En mayo de este año en varias regiones de México, principalmente en el norte se vieron carteles difundidos por la Agencia de Antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA), donde se ofrecían cifras millonarias por la captura de diversos capos mexicanos.

Las recompensas por Rafael Caro Quintero eran de 20 millones de dólares, por Ismael Zambada Garcia de 15 millones, por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Ismael Zambada Sicarios y Jesús Alfredo Guzmán Salazar ofrecían 5 millones de dólares. Sin duda un mensaje de firmeza destinado el vecino del sur en un momento en que la relación entre pais y en particular con la DEA, se había tensado tras los desencuentros en materia de seguridad.

Y es que la presencia de elementos de la DEA en México ha estado siempre cuestionada, en un sube y baja, igualmente los comentarios siempre han estado presentes, pero las acciones más allá de los discursos políticos se han impuesto, por ejemplo, un oficial antinarcóticos que lideró la incursión para arrestar al exjefe del cartel de Sinaloa en 2014 Joaquín el Capo Guzmán hizo público su triunfo en el juicio, pero terminó reconociendo que ilegalmente portó un rifle de asalto en ese operativo en México. Antes de la sentencia, la esposa del capo denunció que él trató de golpearla.

Víctor J. Vázquez llegó temprano a la corte federal de Brooklyn el 17 de julio de 2019, era un día soñado para este agente antinarcóticos que ganó prestigio cumpliendo una misión que parecía imposible: capturar a Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2014 y ver su caída en un tribunal estadounidense cinco años después y el fiscal general estadounidense Merrick B Garland habló de la reciente captura de Caro Quintero… “no hay escondite para nadie que secuestre, torture y asesine a las fuerzas del orden estadounidense, el arresto de el capo Caro Quintero es la culminación del trabajo de la DEA y sus socios mexicanos”.

Y es que la captura de Rafael Caro Quintero sigue generando dudas y sobre todo opiniones encontradas entre autoridades de los Estados Unidos, pero abren nuevas rutas de investigación para saber realmente qué sucedió, y es que, mientras la directora de la Agencia Antidrogas (DEA), Anne Milgram, señaló que la captura fue un trabajo de colaboración con México, el embajador Ken Salazar la desdijo.

Milgram al conocer de la detención del capo mexicano señaló… “nuestro increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades para capturar y arrestar a Rafael Caro Quintero … El arresto es el resultado de años de sangre, sudor y lágrimas. Sin su trabajo, Caro Quintero no enfrentaría la justicia”. Mientras, Ken Salazar expresó: “ningún personal de los Estados Unidos participó en la operación táctica que resultó en el arresto de Caro Quintero. La aprehensión fue realizada exclusivamente por el gobierno mexicano”.

¿Entonces quién miente, la directora de la DEA o el Embajador…?

La versión mexicana sobre la captura de Caro Quintero la dio el mismo presidente López Obrador… “La Secretaría de Marina de México llevó a cabo toda la investigación y la aprehensión del señor Caro Quintero”.

No podemos descartar que tanto Biden como López Obrador hubieran tenido presiones internas que les exigieran tener un mayor “margen de acción” contra el narcotráfico, toda vez que, en las administraciones anteriores a López hubo una fuerte cooperación entre la DEA y las Fuerzas Armadas de México, en las que se llevaron a cabo múltiples capturas de capos. Y es que la detención de Caro Quintero parecería ser en los hechos la continuación de los trabajos entre la DEA y la Marina.

La presencia de elementos de diversos cuerpos de investigación policiaca estadounidense en México es algo que no se puede negar, más allá de la narrativa ofrecida desde la administración de López Obrador.

Las opiniones diversas sobre la captura del llamado, capo de capo, en Sinaloa, México bien puede “entenderse o explicarse” por el pasado de la directora de la DEA que está ligado a las series policiacas de televisión estadounidense. Sí, Anne Milgram, entre 2013 y 2021 trabajó como asesora legal de la compañía Wolf Entertainment, donde fue asesora jurídica para la elaboración de la serie La Ley y el Orden. Trabajó con escritores y productores, de modo que la serie resultara lo más creíble y apegada a la realidad posible.

Sobre Ken Salazar sólo basta recordar la reciente publicación hecha por el periódico The New York Times, sobre la simpatía y cercanía del diplomático con el mandatario mexicano, incluso más allá de los intereses de los Estados Unidos.

El tiempo nos dirá si hubo intervención o no en la captura del Caro Quintero, pero los hechos parecen darnos una pista, la pregunta es ¿hasta cuándo se reconocerá la presencia y participación de la Agencia Antidrogas en México?, más allá claro del ámbito legal.

@lalocampos03