Entrevista con Samuel Aguilar Solís, politólogo

Conocedor del monstruo, como él mismo define al Partido Revolucionario Institucional, el politólogo Samuel Aguilar Solís considera que el PRI perdió la oportunidad de reconvertirse en el año 2000 luego de la derrota en la presidencia ante el PAN de Vicente Fox, además de que le ha faltado autocrítica luego de las recientes derrotas que ha tenido.

Entrevistado por Siempre, Aguilar Solís señala que la reunión entre los ex presidentes del tricolor y el actual dirigente nacional, se da en el contexto de los procesos electorales del año entrante en donde estarán en juego las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México, las únicas que quedan en poder del PRI.

Samuel Aguilar Solís

¿Qué opinión le merece el resultado de la reunión entre los ex presidentes del partido y el actual dirigente Nacional, Alejandro Moreno “Alito”?

Creo que los ex presidentes, como muchos de los militantes, y de los cuadros del PRI están preocupados por la debacle que ha tenido el partido, sobre todo en este periodo en el que Alejandro Moreno ha estado de presidente, por un lado, y por otro por el desgaste al que está siendo sometido desde el punto de vista mediático, pero que debe tener alguna otra profundidad lo que está revelando cas cada semana la gobernadora de Campeche, las respuestas de Morena no han sido tan convincentes.

Bajo esa preocupación, me parece que es el contexto en el que se da la reunión. Esto me parece es de cara a las elecciones del año próximo que son muy importantes: para dar un dato, el pasado 5 de junio con elecciones en 6 estados del país, el total –en número cerrados– de electores era de 12 millones en esas entidades, pero sólo el Estado de México tiene ese padrón. De ahí el peso electoral que tiene el Estado de México para el próximo año y Coahuila que ha tenido excelentes resultados desde el punto de vista electoral.

Bajo esa preocupación se da también la reunión, aunque cabe hacer notar la ausencia de quienes, de cara a los procesos electorales del próximo año, son los gobernadores. Hay que recordar que ellos son los únicos que van a quedar vigentes y ellos que son los más interesados no estuvieron presentes.

En resumen, la reunión tiene un sentido de preocupación, pero vemos que hay un Alejandro Moreno que tiene muy bien amarrada la estructura interna de mando del partido, los comités estatales, los órganos internos –el Consejo Político y la Comisión Política– y a los dirigentes de los llamados sectores del partido, porque son ellos los que firman un desplegado de apoyo absoluto y total a Morena Cárdenas.

Bajo esas condiciones, por lo que trasciende en la prensa, no le pidieron la renuncia a Alito, a excepción de dos asistentes, y en todo caso se dio en medio de un diálogo de preocupación. Al final del día, no fueron al fondo del problema y han sido muchos años en los que el PRI se ha tardado en realizar una verdadera transformación interna y eso debería haber sido desde el año 2000, cuando se perdió la presidencia, ahí estaban quienes la perdieron como José Antonio Fernández, Dulce María Suari, no tienen mucha calidad moral para pedir la renuncia de Alejandro Moreno y él a la vez tampoco tiene calidad moral por lo que estamos escuchando de los audios.

Si Alejandro Moreno tuviera una responsabilidad institucional con el PRI, una alta calidad moral y política, hubiera renunciado y no hubiera necesidad de que se lo pidieran por los resultados que hubo en 2021 y el pasado 5 de junio, eran más que suficientes para que hubiera su renuncia, no lo hizo y en ese sentido el PRI sigue empantanado. No deja de tener 17 puntos de aceptación potencialmente en los electores, es un porcentaje muy importante de cara al proceso electoral del 2024.

Mucha gente, no sé si por análisis o por deseo, habla de la desaparición del PRI, en especial por los posibles resultados de las elecciones estatales el próximo año, ¿tiene base esto, considerando que el PRI es el partido con los mayores negativos en el escenario político?

Son las dos cosas, hay el deseo de mucha gente que mantiene una actitud anti PRI, históricamente hubieran deseado que se extinguiera en el año 2000, pero por otro lado no hay que olvidar que el PRI en este momento, en su mayor crisis, tiene 17 puntos de aceptación en el electorado, es un montón de puntos, no lo tiene Movimiento Ciudadano ni el PRD juntos, apenas alcanzarían la mitad de lo que tiene el partido.

El PRI perdió la oportunidad histórica de su gran transformación en el año 2000, para haber realizado una evaluación de todo lo que habría sido durante tantos años su permanencia en el poder y presentar a la sociedad una explicación de todas sus políticas, sus actos y tomar con mucha responsabilidad una autocrítica frente a la sociedad mexicana, no lo hizo porque justamente quien tenía la responsabilidad en aquel tiempo de sacarlo a patadas de Los Pinos, sólo hizo eso, pero lo dejó vivo a través de la gran presencia territorial y los gobernadores, de tal forma que hay que recordar que ni Fox ni su partido dejaron la oportunidad de extinguir al PRI cuando se formó la Conago, esto fue básicamente fue impulsado por los gobernadores del PRI en busca de un equilibrio de poder y un reparto de la riqueza petróleo cuando en esos momentos estaba a 100 dólares el barril de la mezcla mexicana, que generó también la gran corrupción de esa camada de gobernadores en la época de Fox y de Calderón, y el PRI mantuvo lo que en otros espacios del mundo se habla de cogobernabilidad en los hechos, el PRI le dio estabilidad al sistema político y a la sociedad, pero cogobernaron a través de los gobernadores y del Congreso.

En la segunda mitad de los gobiernos de Fox y Calderón, el PRI era el que tenía el control del poder legislativo, en ese periodo lo que posibilitó por la falta de visión estratégica de Fox, Calderón y el PAN, fue el cogobierno del PRI y revivir en el 2012, en ese año se dio la segunda oportunidad para la transformación que no se hizo en el 2000 con Peña Nieto, con un replanteamiento de lo que debería ser el partido de cara a la sociedad del siglo XXI, también se perdió esa oportunidad.

Toda la corrupción y la impunidad en el sexenio de Peña Nieto, dio oportunidad al crecimiento del movimiento que venía dándose de parte de López Obrador, que ha sido un mazacote, pero exitoso y en esto hay varios responsables históricos, uno de quienes es Peña Nieto, porque fue justamente sus acciones, los resultados de su gobierno, que avanzara la avalancha de López Obrador.

Con la llegada de Alejandro Moreno al frente del partido, no hay que olvidar que quien lo puso ahí se llama Enrique Peña Nieto; en ese sentido, Alejandro ha tenido la capacidad de controlar los órganos internos del partido, de lo sectores, de los presidentes estatales.

Al final del día, ante lo que estamos es frente a la lucha de los grupos internos de PRI por la candidatura presidencial y jugar con la coalición con el PAN y el PRD en esa ruta.

Viendo un poco a futuro, en las elecciones del año entrante, ¿el PRI buscará retener Estado de México y Coahuila o sucederá lo mismo que pasó en Sinaloa o en Oaxaca, con gobernadores que obtienen embajadas por ejemplo?

No creo que vayan a rendir la plaza, hay de parte de los priistas tanto del Estado de México como de Coahuila, un gran deseo de mantener en el poder al PRI, son dos comités estatales que tienen una gran estructura, de manera permanente hacen trabajo y existen las condiciones, no hay que olvidar que en el Estado de México temas como violencia o inseguridad, no achacados al gobierno estatal, sino a la falta de estrategia de López Obrador, porque no es otra cosa más que una caricatura y una rendición ante el crimen organizado eso de “abrazos, no balazos”, porque no se puede considerar una política pública, ni menos como una estrategia de seguridad, en ese sentido la sociedad puede responder al PRI local.

Además, lo que resta de este año y el próximo, justamente cuando lleguen las elecciones, la situación económica se habrá agravado aún más de lo que ya llevamos, todas esas condiciones pueden, si el electorado tiene claridad de que todo esto es culpa de un mal gobierno.

Coahuila ha demostrado que tiene una estructura sólida, el Estado de México también, es más competido por ser vecino de la capital del país, pero hasta donde vislumbro los gobernadores no están dispuestos a ceder la plaza, de manera abierta lo ha dicho Riquelme que no quiere ninguna embajada; en ese sentido la aduana del 2023 se presenta interesante si y solo si se hace una evaluación real de lo exitosas que pueden ser las coaliciones incluyendo a Movimiento Ciudadano.

Por último, Alejandro Moreno, ¿es un lastre para el PRI, puede renacer, cuál es su futuro?

Si Alejandro Moreno tuviera un poco de responsabilidad política y tuviera realmente una visión estratégica para el partido, debería haber renunciado el 6 de junio. Las condiciones de su permanencia son insostenibles, no solamente pro los resultados, sino por todo lo que está aflorando de su pasado político, por eso es un lastre para el partido.

Lo mejor que hubiera pasado en la reunión es que los ex presidente hubieran acordado una presidencia de transición a agosto de 2023, pero como no piensan en el partido los que estaban, sino en sus propios intereses hay una desgaste que seguirá para el partido que lo debilita al interior de la coalición, porque no es un presidente sólido con triunfos, sino que es cuestionado al interior y bombardeado con audios al exterior. Alejandro Moreno llega debilitado y eso no es bueno ni para el PRI ni para la coalición.

@AReyesVigueras