Entrevista con Carlos Piña, analista en redes sociales

En una reciente entrevista que el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, concedió a Sabina Berman, el también senador acusó que desde Palacio Nacional se manejan cuentas en redes sociales encargadas de atacar a los adversarios del gobierno y a algunos mandatarios de oposición.

“Se dice que hay las oficinas cercanas a Palacio Nacional, que tienen una serie de bots. Profesionalizan el ataque en contra de Movimiento Ciudadano, y particularmente, de Samuel (García)”, acusó Delgado Rannauro.

Esto coincide con la apreciación de analistas y de los propios usuarios de redes en el sentido de que hay una coordinación para realizar acciones que buscan inhibir la crítica, aunque también se acusa a la oposición de realizar este tipo de actos.

Siempre entrevistó a Carlos Piña, analista en redes sociales y quien desde su cuenta en Twitter (@piniisima) ha dado a conocer las revisiones que ha hecho del comportamiento de usuarios que coinciden con las acusaciones que se hacen desde diversos ámbitos.

Esta es la conversación.

De acuerdo a lo que revisaste, ¿cómo calificas la conversación pública que se da en redes sociales, sobre todo en un ambiente de polarización como el que vivimos actualmente?

Como lo mencionas, y estamos acotando el ambiente político, lo podemos calificar o aterrizarlo en México como un ambiente totalmente polarizado en redes sociales y lo vemos todos los días en plataformas como Twitter o Facebook, no hace falta ser un experto para adentrarse en los comentarios de cada una de estas plataformas y notar que tenemos gente que opina tanto para un lado como para el otro, entonces vamos a resumir que el ambiente actual en términos políticos está totalmente polarizado, completamente dividido –sería la palabra– política e ideológicamente, en donde hay personas que están de acuerdo con las políticas que se llevan a cabo en el actual gobierno y hay personas que definitivamente no las aceptan, así las podríamos resumir.

 

Hay acusaciones que dicen que esto responde a una estrategia de polarización para mantener sectores y sus votos incondicionales, incluso Dante Delgado hace la afirmación que hay una oficina de Palacio Nacional que se dedica a esto, con estos indicios, ¿qué tan ciertas son estas acusaciones y que la polarización conviene a ciertos sectores?

Es delicado todo esto. En primera instancia, no tenemos las pruebas de quienes están dirigiendo o codirigiendo este tipo de ataques, sí existen, puedo confirmarte que sí existen, sí hay una línea, hay un grupo de cuentas, pero estas cuentas son anónimas o marionetas que no sabemos no quienes están detrás de ellas en Twitter o Facebook.

Lo que es técnica o computacionalmente posible es detectar estos comportamientos, en este sentido te puedo confirmar que sí existen ataques coordinados, sí existen campañas artificialmente generadas, sí existe una coordinación en grupos de Whatsapp y Telegram para ejecutar y determinar ciertos ataques contra periodistas, contra comunicólogos, contra políticos, contra opositores, sí existen.

Pero no nada más de un lado, del gobierno, sino de los dos lados existe eso. Que te pueda decir nombre y apellido de quien está manejando esta situación, es complicado.

De lo que analizas en redes sociales, sobre todo estadísticas, ¿hay un bando que haga más uso de este tipo de tácticas o se puede decir que se da por igual?

Todos están entrando en este juego. Esto no inicia en este sexenio, lo empezamos a conocer en el de Peña Nieto con los denominados Peñabots. Este juego está prendido en el sexenio pasado y es mejorado en el actual con los propagandistas.

Hay cuentas propagandistas que todo mundo conocemos, como Epigmenio Ibarra, u otras cuentas que todos hemos identificado y que fomentan este discurso de odio y que fomentan estas tendencias utilizando hashtags que les permiten controlar la narrativa y engañarnos y tratar de controlar la opinión pública, este es el detalle, el punto, tanto de un bando como del otro es intentar controlar la opinión pública porque ese es el fin último, es también tratar de cambiar la realidad y ahí tenemos también la cuenta de Abraham Mendieta, quien es un propagandista que de eso se encarga, de asesorar, de definir tendencias, del nombre del hashtags.

Así como él, hay quien se encarga de dar línea a las demás cuentas para salir, vamos a decir, al mediodía y también, del otro lado, se ponen de acuerdo con una tendencia para atacar al gobierno y el gobierno con otra para defender su postura.

Se puede definir que en todos lados están participando con esta manipulación de la opinión pública a través de este tipo de técnicas tramposas y prohibidas por las plataformas digitales.

Cuando vemos que mucha de la conversación digital se da con insultos, en especial a quienes critican al actual gobierno, ¿de qué estamos hablando, de inhibir la crítica o de qué otro tipo de objetivos con este tipo de comportamientos?

Esto viene desde el inicio de campaña de este sexenio, en las propuestas de campaña que se hacían en las reuniones de precampaña de López Obrador tenían a representantes como los moneros, a Mendieta, a Epigmenio, todas estas personas que ahora ubicamos muy bien en las redes sociales, sobre todo Epigmenio Ibarra decía en esas reuniones “las redes sociales no son parte fundamental de la campaña, sino son la parte fundamental”, y aquí es donde viene todo el detalle, esta propaganda digital o computacional –como la quieras llamar– crece en este sentido de tal forma que unifica a su movimiento y, precisamente, ellos, usuarios orgánicos en ese momento, sí se puede hablar que era un movimiento de base, que traían un apoyo fuerte, defendían a capa y espada todo lo que se empezaba a hacer en la campaña de López Obrador; posteriormente, sigue esta ola en 2018 y en 2019 y empiezan los resquebrajamientos, se empiezan a romper estos grupos en donde ya se integran estos war rooms –como lo describió Dante Delgado– en donde se ejecutan cuentas como las de trolls, cuentas que se dedican a insultar o atacar; marionetas, cuentas anónimas manejadas por una varias personas que se dedican a atacar cualquier crítica; el punto es que hay que avasallar o acallar la crítica de tal forma que tu recibiendo estos ataques, amenazas o insultos no vuelvas a exponer tu opinión en redes sociales, es quitarte o inferirte el miedo para que no vuelvas a dar tu opinión o crítica ya seas periodista o usuario común no vuelvas a cuestionar o a preguntar algún cambio en el gobierno.

Finalmente, ¿qué pueden hacer las personas comunes y corrientes que ocasionalmente tocan el tema de la política y reciben insultos o ataques por opinar?

Ahí el peligro principal para estos usuarios, es que no tienen herramientas para identificar este tipo de cuentas; lo que se sugiere en este tipo de casos, es que este tipo de cuentas que los está atacando, uno como usuario normal tiene acceso al perfil de esa cuenta, si usted como usuario de redes nota que esa cuenta se dedica a propagar información en un solo sentido, que no comparte su vida cotidiana, ahí empieza el primer foco rojo, ahí vemos como sólo se dedica a propaganda o a generar ataques y hay que bloquear esa cuenta, no tiene caso pelear con una cuenta anónima.

Por otro lado, es la desinformación que es un problema más grave, porque viaja 6 veces más rápido que la información real, es decir, hoy una cuenta que puede cambiar de nombre en Twitter, asumiendo la identidad de otro medio porque puede vestir la cuenta y se da a conocer una noticia de impacto, que se trague algún influencer, esa noticia va a viajar más rápido que la que quieras difundir o cuando quieras decir la verdad o aclarar algo, esa noticia falsa viajó más rápido y en eso todos podemos caer.

@AReyesVigueras