Entrevista con Luis Estrada, director de Spin Taller de Comunicación Política

Durante la realización de la elección interna de Morena para elegir nuevos integrantes de sus órganos directivos, además de los enfrentamientos y las acusaciones de acarreos, llamó la atención la manera en que la encargada de la sección “Quién es quien en las mentiras” de la conferencia Mañanera, Ana Elizabeth García Vilchis, tenía facilidades para ingresar a la sede de la votación en Puebla, además de los accesorios de marca que portaba, algo que contradice el discurso de austeridad que se pregona desde la presidencia.

Pero también se cuestionó si su sección, así como el ejercicio diario de comunicación desde Palacio Nacional, tenían el impacto que muchas veces se ha presumido y si realmente sirven para informar a la población de las labores de gobierno de la presente administración.

Así, Siempre entrevistó a Luis Estrada, director de Spin Taller de Comunicación Política, institución que se ha encargado de diseccionar las conferencias mañaneras y la manera en que el presidente López Obrador maneja la información en cada oportunidad.

Uno de los datos que nuestro entrevistado ha dado a conocer, es el relativo al impacto que dichas conferencias tienen en el ámbito de la información pública, pues contrario a lo que se pudiera pensar no son tan influyentes como pareciera.

Esta es la conversación.

Luis Estrada, director de Spin Taller de Comunicación Política

¿Cuál es el impacto de las conferencias mañaneras en materia de comunicación política, es como sostiene usted algo que está perdiendo influencia o en realidad si tienen efecto para imponer la agenda de noticias a los medios?

Nunca lo tuvo realmente, en las infografías que hemos publicado demostrados que el número de vistas entre los seguidores del presidente ha ido cayendo constantemente y en promedio lo ven el 5 por ciento de sus seguidores en Facebook, solamente se necesitan 3 segundos para que cuente como visto.

 

La conferencia mañanera es el principal herramienta de gobierno del presidente, movilizaba seguidores y daba línea para los articulistas afines, ¿todavía es valida esta conferencia para estos objetivos?

Pues lo que te acabo de decir, ni siquiera sus seguidores lo ven. Más bien lo que usa el presidente es un mecanismo de propaganda en el cual genera un debate con quienes están en su contra –que son quienes más lo ven, los que lo siguen no lo ven–, ahí es donde se genera el debate.

La imagen del presidente es de traje, es para lo único que lo utiliza, parece que está trabajando y se levanta temprano, pero en realidad y, eso está en la agenda pública, el presidente no tiene otra actividad más que esa en toda el día, pues en realidad si el presidente no hiciera la conferencia parece que no trabajó.

Se ha lanzado en contra de columnistas como Raymundo Rivapalacio, pero parece que a la encargada de Quién es quien en las mentiras, Ana Elizabeth García Vilchis, no le afectó las denuncias por lo que hizo en la elección interna de Morena, ¿qué evaluación hacen de esta sección, sirve o es parte de la propaganda?

En una infografía que hicimos revisamos los temas de la sección. Claramente es lo que intenta el presidente para desacreditar a los medios con audiencia, a los medios serios, como lo hizo Trump en Estados Unidos para criticar o minimizar el impacto de los medios que sí sustentan lo que dicen, no como el presidente que sabemos que no sustenta lo que dice, van más de 76 mil 500 afirmaciones falsas, engañosas o que no puede probar, un promedio de 93 por conferencia.

Cuando el presidente tiene esto como la única herramienta para poder desacreditar a los medios, no importa que quien lo dice está diciendo una mentira, si es relevante o no, si está o no en el gobierno, pues el presidente no puede tener la agilidad para decir esta funcionaria y que, repito, lo que busca es desacreditar en los medios.

Se dice que parte del éxito de las mañaneras es la falta de contrapeso. En el sexenio de Fox se intentó con el presidente del PAN en la CDMX, José Luis Luege, pero sin resultados, en el actual sexenio lo ha intentado Kenia López Rabadán, ¿el hecho de que no haya contrapeso explica el éxito para los fines del presidente?

Hay que definir, si tiene éxito para los fines del presidente no significa que tiene éxito para, realmente, comunicar o decir o informar, controlar crisis. En El Imperio de los Otros Datos explico que el objetivo principal de las conferencias mañaneras no se cumple con este formato, está tan controlado todo que cualquiera podría dar una conferencia de prensa diaria si así se controlara.

El éxito de la conferencia no es comunicar, el éxito de la mañanera es para el presidente, para decir lo que él quiera sin sustento y para demostrar que está gobernando.

Lo he comentado en algunas entrevistas y en el libro, es que el hecho de que el presidente no sustente lo que dice impide que sus afirmaciones se vuelvan noticia, porque los medios serios, con patrocinadores, con audiencia, tienen que probar todo lo que se publica o, si no, las audiencias se van; si una revista no sustenta lo que publica, pierde credibilidad, la dejan de comprar, los patrocinadores se van y quiebra; si el presidente no está sustentando lo que dice, eso hace que los medios serios no publiquen lo que dice y no trascienda; el punto es que el presidente, todo lo que dice, o la gran mayoría de lo que dice, no tiene sustento, y es por ello que se enoja porque no le publican lo que dice porque no tiene sustento, ese es el tema, entonces el problema del presidente dice tantas cosas que no son verdad, no están sustentadas o improvisadas, que cuando tiene algo real que contar o que decir, pasa desapercibido por lo que no tiene para justificar o demostrar, ahí está el problema de la conferencia, es decir, el principal obstáculo de la comunicación es la propia conferencia de prensa del presidente; el principal obstáculo de comunicación del gobierno es la conferencia del presidente, no es su principal herramienta o éxito, es su principal obstáculo.

De cara al futuro y con las elecciones del 2023 y 2024, ¿se podría pensar en un cambio para lo que resta del sexenio o va a mantenerse igual?

No va a cambiar nada de parte del gobierno, van a meter más secciones y el presidente va a seguir diciendo más afirmaciones que no puede probar, porque no tiene un plan B; el presidente carece de alternativas y de ideas para comunicar y, sobre todo, cuando tiene un plan, lo hemos visto con diferentes temas de gobierno, en lugar de ajustar redobla la apuesta.

Por ese lado no va a pasar. Como es una cuestión de propaganda, en ese sentido sí funciona y el presidente la va a mantener.

Entiendo que hay cuestiones legales, tiempos de campaña y toda esa parte que está en la ley, pero hemos visto como al presidente y su partido no les interesa respetarla, creo que es una buena oportunidad para que la oposición aproveche y haga una buena reforma electoral que abra por completo la comunicación y deje que cualquiera pueda decir cualquier cosa en cualquier momento, no tiene ningún costo para la oposición pues el presidente ya lo hace y eso puede propiciar el debate público.

 

El Imperio de los otros datos

 

En las conclusiones del libro de Luis Estrada, se expone la verdadera utilidad de los ejercicios de comunicación que cada mañana se desarrollan desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.

“En México AMLO ha distorsionado las conferencias de prensa (la herramienta de comunicación más poderosa para informar con oportunidad y para atender crisis), en un espacio de política ‘en vivo’, en el que no sólo cuenta anécdotas y chistes, historias que no se pueden corroborar, y ataca a enemigos, reales e imaginarios, sino que oculta información al no corroborar lo que afirma, al tener ‘sus propios datos’, y al prometer, sin plazo legal, soluciones a problemas vigentes. Más aún, escoge los temas de la discusión pública sobre los que quiere y no quiere hablar. Cabe la posibilidad de que el priming del presidente se confunda con establecer la agenda de la discusión pública, ya que si habla de un tema y no de otros, la opinión pública los asociará con el desempeño del presidente y los usará para evaluarlo, mientras que si los temas de los que habla son noticiosos por sí mismos, entonces serían retomados por todos los medios de comunicación electrónicos e impresos simultáneamente, y reforzarían el priming, lo que sólo ha sucedido en menos de 6 por ciento de las primeras planas de los siete periódicos más importantes en México durante la primera mitad de la administración. En las conferencias de López Obrador quizá importa más de lo que no se habla que lo que repite cada mañana”.

@AReyesVigueras