Entrevista con Raúl Benítez Manaut, CISAN
Hace unos días, el ex presidente estadounidense Donald Trump en un mítin celebrado en el estado de Ohio se burló del chantaje al que sometió al gobierno mexicano en 2019, cuando amenazó al canciller Ebrard y al presidente López Obrador con imponer aranceles a los productos mexicanos si no se restringía la entrada de migrantes centroamericanos en la frontera con nuestro país.
Trump remarcó “Vino el máximo repesentante de México…, justo debajo del jefe que resulta ser el presidente(de México). Nunca he visto a nadie doblarse así . Entró (Ebrard), se ríe de mí cuando le digo : Necesitamos 28 mil soldados en la frontera gratis. El me miró y me dijo algo como ¿gratis? ¿ por qué haríamos eso en México?. Le dije: necesitamos algo llamado Quédate en México…Amenacé con poner aranceles de 25 por ciento. Después de eso me dijo: Señor, sería un honor tener 28 mil soldados en la frontera…”
Luego de las burlas del ex presidente estadounidense, López Obrador minimizó las declaraciones, dijo que Trump era así y consideró que esas declaraciones se dieron al calor de las elecciones en Estados Unidos. Para algunos especialistas es una probadita de las probables amenazas y denuestos no solo de Trump sino de candidatos republicanos e incluso demócratas del sur de Estados Unidos —particularmente los texanos— contra nuestro país y donde lo que preocupa es la reacción que pueda tener el presidente mexicano.
Sobre el tema platicamos con el investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, Raúl Benítez Manaut, quien señala que esa situación no era ningún secreto y ya se sabía que se había doblado el gobierno.
“La relación Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump pasó de una relación conflictiva y distante a una relación cercana y pragmática”. Recuerda: “Cuando era precandidato AMLO a la presidencia hizo un viaje a la OEA, donde criticó a Donald Trump por ser antimexicano y lo denunció en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Luego escriió un libro que nadie leyó — yo no lo hice— que se llama, “Oye Trump” , escrito seguramente por alguno de sus asesores señalando que Trump debía entender a los migrantes, porque contribuían mucho a la economía de Estados Unidos.
Cuando López Obrador llega a la presidencia, en alguno de sus postulados de campaña y poco antes de asumir la presidencia dijo que los migrantes centroamericanos eran bienvenidos, que la migración no podía ser contenida y no se les podía reprimir porque tenían derechos humanos. Trump estaba alarmado. De cuando asume la presidencia AMLO a febrero de 2019, subió el flujo de migrantes intensamente.
Otro tema conflictivo, señala Benitez Manut, “fue que en su campaña Trump amenazaba con cortar el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México, que lo iba a desaparecer en un día. Cuando asume la presidencia utilizaba mucho la amenaza de cortar el comercio en temas migratorios pero ninguno de sus decretos ejecutivos fue dirigido a cortar el comercio, aunque si hizo decretos ejecutivos de control de flujos migratorios”.
Así, apunta “entre diciembre de 2018 y mayo de 2019, hubo una relación entre los dos, muy lejana, muy conflictiva y mientras tanto los migrantes centroamericanos cruzaban la frontera, hablo de alrededor de medio millón de migrantes, lo que llevó a Donald Trump a pedirle a AMLO que cerrara la frontera y éste no le hizo caso hasta que éste amenazó con desaparecer el T-MEC y poner un 25 por ciento de aranceles a todos los productos que provinieran de México”.
“En junio de 2019, López Obrador manda al canciller Marcelo Ebrard a negociar y éste estuvo durante una semana en Washington negociando con los funcionarios de Trump e incluso habló con el presidente estadounidense. Ahí es donde dice Trump que rapidito, rapidito o de lo contrario le ponía el 25 por ciento de los aranceles. El enviado de Andrés Manuel López Obrador dijo que sí enviarían a militares a la frontera. Esto recuerda los momentos cuando ya se sabía que México había aceptado enviar a la Guardia Nacional—que tenía un mes de haber sido creada— y se desplegaron más de 20 mil miembros de la Guardia Nacional, del ejército y las policías al control de las carreteras. La migración se redujo al 10 por ciento en dos meses, y ya en agosto de 2019, la migración estaba en cero”.
Para el investigador del CISAN lo que molesta “es el desprecio, la minusvalorización y la agresión verbal, sarcástica hacia el enviado mexicano, el canciller Ebrard”.
Así, destaca, “a AMLO no le queda otra que declarar en una mañanera, que Trump era así, que era un capitalista y que le caía bien, recordando un poco lo que Trump había dicho que aunque el presidente mexicano era socialista, le caía bien”.
Lo que preocupa, destaca Benítez Manaut, es que una declaración de ese tipo en el contexto electoral de Estados Unidos, donde la situación está muy polarizada, “no sabemos cómo le va a caer al secretario de estado norteamericano Blinken y al presidente Joe Biden, porque la diplomacia no llega a esas expresiones verbales. Todo mundo sabe que Donald Trump no es diplomático pero en este caso tampoco fue diplomático López Obrador, se debió haber callado y no darle importancia a las palabras de Donald Trump”.
Agrega, “la pregunta es si Trump apoyando a los candidatos republicanos al Senado y a la Cámara de Representantes hace señalamientos racistas hacia los mexicanos, López Obrador ¿se metería a la campaña electoral estadounidense a opinar?, resultaría riesgoso. Sería intervención en la política de de ese país y eso no le va a gustar a Joe Biden, se polarizaría más el debate”.
Ojalá, apunta, “el presidente recapacite en mantener sus expresiones verbales bajo control para no ser intervencionnista en las elecciones de Estados Unidos porque iría en contra de los propios principios de la política exterior mexicana”.
