Entrevista con Santiago Morales Broc, arquitecto

 

Admirador de la obra del arquitecto británico Norman Foster, —quien obtuvo el premio Principe de Asturias en las Artes en 2009 y de los suizos Hersog& de Meuron, el joven arquitecto Santiago Morales Broc y  BRAG Arquitectos —división de diseño de proyectos de de GDC Desarrollos— recibieron recientemente el premio Architecture Master Prize de los Angeles, en la categoría de rascacielos de 37 pisos, por su proyecto Icon San Angel, ubicado en el sur de la ciudad.

Un premio que se otorga a construcciones de vanguardia internacional donde participan despachos lo mismo de Japón, Canadá o Estados Unidos entre otros. Sobre este premio platicamos con el joven arquitecto, quien también fue distinguido en 2020 en la Bienal Iberoamericana de Diseño por su proyecto Casa Roma 307.

 

¿Cuál es la concepción que tiene con la arquitectura, con el diseño?

Mi concepción de la arquitectura es la de servicio a la sociedad. La arquitectura es para beneficiar a todos estos actores que participan directa o indirectamente en los proyectos.

Por eso es muy importante alentar cada uno de los proyectos que se hacen de manera global y ver todos los actores que son influenciados por ese proyecto, que no solamente es para quien lo usa sino también quien  lo ve cuando pasa por la calle o quien vive en la zona.

 

¿Y el compromiso con el medio ambiente que está muy vinculado a su obra?

El compromiso que tenemos con el medio ambiente viene de la educación que tuve desde pequeño y también porque en la carrera de arquitectura —estudié en la Universidad Iberoamericana— , nos enseñaron la importancia de favorecer la sustentabilidad, como es el recuperar el agua pluvial, poner paneles solares, utilizar por ejemplo iluminación de led para el ahorro de la energía. Toda esta información  con el transcurso del tiempo queda muy grabado y por eso hoy en día que diseñamos, tratamos de cumplir no solo con todos los requisitos sustentables que nos marcan los reglamentos sino ir más allá para generar edificios que a muy largo plazo continuen siendo vigentes. Todo va encaminado  hacia la sustentabilidad.

 

¿Recientemente ha sido acreedor al premio Architecture MasterPrize, en la categoría de rascacielos con el proyecto Icon San Angel 8? ¿Qué ha significado este premio?

Este premio lo ganamos en equipo porque un despacho de arquitectura siempre significa trabajo en equipo.En Brag Arquitectos nos enorgullece mucho haber ganado este premio. De hecho mi socio es Christian Aguilar que fue parte fundamental del diseño de este proyecto del que estamos muy orgullosos porque efectvamente participaron más de 5 mil proyectos para este premio y ganamos en la categoría de rascacielos.

Junto con nosotros ganaron dos despachos más, uno en Vancouver de Gregory Henriquez, que de hecho es amigo mío y otro en China, no recuerdo el nombre del despacho pero también muy atractivo. Lo que más nos gustó es que estamos poniendo a la Ciudad de México en el mapa internacional, en un concurso global, donde ganamos en una categoría que representa a la tecnología de la construcción que son los rascacielos.

 

¿Qué retos implicó el proyecto de Icon San Angel?

Hubo bastantes retos, sobre todo al inicio, en la concepción del proyecto, ya que para poder lograr ese potencial, tuvimos que pasar por muchos trámites y nos tardamos aproximadamente un año de planeación, tres años en trámites y tres años en la construcción del edificio .

Resultó un tema complicado utilizar ciertas tecnologías que no se usan en todos los edificios como por ejemplo, en el edificio pusimos más de 250 árboles en la fachada y cada uno de los árboles se tuvo que poner con una grúa. También el trabajo del estructurista fue fundamental porque tuvo que calcular exactamente la posición de cada uno de los árboles, porque la Ciudad de México está enclavada en una zona muy sísmica, por ello cada uno de los árboles tenía que estar muy bien posicionado para no afectar con el  movimiento del sismo el edificio.

El conjunto de todo estas cosas hicieron que resultara un reto importante la construcción. Hoy en día, las personas que lo habitan está muy contentas viviendo en el edificio. Esto constituye la mayor satisfacción para nosotros,  incluso mejor que la del premio.

 

También recibió un premio en 2020 por el proyecto de la casa Roma 315, proyecto totalmente distinto al de Icon San Angel. ¿Esa multiplicidad de proyectos que le ha significado?

Ell proyecto de Casa Roma, es un proyecto muy interesante, un edificio de 84 departamentos en un terreno de 3 mil 500 metros cuadrados y ahí conservamos la casa catalogada, ya que está ubicada en una de las zonas más tradicionales e históricas de la CDMX: la colonia Roma. Se conservó no solo la fachada de la casa, que era lo único catalogado, sino la totalidad de la casa.

Para esta obra nos apoyaron despachos de especialistas, el despacho Sacbe para revisar qué elementos de la casa catalogada eran originales y eso nos llevó a conservarlos y a trabajar con estos elementos.

Esa remodelación fue un reto bastante importante pero también las torres que hicimos en la parte trasera, donde están los departamentos, donde dejamos un 60 por ciento al aire libre y plantamos un 40 por ciento, para generar también un espacio muy abierto, muy verde. Se plantaron más de 36 mil especies de plantas.

A pesar de ser proyectos muy distintos, lo mismo un rascacielos que un edificio de departamentos—que conservó la casa catalogada—, tratamos de respetar en nuestros diseños, ambientes verdes en donde se genere sustentabilidad.

 

En una ciudad tan complicada como la que hoy tenemos, con tanta desigualdad. ¿Cuál es su compromiso social como arquitecto?

Nos gustaría incursionar más  en la vivienda social, porque sí tenemos una ciudad con mucha desigualdad, donde la arquitectura no siempre permea a la parte social, a la base de la pirámide. Creemos que es muy importante involucrarnos más para hacer proyectos sociales que beneficien a zonas donde realmente no hay proyectos significativos. Hay autoridades han hecho ciertos parques importantes buscando beneficios a zonas como Ixtalapa e Ixtacalco, en donde han participado también buenos arquitectos pero creo que hace falta entrar a la parte de la vivienda social, que está un poquito abandonada.