La educación es fundamental para que una sociedad prospere; invertir en educación hace que la población acceda a mejores oportunidades laborales y esto a su vez, les otorgue una mejor calidad de vida. La controversia con la 4T es que prefieren regalar y dar dinero a la población que forjarlos mediante una planeación estratégica. No es que lo diga yo, sus acciones demuestran que es más importante ganar un estado de la República que generar un plan educativo para su población. El paso de Delfina Gómez por la Secretaría de Educación Pública fue simplemente posicionarla mientras volvía a competir por el Estado de México; sus resultados son nulos y ahora una nueva secretaria ocupa el lugar para enfrentar el regreso a clases.

El nuevo ciclo escolar está por empezar; es el primer ciclo después de la pandemia en donde maestros y alumnos regresarán de forma presencial a lo que estaban acostumbrados antes de que el COVID-19 hiciera que las clases fueran de manera digital y después de una forma híbrida. Pero las cosas han cambiado y no es así de sencillo regresar y aparentar que nada sucedió. Son 53 semanas las que cerraron las escuelas sus puertas y la decisión de la Secretaría de Educación a cargo de Delfina Gómez decidió que los maestros diagnosticaran a los estudiantes como mejor pudieran: una estrategia sin estrategia.

Un año después, se presentó otro plan; tiene muchos ejes, pilares, proyectos, entre otros pero sin acciones a implementar. Entonces, no resolvieron, ni diagnosticaron a los estudiantes, ni como van a regresar los mismos sobre conocimiento y rezago educativo, pero ya tienen un nuevo plan piloto para implementar en más de 900 planteles.

Experimentar es hacer cierta actividad constantemente con los mismos factores para sistematizar o registrar la actividad. Por lo mismo NO HAY experimentos en la administración pública.

Según datos de la OCDE en México se invierte el 13.4% del presupuesto en educación. Si bien esto podría parecer mucho, en realidad no lo es. Si observamos de cerca esta cifra y la dividimos entre los años escolares de nuestro país y la población que tenemos, podemos ver como Estados Unidos gasta 4 veces más por cada estudiante; Brasil, Argentina y Chile gastan el doble por estudiante. Si bien el designar recursos es importante, también lo es el uso de los mismos. Se han eliminado programas sociales que ayudaban a los estudiantes y sus familias para pasar a darles “directamente” el apoyo y de esa forma evitar un supuesto desvío de recursos.

México lleva décadas de rezago educativo. Tanto en el sistema público como en el privado falta mucho quehacer. No se ha tomado en serio la educación y preparación de niños y jóvenes, solo se usa el tema como discurso político, pero en su implementación no hay avances e incluso hoy podemos hablar de retroceso.