Dice el señor Presidente López Obrador que los nombres de quienes serían sus secretarios de la Defensa Nacional y de Marina los acordó con el ex presidente Enrique Peña Nieto. ¡Imagine nada más la escena!
Un diablo consulta con un demonio. Mefistófeles le pregunta a Satanás: ¿Quiénes, querido hermano, me sugieres que sean mis secretarios de armas? Y con una inocencia que ni Mefistófeles se la cree le sugiere Satanás.
Pero, -y he aquí lo más patético del asunto-, Mefistófeles cree que nos cotorrea y que nosotros le creemos.
Hoy Satanás le rehuye la mirada a Mefistófeles, porque así está el miedo.
Y claro, seguro, dócilmente Mefistófeles le compró a Satanás los nombres de los agraciados para esos cargos. ¡Vaya! A menos que la sugerencia acarreara la advertencia de que sin militares tan dóciles, no podría el Presidente, ese que a veces es Mefistófeles, otras es mesías, o el obispo mayor de Palacio, no podría, insisto, contener a cambio de prebendas y acuerdos en lo oscurito, la brutal violencia del narco, y el hartazgo de los militares de que todo se los endilguen a ellos.
A propósito de diablos …
Para el Grito, puros extranjeros distinguidos en Palacio Nacional. La lista la encabezan el glorioso Evo Morales, la hija de César Chávez, la familia de Julián Assange y la hija del Che Guevara. Le siguen José Alberto Mújica, -ex presidente del Uruguay-, y la familia del Dr. Martin Luther King.
Faltan por confirmar Stella Morris, la familia Mandela, Noam Chomsky, el Dalai Lama, y Narendra Modi.
Declinó la invitación, -nadie sabe por qué-, el Fr. James Modin, fraile jesuita quien ya confirmó su inasistencia. Tal vez sea que no vaya a propósito de la masacre de varios seres humanos en La Tarahumara, entre quienes se encuentran dos sacerdotes jesuitas. Tal vez, solo tal vez por eso su inasistencia a departir festejo patrio con el máximo demócrata, libertador respetuoso de las leyes mexicanas.
El señor Presidente para amenizar con un fondo musical la alegre reunión patria, aceptó que interpreten su deliciosa música de siempre Los Tigres del Norte, antes y después del Grito, pero allá, en la explanada de la Plaza de la Constitución.
La Guardia Nacional formalmente a control de Fuerzas Armadas
¿Para qué? No lo sé. En los hechos así opera. Y el crimen y la violencia cunden por todas partes. Cifras más, cifras menos. Pero el control del Estado Mexicano ya no domina a 32 entidades.
Me meto en discusión con el Mtro. Ricardo de la Peña.
Efrén Flores (EF): Es que Ricardo, nunca había visto a un gobierno que por sobre encima de la Constitución aplique legislaciones secundarias para hacer lo que se le venga en gana. ¿Recuerdas a un gobierno que abusara tanto de las legislaciones inferiores para brincarse al Congreso e inclusive a la Constitución?
Ricardo de la Peña (RDLP): No, en efecto, Efrén. Pero eso tiene que ver con la actitud cínica de este gobernante.
El gran quid del asunto es que la estructura normativa preexistente a la actual administración, permitía este uso abusivo de procesos de cambios de leyes secundarias que eran vigentes en vía de mientras y que requerían una mayoría calificada para lograr que con normas secundarias el mandatario se antepusiera a los principios constitucionales.
No lo veo como algo crítico no por soslayar la importancia que tienen estas inconsistencias, sino porque el marco normativo mexicano da mucha permisividad a que las normas secundarias contradigan a la Constitución sin que esto conlleve un problema de crisis constitucional o de crisis institucional, ni un problema práctico de capacidad de gobernanza y de entendimiento de lo que está ocurriendo y de cuál es el marco normativo con el que opera el Estado.
La plática, casi discusión entre amigos, fue bastante más amplia.
Si a usted le interesa conocer su contenido completo, visite el sitio de El Futuro de Todo, podcast que tengo el gusto de conducir y dirigir, específicamente el del lunes 5 de septiembre pasado: https://YouTube.be/uo1sWkjrxKw
La Conclusión de la discusión sobre la GN.
El cambio aparenta ser de forma en la operación de la Guardia Nacional (GN), pero es extremadamente grave por su profundidad inusitada. Por eso los mexicanos tenemos que oponernos. No es un acto de buena fe la militarización de la guardia nacional.
No es parafernalia. Es el comienzo del nuevo régimen, que se despide de la democracia que nos ha costado décadas y décadas construir a millones de mexicanos, muchos de los que desde 1968 y antes, dieron su vida por esa democracia.
Para quien tenga dudas de lo que platico con el Mtro. Ricardo de la Peña, lea el artículo de Héctor Aguilar Camín en Milenio del 1 de septiembre: “Los Dos Monopolios de la Violencia”.
Una tras otra columnas de analistas, intelectuales, juristas, periodistas, comunicadores, opinadores, todos advertimos acerca de la crisis constitucional que se le viene encima a México. Si no es en esta administración federal, será en la próxima.
Este no es un juego de ángulos. Estamos en el umbral del absurdo máximo, que provoca una cada vez más enconada confrontación de expertos, académicos, intelectuales, juristas, con ese cinismo ejecutivo del que nos habla Ricardo de la Peña.
La militarización de la Guardia Nacional pasando por encima de nuestra Constitución, no es parafernalia. Queremos que se resuelva con la Constitución y con las Leyes en la mano.
La declaración pública del presidente, que apareció en los medios el pasado viernes 2 de septiembre lo dice todo: Está decepcionado el señor presidente, porque los cuatro ministros que él seleccionó para la Suprema Corte, no lo obedecen.
Como título de novela de Gabriel García Márquez, “El presidente está triste porque no tiene ministros que lo obedezcan”. Yo digo, ¡Felicidades Ministros!
Ustedes cumplan con la ley, y con la Constitución.
Con la ley y para hacer cumplir la ley. No para la justicia que un solo personaje cree que es capaz de impartir para el bien del país. Muy triste tenerlo que decir una y otra vez. Hablamos de México. Y México no es Cuba, ni Venezuela, ni mucho menos Nicaragua.
Más nos vale entenderlo más temprano que tarde.Y por favor recuerde que en el tema de la militarización de la Guardia Nacional como en todo lo demás, “El Diablo se esconde en la letra chiquita”.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno … hasta ahora.

