteligencia superior, rompió las barreras de su tiempo y no solamente se convirtió en Física-Química-Matemática, sino, en la 1ª. mujer en recibir, en 1903, el Premio Nobel de Física, junto con su esposo, Pierre Curie y Henri Becquerel, por el descubrimiento de los elementos radiactivos. Y, en 1911, la primera a quien se le otorgó, por segunda ocasión, dicho reconocimiento, en lo individual, en la especialidad de Química, por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos.

Marie Sklodowska nació el 7 de noviembre de 1867, en Varsovia, Polonia, entonces ocupada por Rusia. Sus padres perdieron su patrimonio por apoyar los movimientos independentistas de Polonia. Situación que provocó serios problemas económicos. Marie fue la menor de 5 hijos. Su padre Wladyslaw Sklodowski, fue profesor de enseñanza media en Física y Matemáticas y, su madre Bronislawa Boguska, fue maestra, pianista y cantante.

A la edad de 10 años, María sufre la muerte de su madre, de tuberculosis y de su hermana Sofía de tifo. Estos fuertes acontecimientos provocaron que Marie cuestionara su fe católica. Se graduó en educación media con honores, pero las limitantes que el siglo XIX imponía a las mujeres, le impidió inscribirse en una institución de educación superior. Sólo pudo estudiar en la denominada Universidad Flotante de Polonia, que subrepticiamente impartía clases y aceptaba mujeres.

Marie tuvo que esperar más de un año para reunir el pago de su inscripción en la Sorbona. Tiempo en el que trabajó como institutriz y estudió por su cuenta, en la Universidad Flotante e inició sus prácticas en un laboratorio Químico como asistente. Su padre, le completó el dinero para su matrícula.

En 1891, Marie emigró a París e inició sus estudios en Física, Química y Matemáticas. Aunque ella adquirió en su país un gran conocimiento autodidacta, tuvo que esforzarse demasiado en la comprensión del idioma francés, para salir adelante. Como mujer fue un gran reto estudiar en una universidad de varones, aunado a su precaria situación económica que llegaba a provocarle desmayos por falta de alimento.

En 1893 se licenció en Física y gracias a una Beca continuó sus estudios para obtener su segundo título en Química, en 1894.

Marie buscó un laboratorio que le ofreciera perspectivas de trabajo y fue así como un amigo la presentó con Pierre Curie, que entonces era instructor en la Escuela Superior de Física y Química Industriales de París y tenía un laboratorio, no de las dimensiones que ella hubiera deseado, pero que le ofreció un buen campo de acción. Esta relación laboral se volvió muy cercana al encontrar muchos puntos de interés científicos en común. Pierre le propuso matrimonio pero ella no aceptó, porque tenía la intención de volver a Polonia. Terminó cediendo ante la insistencia de Pierre y su firme propósito de seguirla a donde ella decidiera, aunque tuviera que dar clases de francés para subsistir. Se casaron en 1895 y ella manifestó que había encontrado en su esposo “un nuevo amor, socio y colaborador científico en el que podía confiar”. Matrimonio que procreó dos hijas: Irène y Ève.

El siguiente reto fue obtener el doctorado. En 1903, con la ayuda de su esposo seleccionó el tema de su investigación, centrado en los trabajos del físico Henri Becquerel, quien descubrió que las sales de uranio emitían rayos de naturaleza desconocida. Por tanto decidió investigar la naturaleza de estas radiaciones.

La pareja continuó con su arduo trabajo de investigación y realizó una serie de publicaciones. En uno de sus artículos afirmaron que la exposición al radio de células enfermas y tumorosas del ser humano, éstas se destruían con mayor velocidad que las sanas. Por todos estos trabajos Marie fue la primera mujer catedrática de la Escuela Normal Superior y Pierre obtuvo una cátedra en la Sorbona.

Fue galardonada con el Prix Gegner y el Prix La Caze además de una cantidad de dinero que le sirvió para concluir su investigación doctoral que le mereció la mención cum laude. Ambos fueron invitados a Inglaterra para disertar sobre la radioactividad, pero, por ser mujer, no se le dejó participar. Al año siguiente la exposición de Marie se tradujo a 5 idiomas y se reimprimió 17 veces.

Su hallazgo permitió el desarrollo de una nueva industria basada en el elemento radio. La pareja no patentó su descubrimiento, que resultó muy rentable y del que ellos obtuvieron un beneficio económico mínimo.

La pareja fue premiada en 1903, por la Real Sociedad de Londres con la medalla “Davy”, por el descubrimiento más importante de Química.

Ese mismo año, Marie fue la 1ª. mujer en ser galardonada con el Premio Nobel que recibió junto con su esposo y Henri Becquerel por los descubrimientos del radio. La Academia Sueca solamente quería otorgar el premio a Pierre y no a ella por ser mujer. Pierre enterado de esta situación, manifestó que rechazaría el galardón, si no se reconocía el trabajo de su esposa. Gesto que en lo personal considero de gran valía en una pareja que sin celo profesional luchó junta, en pro de la ciencia.

En 1906, cuando Pierre caminaba en una calle de París, murió atropellado por un carruaje tirado por caballos. Duro golpe para Marie, quien decidió, en honor a su memoria, continuar con su obra, aceptó el puesto que era de él en el Departamento de Física y la Dirección de un laboratorio, ambos en la Sorbona. Logró que la universidad suprimiera las restricciones de género que ella tanto padeció, para permitir la admisión de 45 mujeres. En sus últimos años dirigió el Instituto de Radio, que hoy se denomina Instituto Curie, creado para ella por el Instituto Pasteur y la Sorbona. Fue miembro de la Academia de muchas asociaciones científicas.

En 1911 se le acusó de un romance con un exalumno de Pierre, lo que le provocó un escándalo periodístico, aprovechado por sus adversarios científicos. Sin embargo, este mismo año, la Academia de las Ciencias Sueca, le otorgó el Premio Nobel de Química 1911, por el descubrimiento de la naturaleza de los elementos radio y polonio. Fue la primera persona en ser galardonada con dos premios Nobel.

En la 1ª. Guerra mundial, Marie diseñó las Unidades Móviles de radiografía a las que llamó “Ambulancias Radiológicas” mejor conocidas como “Petit Curie”. Asistida por su hija Irène se convirtió en la Directora del Servicio de Radiología de la Cruz Roja.

Su capacidad creativa no tuvo límites, su brillante inteligencia y la experiencia científica adquirida a lo largo de su gran trayectoria, abrieron horizontes promisorios para las mujeres, antes impensados. Hasta que, en 1934, falleció a causa de una anemia aplástica, contraída probablemente, como consecuencia de la exposición continua a la radiación.

La autora es ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

min.mblr@gmail.com

@margaritablunar