Hace unos años, hubo una gran polémica por las declaraciones de Bill Gates, fundador de Microsoft, en el sentido de que una de las amenazas para el mundo en el futuro era una posible pandemia; desgraciadamente, el tiempo le dio la razón a Gates –no así a los conspiranóicos que aseguraban que todo era parte de un plan– y ahora enfrentamos un par de enfermedades que infectan a las personas a un ritmo acelerado.

Pero vale la pena detenernos en algunos detalles respecto a este tema. El primero es que se trata de enfermedades ya conocidas, pero con variantes que las convierten en algo altamente infeccioso; segundo, que la investigación y desarrollo de vacunas se ha acelerado por esta situación y, por lo tanto, la humanidad está mejor preparada para enfrentar el reto; y tercero, que con los viajes por avión y la movilidad humana, los contagios crecen a un ritmo geométrico hasta llegar a convertirse en pandemia.

Así, la Covid-19 y la nueva variante de la viruela del mono se han convertido en los más reciente desafíos en este tema y no serán los únicos en el mediano plazo, por lo que es conveniente reflexionar acerca de las medidas de higiene que tenemos y como nos pueden ayudar a evitar contagios, además de que será un hecho de que, al menos, una vez al año nos tendremos que vacunar para estas y las nuevas variantes de enfermedades que vayan apareciendo.