A los optimistas se les atribuye un mejor estado de salud y una mayor esperanza de vida. La ciencia médica y las investigaciones metodológicas parecen corroborar que en efecto los optimistas (personas mal informadas, según los pesimistas) viven saludables y con gran longevidad. Lo que falta saber es la razón por la que se es optimista y qué tanto influye para tener una vida saludable o si es al revés, que el bienestar alienta el optimismo.

La salud de los optimistas

Se conoce que los optimistas tienen mejor calidad de sueño, menos estrés, mejor salud cardiovascular y un sistema inmunitario más fuerte, lo que al parecer contribuye en gran medida a que sean longevos.

Hayami K. Koga, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y otros colaboradores, realizaron un estudio en cerca de 160,000 mujeres de entre 50 y 79 años, durante 26 años, a quienes al inicio del estudio les pidieron completar una medida de autoinforme (cuestionario sobre ellas que responden libremente) de optimismo. Quienes obtuvieron las puntuaciones más altas se consideró eran optimistas.

En el informe de su estudio, publicado el 8 de junio de 2022 en Journal of the American Geriatrics Society, Koga y colaboradores refieren que en 2019 hicieron un seguimiento de las participantes aún con vida. Encontraron que quienes habían obtenido la mayor puntuación tenían más probabilidades de vivir más, de llegar hasta los noventa años, que se define como longevidad excepcional, si se toma en cuenta que el promedio de vida de las mujeres en países desarrollados es de 83 años.

En su trabajo Optimism, lifestyle, and longevity in a racial diverse cohorte of women (Optimismo, estilo de vida y longevidad en una cohorte de mujeres racialmente diversa) Koga y colaboradores refieren que “un mayor optimismo se asoció con una vida más larga y una mayor probabilidad de lograr una longevidad excepcional en general y entre grupos raciales y étnicos. La contribución del estilo de vida a esas asociaciones fue modesta. El optimismo puede promover la salud y la longevidad en diversos grupos raciales y étnicos”.

Un hallazgo sorprendente es que el optimismo se presenta independientemente del nivel socioeconómico, tanto en ese estudio con mujeres, como en otros en los que también se incluyen hombres. En general, se ha visto que hombres y mujeres optimistas tienen una esperanza de vida entre 11 por ciento y 15 por ciento más larga que quienes son menos optimistas.

¿Cómo ser optimista sin morir en el intento?

Esa longevidad de los optimistas parece asociada a una vida saludable, que significa tener una dieta equilibrada, sin excesos; mantenerse físicamente activo; no fumar ni beber o hacerlo con moderación, entre otros criterios.

Esa forma de vida, se conoce, mejora la salud del corazón y reduce las probabilidades de sufrir de alguna enfermedad cardiovascular; asimismo, reduce el riesgo de padecer diabetes y cáncer. Por lo tanto parecería que esta es la clave de la longevidad de los optimistas, pero ese estilo de vida solo representa 24 por ciento del vínculo entre el optimista y su larga vida.

Entre otros factores que pueden contribuir a la longevidad, se encuentra la forma en que se enfrentan los problemas. Se ha visto que los optimistas no rehúyen los problemas sino que tratan de resolverlos, ya sea por sí mismos o con la ayuda de personas a quienes acuden; si el problema persiste, buscan la manera de encontrarle “el lado positivo” para manejarlo mejor y no sufrir un estrés fuerte.

Con medidas que reducen el estrés, los optimistas logran disminuir las consecuencias fisiológicas del estrés, como elevación del cortisol, también llamado hormona del estrés; elevación de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial; y baja del sistema inmunitario, entre otras, que en conjunto disminuyen las probabilidades de sufrir graves enfermedades.

Esos recursos psicológicos (para no abusar del término resiliencia) para enfrentar los problemas cotidianos y un estilo de vida saludable contribuyen a que haya una larga vida optimista. Los optimistas dicen que hay ciertas técnicas (que bordean en las dudosas de superación personal) para volverse optimistas; en tanto que los pesimistas no lo creen. Lo cierto es que el optimismo parece garantizar una larga vida saludable.

@RenAnaya2

f/René Anaya Periodista Científico