El inquilino de Palacio Nacional ha minimizado el hackeo y robo de 6 terabytes de información al Ejército Mexicano y no ha exigido que el mismo, explique que fue lo ocurrido. No se puede pasar por alto que un grupo de hackers llamado “guacamayas” filtrara miles de correos electrónicos, archivos, entre otros de 2016 a septiembre del 2022; esto incluye comunicaciones del Secretario de la Defensa, contratos e información catalogada como clasificada.

En esta época cibernética, es sabido que los conflictos bélicos ya no son simplemente generados por medio de las armas. La información es poder y los datos deben ser protegidos por cada Estado como tantas veces se ha dicho: por seguridad nacional.

No sorprende que Andrés salga a defender a su máximo aliado; a quienes les ha dado todas las obras y son los encargados de prácticamente cada proyecto de la cuarta transformación. La austeridad que tanto proclama este gobierno ha llegado al punto de debilitar las instituciones gubernamentales. Debemos recordar que otras como: Pemex, LoterÍa Nacional, la Secretaría de la Función Pública, el SAT, entre otros también han sido vulneradas. Si los militares no pueden cuidar sus propios datos, ¿cómo pretenden cuidarnos a los mexicanos?

Esto se da justo cuando se está discutiendo si las Fuerzas Armadas se quedan cuatro años más en labores de seguridad pública. Asimismo, la Auditoría Superior de la Federación recomendó y alertó a la Secretaría de la Defensa Nacional sobre una posibilidad de hackeo. Entonces como es posible que Andrés no pida al secretario Luis Cresencio Sandoval que rinda cuentas: 1) ¿Quiénes son los responsables del hackeo? 2) ¿Qué les falló? 3) Si fueron alertados por la ASF ¿Por qué no se atendieron las recomendaciones? ¿Cómo fue la incursión de este grupo al sistema?

¿De que privilegio goza el ejército? No investigar, ni sancionar es un acto de impunidad y refleja el poder que ostentan frente al gobierno.

Dentro de los seis terabytes que fueron hackeados, se han encontrado las cuentas y contratos del Aeropuerto Felipe Ángeles y del Tren Maya que debiesen ser públicos, pero decidieron reservar sin motivo. También debe estar la información que es clasificada como: seguridad nacional, por obvias razones, como los campos militares, la planta nuclear de Laguna Verde, entre otras operaciones que asumen un carácter de importancia y no deben salir a la luz pública. Sin embargo, cualquier persona que se acredite como periodista en la plataforma que guarda la información hackeada al Ejército puede tener acceso a ella. Así que esto apenas comienza y en las próximas semanas tendremos mayor información que será dada a conocer y evidenciara el funcionamiento de la Secretaría que mayor cobijo tiene por parte del Ejecutivo y a quienes les ha entregado todas las atribuciones y operaciones.