Debido a que la inflación seguirá en niveles altos y será una limitante para la economía, analistas consultados por el Banco de México ajustaron sus perspectivas para 2022 del producto interno bruto (PIB). El consenso de 38 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado y extranjero elevó el estimado de la inflación de 5.80 por ciento a 6.75 por ciento para este año. Con la encuesta de abril publicada por el Banco de México, en los meses que van del 2022, las expectativas económicas se han contraído de un 2.2 por ciento a 1.72 por ciento. Esto al ver como principales obstáculos: la gobernabilidad por la incertidumbre política y la inseguridad.
Para muchos economistas México siempre ha tenido el potencial de crecer arriba del 3.5 por ciento anual y al no lograrlo estamos estancando al país año con año. Hoy, los mismos analistas ven imposible que se pueda crecer si quiera al 2 por ciento.
Cuando Andrés era candidato a la presidencia de la República por tercera ocasión, se sumó a las amplias criticas del mediocre desempeño económico durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Durante la administración de EPN el crecimiento promedio anual de la economía mexicana fue de aproximadamente 2.4 por ciento, dando como resultado un 13 por ciento de inicio a fin. En la administración de Felipe Calderón fue de 1.7 por ciento contemplando que en 2008 y 2009 hubo una caída dando como resultado un 8.4 por ciento de inicio a fin de su sexenio. Con Vicente Fox el crecimiento aproximado fue de 2 por ciento anual, dando un 14 por ciento en sus seis años. El mismo inquilino de Palacio Nacional como promesa de campaña (que aún sigue en campaña) dijo que en su administración la economía mexicana crecería en un 4 por ciento anual.
Si las expectativas junto con los años anteriores del sexenio de Andrés se materializan en resultados, su crecimiento económico sería de 0.35 por ciento anual y del total de su sexenio a penas se lograría el 2.2 por ciento. Si bien la pandemia no ha ayudado, no olvidemos que, durante 2019 sin pandemia, sin problemas en las cadenas de suministros y sin la invasión de los rusos a los ucranianos, la economía decreció. ¿A esto se refiere con que no debemos ser aspiracionistas? En la encuesta del Banco de México solo el 8 por ciento piensa que es buen momento para invertir en el país. Porque justificar un estancamiento por un mal manejo en temas económicos con decisiones infundadas, es lo que ha ahuyentado a los inversionistas privados.