Desde 2018 Morena no solo ha ganado la Presidencia de la República; hoy cuenta con 22 gubernaturas de 30 y en 2023 se pondrán en disputada las dos restantes: Estado de México y Coahuila. De los municipios más poblados la coalición de Morena y sus aliados cuentan con 52 y el resto de las fuerzas políticas 48. De los 30 primeros, 18 están en manos de la oposición y 12 en las del partido en el poder. Este fenómeno se debe a que la alternancia ha sido una constante en la democracia mexicana desde el 2000. La única gubernatura, que por cierto duró dos años, ha sido la de Baja California donde Morena pudo refrendar el triunfo. Sin embargo, en el ámbito local ha perdido municipios grandes que forman parte de los 100 más poblados que habían ganado en la elección anterior. Entre estos, están cinco capitales: Cuernavaca, Hermosillo, Morelia, Puebla y Toluca. También vimos como no pudieron mantener la mitad de las alcaldías capitalinas: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Tlalpan. Asimismo, municipios del Valle de México como: Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Naucalpan y Tlalnepantla. Esto demuestra que la población optó por no darles la oportunidad de repetir ante malos manejos de gobierno o administración.
Todos estos datos son importantes porque en la elección de 2024, prácticamente todas las entidades del país tendrán comicios para renovar sus ayuntamientos de forma concurrente con la Presidencia de la República y los legisladores de la Cámara de Diputados, así como 9 gubernaturas.
En 2018 en el Estado de México, Morena ganó 57 de los 125 municipios que conforman a la entidad y sus aliados 5 más; mientras en 2021 solo refrendo 30. La alianza PRI-PAN-PRD ganó 50 juntos, a lo que se suman 22 del PRI, 4 por el PAN y 1 por el PRD que fueron por separado. En cuanto a MC gano 6 ayuntamientos. Esto da 83 municipios que gobierna la oposición. Va por México tiene el 42.8695% y Juntos Hacemos Historia tiene el 39.5513% suponiendo que el PVEM se sume a Morena, aunque en esta demarcación es muy probable que se desmarque del mismo.
Ni la aprobación presidencial deja de ser vulnerable a la alternancia política, porque si bien es importante tener un gran porcentaje de cargos públicos o gobiernos, es aún más importante mantenerlos en la próxima elección y no recibir el castigo electoral.