El sistema migratorio en los Estados Unidos se rompió, las incontables caravanas que cruzan por México han conseguido doblar a la patrulla fronteriza y particularmente a la localizada en Texas.

La liberación, por llamarlo de alguna forma de cientos de inmigrantes en la fronteriza de El Paso, Texas ante el cruce masivo de por lo menos 7 mil personas este fin de semana pasado para buscar el asilo y la saturación en los centros de detención, los refugios y los lugares de acogida para estas personas, es simplemente una acción extraordinaria que por más que se intente minimizar sienta un mal precedente.

El silencio de la Casa Blanca ante este hecho sorprende y viene a fortalecer al gobernador Greg Abbott, quien a lo largo de la administración Biden ha incluso llegado a declarar en varios momentos el “estado de emergencia” en Texas.

Y esto simplemente es un gran fracaso para Biden.

Las promesas de campaña e incluso sus acciones ya como presidente no lograron el eco necesario en el Congreso para conseguir la modernización de lo que él llamó una reforma migratoria integral.

Cuando en su página web se lee…” Es un fracaso moral y una vergüenza nacional cuando un padre y su pequeña hija se ahogan llegando a nuestras costas. Cuando los niños están encerrados en centros de detención superpoblados y el gobierno busca mantenerlos allí indefinidamente. Cuando nuestro gobierno argumenta en la Corte para no darle a esos niños cepillos de dientes y jabón. Cuando el presidente Trump utiliza la separación familiar como un arma contra madres, padres y niños desesperados que buscan seguridad y una vida mejor. Cuando amenaza con redadas masivas que separarían a las familias que han estado en este país durante años y atacan a personas en lugares sensibles como hospitales y escuelas. Cuando los niños mueren mientras están bajo custodia debido a la falta de atención adecuada”.

Joe Biden sabe ya que no pudo solucionar una sentida demanda de millones de inmigrantes que residen en todo los Estados Unidos con o sin documentos. Fracaso.

Nada desaparece de la red y hoy más que nunca Joe Biden, el presidente 46 sabe que por más que busque una o mil justificaciones su política migratoria fracasó y su mandato quedó marcado.

Y es que la crisis migrante en la puerta de entrada a los Estados Unidos parece haber logrado lo impensado, cientos y muy posiblemente miles de personas que engrosan las caravanas migrantes después de haber saturado los refugios, han sido dejados en “libertad” en las calles de El Paso, Texas.

Sí, por increíble que parezca en menos de una hora los migrantes que cruzaron el Río Bravo caminando desde Ciudad Juárez, México a El Paso, Texas, fueron transportados en camionetas al interior de esta ciudad y se les dijo “ya váyanse”.

La compleja realidad migrante que se vive a lo largo de los más de 3 mil kilómetros que separan a México y los Estados Unidos, es el crisol donde miles de historias aparecen y se forman.

El domingo por la noche se registró por segunda ocasión en lo que va del año, un cruce masivo de migrantes que superó cualquier protocolo de actuación de las autoridades migratorias estadounidenses, simplemente se vieron superadas.

La orden del encargado de migración en El Paso, ante la crisis que vivían fue clara…” súbanlos a los camiones y déjenlos cerca del centro”.

Es común ver gente deambulando por las calles de esta población fronteriza, sin rumbo alguno, persiguiendo un destino que de pronto se les abrió, también en muchas esquinas se les ve reunidos en espera de los contratistas o patrones temporales que les ofrecen algo de dinero por una jornada de trabajo.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, reportó que tan sólo en octubre casi 54 mil personas intentaron ingresar sin documentos a los Estados Unidos por la ciudad de El Paso, pero esta cifra llega a números nunca antes registrados por año; 2.4 millones de detenciones.

Y la pregunta es ¿cuántos más lograron su cometido burlando cualquier barrera humana, física o natural?, la verdad es que las alternativas para alcanzar una reforma migratoria se ven cada día más lejanas, sobre todo, ante la paralización por un Congreso dividido en puerta.

Los resultados de las elecciones intermedias impactaron en un estancamiento, por decir lo menos, de la ruta que venía desarrollando la Casa Blanca en pro de los migrantes.

Después de todo esto, sin duda que Joe Biden vivirá el mismo destino que sus antecesores en el tema migrante, muchas promesas, discursos y ningún avance sustancial.

Vale recordar que ICE fue formado después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, como parte del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, reunió desde recursos de inteligencia hasta centros de detención y con más de 20 mil empleados en 47 países es considerada la segunda mayor agencia de investigación criminal detrás del FBI y su presupuesto anual ronda por los 6 mil millones.

@lalocampos03