Probablemente nunca se había visto al presidente, Joe Biden, tan abatido, tan frustrado, tan enojado y no eran las 17 horas de avión desde Asia la razón, es la impotencia de saber que no ha podido hacer nada en contra de la venta de armas, del fácil acceso para la población a estos instrumentos de muerte, sin duda que, por su mente pasó la frase… “Otra masacre en un colegio de primaria” y desde su oficina dijo…. “Estoy harto y cansado de esto, tenemos que actuar y que no me digan que no podemos tener un impacto en estas carnicerías”.

Enfundado en un traje azul claro, con un rostro desencajado y con Jill, su esposa acompañándolo, Biden dio la cara, una cara de derrota.

El inquilino de la Casa Blanca fue informado de la masacre en pleno vuelo, venía de Japón. Estaba dormido y un elemento del servicio secreto lo despertó para informarle de la masacre, aún no se conocían los detalles, la información se generaba a cuentagotas, pidió una línea directa con el gobernador Abbott quien le informó de 18 muertos y 13 lesionados, era el inicio de la tragedia que estaba en desarrollo.

El equipo cercano de colaboradores presidenciales tenía ya información, sabían y le reportaron al mandatario del accionar de un asesino solitario, le precisaron que se trataba de la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, localizada a menos de una hora con la frontera con México, una zona, le detallaron poblada mayormente por gente de origen mexicana, muchos de ellos trabajadores de la industria del petróleo. Le dijeron al presidente que el 92 por ciento de los habitantes eran latinos por no decir que mexicanos, gente trabajadora.

Joe Biden, ordenó desde el avión donde viajaba que se preparara para un mensaje a la nación, no tenía claro el contenido de su mensaje sólo quería mostrar su indignación, su coraje, su frustración. Sin embargo, después de un primer pensamiento, Biden debió haber hecho consciencia de que nada, absolutamente nada podía hacer, una orden ejecutiva de poco o nada serviría.

Y es que el presidente Biden sabe que en su país hay más armas que ciudadanos…

Después de haberle informado al presidente Biden, todo cambió en el vuelo rumbo a la capital de los Estados Unidos. Las comunicaciones telefónicas fueron encriptadas al igual que los video mensajes y toda comunicación virtual. El avión no podía volar más rápido, los minutos y las horas según me comentaron parecían transcurrir lentamente y la tensión aumentaba, así como la tristeza de todo un país en donde 19 niños de entre 9 y 10 años acababan de ser asesinados.

En un discurso sombrío, Biden pidió rezos para los padres que perdieron algún hijo y que “como nación” los estadounidenses se pregunten “¿cuándo se pondrán de pie ante el lobby de las armas?”. Biden dijo que la mayoría de los ciudadanos apoyan las leyes de sentido común, de control de armas y cuestionó por qué ocurren con tanta frecuencia este tipo de tiroteos en los Estados Unidos y pidió “transformar el dolor en acción y dejar en claro a los funcionarios elegidos que es hora de actuar”.

El presidente recordó la matanza de la escuela, Sandy Hook, en Newton (Connecticut), de hace diez años en la que asesinaron a 26 personas entre ellas 21 niños. Él era vicepresidente cuando aquello ocurrió. Desde entonces, ha habido más de 900 incidentes con armas de fuego en centros educativos, dijo.

Y el presidente desde la oficina Oval señaló…” estoy asqueado y cansado de esto, tenemos que actuar y no me digan que no se puede tener impacto en esta carnicería”, aseguró al recordar que cuando se impuso un veto a la venta de rifles de asalto (el protagonista de muchas de estas matanzas) el número de tiroteos cayó pero cuando la ley dejó de estar en vigor se triplicaron y es que, la idea de que un chico de 18 años pueda entrar en una tienda de armas y comprar dos rifles de asalto está simplemente mal.

Con un tono más grave, el presidente Biden preguntó ayer desde su oficina…” ¿Para qué necesitas un arma de asalto excepto para matar a alguien?

La matanza en Texas recorrió rápidamente el mundo y Biden recordó que sólo en casi 5 meses de este año se han registrado 27 tiroteos en escuelas públicas y privadas, la cifra incluyendo los sucesos de Uvalde, Texas, dan una total de 67 alumnos fallecidos, alumnos que perdieron la vida en “un lugar seguro”. Y por si estas cifras no fueras suficientes, permítame comentarle que en 2020 casi 20 mil personas perdieron la vida por armas de fuego, sí casi 20 mil personas. Sólo como dato, para comprar un arma en Texas se requiere tener 18 años o más, una identificación oficial y responder a un cuestionamiento básico.

@lalocampos03