El Herodes de la historia

Existe gran discrepancia entre el Herodes el Grande que retrata Flavio Josefo y el que se desprende de los evangelios: los atribuidos a Mateo y Lucas. El Herodes que aparece en Josefo es un hombre astuto, previsor, criminal, conocedor de la naturaleza humana, en especial de la del pueblo judío; activo por naturaleza y de espíritu emprendedor, como lo califica Flavio Josefo (La guerra de los judíos I, 204 y 283); conocía el territorio confiado a su dominio, sabía ganarse la confianza y obtener el respeto de todos, incluyendo a los romanos y a los reyes vecinos.

En alguna ocasión se equivocó de bando: apostó al partido de Antonio, que finalmente perdió; no esperó a que los acontecimientos le dieran el trono; se adelantó y se encaminó a entrevistarse con el triunfador: Julio César. Ante él, sin portar las insignias de rey, reconoció su error y se entregó a discreción de él, no sin antes hacerle entrega de cuantiosos tesoros (I, 386 y siguientes).

En su lucha no esperó que el poder llegara a sus manos; peleó por él; se anticipó a sus enemigos; los eliminó, vengó la muerte de su hermano, se ganó el respeto de los romanos y de los reyes vecinos. Lo que no obtuvo con violencia lo logró con dinero o con astucia. Financió grandes obras tanto en Palestina, Roma, como Grecia y en los países vecinos. Rodas, una isla sin mayor importancia económica, pero sí un sitio importante estratégicamente, se benefició de su generosidad (I, 401 y siguientes). Reconstruyó el templo y las murallas de Jerusalén.

Como lo afirmé en mi colaboración anterior, previendo futuras traiciones y enemistades, no tuvo empacho en mandar asesinar a sus propios hijos.

 

El Herodes de los evangelios

El evangelio atribuido a Marcos, que es el más antiguo y del que partieron quienes escribieron Mateo y Lucas, no hace mención al nacimiento de Jesús; comenzó su obra refiriendo el ministerio de Juan el Bautista y el bautizo de Jesús en el río Jordán. Quien escribió el cuarto evangelio que, para darle autoridad, atribuyó su autoría a Juan, uno de los supuestos apóstoles o discípulos directos de Jesús, tampoco hace referencia a su nacimiento y a sus primeros días de vida. Al igual que el evangelio de Marcos comienza con el incidente del bautizo de Jesús por Juan el Bautista. Los autores de ambos evangelios, menos fantasiosos, prescindieron de referir su nacimiento y las circunstancias en que supuestamente se dio.

 

El Herodes de Mateo

Flavio Josefo fue alguien que estuvo en contacto con quienes habían conocido a Herodes y tuvo a la vista diferentes obras de autores que fueron contemporáneos a los hechos. En lo relativo a Herodes se puede afirmar que tuvo acceso a información de primera mano. En cambio, el Herodes el Grande que describe el evangelio de Mateo, es un rey cobarde, negligente, apático y pusilánime. Retrata a un hombre que esperaba a que otros hicieran la tarea que le correspondía a él:

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocando a los principales de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde debía nacer el Cristo. Ellos le dijeron en Belén de Judea; … Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando lo halléis, hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore.” (Mateo, cap. 2, vs. 1 a 5 y 7 y 8).

Quien escribió el evangelio de Mateo, seguramente por no haber sido testigo de los hechos que refiere, pues fue escrito entre los años 80 a 90 y seguramente lejos de Palestina, no sabía de lo previsor que era Herodes. De haber sido real la presencia de los magos, no sólo se hubiera anticipado a ellos en su viaje a Belén, sino que, cuando ellos arribaran al lugar, el niño ya habría sido localizado y muerto, pues su nacimiento era un hecho público y notorio, ya que supuestamente había sido anunciado por ángeles (Lucas 2, v. 9). Belén no está a mil kilómetros de Jerusalén; está a menos de veinte kilómetros. Ese evangelio presenta a Herodes como un estúpido, apático, atenido y miedoso. Lo que no es cierto.

 

El Herodes de Lucas

Lucas, aunque más fantasioso, por lo que refiere a Herodes, se limita a afirmar que María quedó embarazada en tiempos en que aún era rey y que nació en tiempos del censo ordenado por César Augusto, es decir entre los años 6 y 7 de nuestra era. Como lo he dicho en otra parte, su embarazo duró más once años.

 

Año en que nació Jesús

De lo que se desprende de los evangelios canónicos y apócrifos Jesús nació por el año 10 antes de la era actual. Me explico:

Si nació en tiempos del rey Herodes, eso significa que nació antes del 11 de abril del año 4, antes de la era actual;

De acuerdo con Mateo (cap. 2, vs. 13 a 15), José y María, junto con el niño, salieron huyendo de Judea y se asentaron en Egipto, con órdenes de no regresar sino hasta que les fuera avisado que Herodes había muerto;

De conformidad con el Evangelio de la infancia de Jesús de Tomás, Jesús, siendo niño, a la edad de cinco años aún vivía en Egipto (IV, 3);

De acuerdo con Mateo, Herodes ordenó matar a todos los niños menores de dos años (cap. 2, v. 16);

Por razón de lo anterior tenemos las siguientes cifras: 4 años antes de nuestra era, que corresponden a la muerte de Herodes; 5 de estancia en Egipto; y un promedio de un año por lo de la muerte los niños de Belén, da un total de diez años.

Si de conformidad con Lucas (cap. 3, v. 23), cuando Jesús comenzó su ministerio tenía como treinta años y esto sucedió “Y en año quince del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite. Y Lisanina y tetrarca de Abilinia.”

Lo anterior indica que, si inició su ministerio en los años 27 y 28 de nuestra era. Si Jesús tenía como 30 años, que es la edad que proporciona en cap. 3, vs. 1 y 2, resulta que no es exacta. Si nació en el año 10 antes de la era actual e inició su ministerio entre los años 27 o 28 de nuestra era y éste duró tres años, esto significa que lo inició a los 37 años y lo concluyó a los 40 años.

En cambio, si lo inició a los 30 años, y nació diez años antes de la fecha que indica; y que murió a la edad de 33 años, es decir, en el 23, para ese año todavía no era prefecto de Judea Poncio Pilato, pues esté ocupó el cargo del año 26 a 36

Si Jesús nació en el año del censo, como se afirma en Lucas (cap. 2 vs. 1 y 2), es decir entre los años 6 y 7 de la era actual e inició su ministerio a la edad de treinta años, ello significa que cuando fue juzgado y muerto por los años 39 o 40, Poncio Pilato ya no era gobernador o prefecto de Judea. Tal vez, para esa fecha, ya había muerto.

En otra colaboración he afirmado que el evangelio atribuido, sin mayor fundamento a Lucas, es el menos creíble de los cuatro evangelios, pero, a su vez, es el más hermoso. He dado las razones que me han llevado a hacer tales afirmaciones.