En abril de este año estaba programa la visita de la líder de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos a Taiwán, pero el Covid -19 la retrasó, sin embargo, el martes pasado finalmente Nancy Pelosi aterrizó en el aeropuerto de Taipéi, en el marco de una gira que realizó por Asia.

Una visita que tensó las relaciones entre 2 grandes potencias y que, incluso llevo al teléfono a sus presidentes para dialogar en torno a ella, pero para aclarar cualquier duda fue la misma Pelosi la que antes de salir de Taipéi, donde estuvo menos de 24 horas pronunció 14 palabras de gran profundidad… “nuestra delegación vino aquí para enviar un mensaje inequívoco : Estados Unidos está con Taiwán”.

A sus 82 años, la mujer más poderosa de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, desafió a China y visitó la isla de Taiwán en contra de una fuerte corriente de opinión que entre expertos, analistas y diplomáticos la conminaban a no detenerse en territorio taiwanés.

La visita de esta poderosa política estadounidense, sin duda, representa un “espaldarazo” a ese pequeño país asiático ansiado por el gobierno chino, pero, además representa un avance en el tema de los semiconductores tan codiciados en este momento por las industrias del mundo tecnológico y un gran gesto en pro de las mujeres en la política que no se doblegan a las amenazas de un presidente como Xi-Jinping.

Ayer miércoles Nancy Pelosi se reunió con la primera presidenta taiwanesa, Tsai ing-wen. La foto que se tomaron dejó un profundo mensaje que con el paso de los días y el conocimiento de lo dialogado alcanzará su real dimensión.

Hay que destacar el despliegue militar de los Estados Unidos, principalmente por aire, fue realmente importante, se habla de que el avión militar donde viajó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, arribó el martes por la tarde a Taiwán en una visita no oficial dentro de su gira por Asia pese a las advertencias de China que reclama la isla como territorio propio.

Y para mostrar su fortaleza, el régimen comunista inició el mismo martes una serie de maniobras militares frente a las costas de Taiwán con dos portaaviones que se encuentran fuera de sus bases y navegando horas antes de la llegada a la isla de Pelosi, una visita a la que Beijing se ha opuesto.

A la visita de Nancy Pelosi, le antecedía la advertencia del vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian…” Sí Pelosi insiste en visitar Taiwán, China tomará medidas firmes y decididas para defender su soberanía e integridad territorial”. Así o más temerarias.

A su llegada, la delegación encabezada por la congresista, emitió un comunicado destacando su compromiso con la seguridad de la isla y mantener el equilibrio de poder en la región en un momento en el que la invasión rusa de Ucrania ha cimbrado el orden internacional…“la visita de nuestra delegación del Congreso a Taiwán honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, declararon. “La solidaridad de Estados Unidos con los 23 millones de habitantes de Taiwán es más importante hoy más que nunca ya que el mundo se enfrenta a una elección entre la autocracia y la democracia”.

Eso es carácter y sangre fría, en medio del deseo de reunificación de China o anexión de Taiwán, Nancy Pelosi se hizo presente.

Y es que la relación geopolítica entre Washington y Beijing es el choque entre dos de las naciones más importante del mundo. Se está desarrollando como una lucha generacional entre dos civilizaciones deseosas de imprimir sus valores, sistemas económicos y hegemonía estratégica en el resto del mundo. Si bien la administración Biden tratar a China como un adversario en lugar de un competidor, el objetivo principal de la política estadounidense sigue siendo evitar lo que podría ser una futura guerra desastrosa entre las dos naciones.

Estados Unidos dio un paso adelante en Asía con esta visita coordinada y dirigida por Nancy Pelosi, logró un acercamiento con uno de sus mayores compradores de armas en el mundo, logro un acuerdo sustantivo con los fabricantes de chips o semiconductores y además reforzo su compromiso y alianza con una nación con la cual no tiene relaciones políticas oficiales, pero si comerciales.

Este viaje lo realizo la líder camaral con una fuerte corriente de opinión en su contra, incluso con el regateo de la misma Casa Blanca, pero ahí están los resultados, que no solo la fortalecieron, a su partido, el demócrata e incluso al mismo Joe Biden, al tiempo.

Y bueno Nancy Pelosi demostró porque es la política más poderosa de su país y uno de los pilares más importantes donde descansa su país.

Al termino de este cuestionado viaje por Asia, la líder de la Cámara Baja demostró que los legisladores son un poder por separado del ejecutivo, un poder que puede trabar por un fin común, un poder real, con un liderazgo que parece hacer falta en todo el pais de las barras y las estrellas, solo es cosa de ver que hoy la aprobación presidencial ronda por los 30 puntos. Y alquien tiene que tomar el timón de un barco que parece ir a la deriva.

@lalocampos03