La humanidad, a través de la NASA, está planeando regresar a la Luna mediante la misión Artemisa, además de que Elon Musk prepara planes con su empresa Space X para llevar personas a Marte, algo que pudiera convertirse en realidad a mediados del presente siglo, si todo va bien.

Pero la verdadera obsesión no se encuentra en los planetas más cercanos a la Tierra en nuestro Sistema Solar, sino en visitar otros mundos más lejanos, el problema es que no hemos desarrollado la tecnología necesaria para recorrer las gigantescas distancias que hay en la galaxia.

Pongamos un ejemplo. Para ir a la Luna, las misiones Apolo tardaron tres días en recorrer los más de 384 mil kilómetros que nos separan de nuestro satélite natural, así que imaginen el tiempo que tardaría un viaje a la estrella más cercana, Próxima Centauri, que está a poco más de 4 años luz de distancia.

Para entender mejor este tipo de travesías, hay que saber que la nave Voyager 1, que es el objeto construido por la humanidad que más lejos ha llegado en el Sistema Solar, viaja a 62 mil kilómetros por hora, por lo que a dicha velocidad tardaría en llegar 17 mil años al sistema Centauri. La sonda Solar Parker, que es la nave más rápida construida, se podría mover a 700 mil kilómetros por hora y a pesar de esa velocidad tardaría mil 500 años en llegar a la estrella más cercana del Sol.

Pero esto no es un tema que desmotive a los especialistas y científicos, sino un reto que está siendo analizado para que en unos años estemos en posibilidad de acortar las distancias estelares y visitar otros mundos.