Andrés hizo muchas promesas de campaña como cualquier político que ofrece “soluciones” a los problemas que aquejan a los mexicanos como si fuesen muy sencillos de resolver para a cambio recibir su voto de confianza y ganar en las urnas. Una de ellas: prometer a los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, que de llegar a la presidencia daría con el paradero de sus hijos y resolvería el crimen que ocurrió aquel 26 de septiembre de 2014. Con la información y filtraciones del avance (si de alguna forma le podemos llamar) surge un gran dilema; cumplirle a los padres y que prevalezca la justicia ó seguir acobijando a los militares.

Esto se debe, a que el informe que dio a conocer hace unos días el subsecretario de Gobernación y titular de la Comisión de la Verdad en el caso Ayotzinapa culpa a integrantes del Ejército mexicano de haber asesinado a algunos de los 43 desaparecidos. Se habían girado 21 órdenes de aprehensión por parte de la Fiscalía General de la República que desaparecieron de un día para otro.

Tras 4 años -aunque parezcan más- del gobierno de la cuarta transformación ¿cómo es posible que se les salga de control? 1) lejos de existir claridad al respecto de lo ocurrido esa noche en Iguala, hay mayor confusión. 2) el Ejército no esta contento con la versión de Alejandro Encinas y ha hecho todo lo que esta en sus manos por quitar las órdenes de aprehensión mencionadas anteriormente. 3) la entrevista del general José Rodríguez Pérez quien era comandante del 27 batallón del Ejército con sede en Iguala. El general se encuentra en el campo militar número uno donde se presentó voluntariamente ante las autoridades castrenses. 4) la Unidad Especial de Investigación y Litigación se ha quedado sin titular. El fiscal Omar González Trejo decidió renunciar porque no quiere ser parte del show político y al ser retiradas las órdenes de aprehensión optó por desistir.

Entre tantas versiones: Verdad histórica, el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el reporte del grupo de expertos internacionales interdisciplinario y, ahora el informe de la comisión de la verdad, sobre que sucedió esa noche y los días posteriores, es difícil saber que es verdad y solo genera confusión. Es lamentable que una vez más las víctimas sean utilizadas políticamente y estén tan lejos de poder esclarecer los hechos y acceder a la justicia.

 

Se puede controlar la narrativa pero no la realidad

Pasamos de que Andrés llegase a sus mítienes políticos en campaña a contar a cada uno de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y gritase “vivos se los llevaron, vivos los queremos” a un presidente entre la espada y la pared para poder cumplirle a los padres de estos normalistas y hacer justicia o cumplirle al Ejército y continuar con su alianza estratégica.

Entregar tantas atribuciones y poder a las Fuerzas Armadas bajo la presunción de que son incorruptibles, ajenos a la delincuencia organizada y cuentan con la confianza de los mexicanos, exhibe y pone en un momento muy delicado al país.