El director del IMSS, Zoé Robledo, anunció el lanzamiento de la convocatoria para reclutar y contratar médicos especialistas para las 13 mil 765 plazas disponibles en el país. Después de las criticas y el llamado del gremio médico hacia Andrés por priorizar contratar 500 médicos cubanos y aseverar que existe una falta de especialistas mexicanos, él mismo aceptó proporcionar la información de las plazas disponibles y pidió seis días para hacerlo.
¿Entonces no contaba con la información disponible? ¿Decidió darle las plazas a extranjeros por decisión propia? ¿En qué basó que no existen médicos especialistas mexicanos? ¿De dónde decidió que serían 500 plazas si son 13 mil 765 disponibles? En fin… existen muchas preguntas que una vez más hacen ver que las decisiones en la 4T se hacen por ideología y no mediante una planeación y estrategia especifica.
El fin de semana pasado, el inquilino del Palacio Nacional mandó al “carajo” a quienes no estamos de acuerdo con traer a cubanos. Comentó: “lo primero es la salud del pueblo. Los médicos son de México, o de Cuba, o de Francia, o de Estados Unidos, pero los médicos son para curar a la gente.” Sin duda para eso son y la crítica no es por atender a quienes lo necesitan. Lo es por contratar médicos cubanos a los que no se les pagará por sus servicios; se pagará al Ministerio de Salud Pública de Cuba, como se hizo en pandemia, que se quedará con la mayor parte del pago porque en esa dictadura no se puede prestar ningún servicio sin permiso.
El oponerse a que vengan médicos cubanos en específico, no tiene nada que ver con driscriminación o xenofobia, sino con la injusticia laboral de los médicos mexicanos mal pagados, la inseguridad en ciertas zonas del país y la falta de garantías de permanencia. No olvidemos que existe una falta de medicamentos y que los centros de salud y hospitales comunitarios tienen una falta de mantenimiento, insumos y equipamiento. Por más que traigan a los médicos mas destacados en su rubro, los mismos no tendrían lo básico para hacer su trabajo.
Asimismo, comparó que igual vienen muchos deportistas profesionales extranjeros al país. Que yo sepa el dinero que se le paga a futbolistas, por ejemplo, no proviene del erario y mucho menos se envía su sueldo al gobierno de su respectivo país para que ellos decidan que porcentaje le darán.
No es la primera vez que Andrés emplea la palabra y nos manda al carajo. Pero yo no estoy dispuesto que mande al INE, la inversión, al aeropuerto y su control aéreo, la educación, la seguridad, entre muchas otras cosas más: al carajo. Así que usted señor presidente, puede ir al palo más alto del barco y quedarse en la canastilla.