La misión Artemis está cumpliendo el trayecto asignado para probar equipos y la nave Orión, siguiendo el mismo patrón que a finales de la década de los años 60 del siglo pasado tuvieron que cumplir las primeras misiones del programa Apolo.

Esto es importante, pues permite comprobar si cohetes, cápsula y equipo instalado a bordo cumple con sus cometidos, para poder corregir las fallas que se vayan presentando, aunque no elimina del todo la posibilidad de riesgo como sucedió con la tristemente celebre Apolo XIII.

Los poco más de 40 días que durará la misión, servirán como base para la planeación y preparación de las futuras misiones que buscan que seres humanos regresen a nuestro satélite natural y se establezca una base que ayude en futuras misiones a planetas como Marte.

Esto es importante, porque gracias a este tipo de misiones se podrá avanzar en la exploración espacial y la colonización de otros mundos, incluso en la obtención de recursos en el sistema solar, como puede ser la minería espacial en el cinturón de asteroides.

Sin duda, se trata de un gran avance y habrá que seguir el trayecto de Artemis I en su camino a la Luna y su regreso a la Tierra.