Andrés es popular. Es aceptado si no que es que querido por millones de personas. Pero Andrés, él, el Presidente, no conforme con ese número, quiere ser querido por todo el país, por toda América Latina. Eso es prácticamente un imposible. Es pedirle peras al olmo.
Así que no soportó la marcha que hicimos millones de ciudadanos en defensa de nuestros derechos ciudadanos, en defensa de nuestras instituciones. Por nuestra democracia y libertades. Todo en conjunto lo resumimos en una frase que le retumbó a Andrés en lo más profundo de su ser. Lo tomó a título personal: El INE No Se Toca.
Marcha de millones de ciudadanos mexicanos la del 13N. Nos organizamos nosotros. Baste con ver los resultados de redes sociales. Desde meses atrás aún con el diálogo de cada quien en el tema que quiso, las redes sociales comenzaron a llamar la atención por el número de ciudadanos que discutían la forma de defender al INE e impedir que los Diputados vendidos al Palacio Imperial, regalaran su voto al rey, a cambio de alguna dádiva.
De ahí comenzó a notarse una concentración mayor y el surgimiento de espacios, hashtags (#) en favor del INE. Se generalizó la frase: “El INE no se toca”. ¿Quién la creó? Vaya usted a saber. Y de ahí para el real.
La marcha ciudadana se organizó por ciudadanos, y a ella acudieron ciudadanos mexicanos que vinieron de todo el país a la CDMX. Surgió un grupo organizador. No hubo acarreo. Un millón, sí, un millón de mexicanos marchamos por Paseo de la Reforma. Nadie habló de Andrés. Todos coreábamos: El INE no se toca. Eso era todo.
Con posterioridad nos sorprendimos nosotros mismos: En unas 60 ciudades del país se marchó y se demandó no tocar al INE. Aún más: 10 ciudades en el mundo contaron con marchas o concentraciones que corearon: El INE de México no se toca. Ciudades evidentes como Madrid y Barcelona, hasta otras no tanto: Glasgow, Londres, París, y más, -diez-, cuyos nombres la memoria me traiciona y no recuerdo.
La marcha 13N fue todo un éxito de nosotros los mexicanos, de nosotros los ciudadanos, sin distinción de razas, colores de piel, credos, géneros, orígenes, humildes y clases medias altas, niños aún en carriolas, ancianos con bastón o andadera. Nada importó.
México sí estuvo unido
Todos los mexicanos, – los ciudadanos-, todos al unísono marchamos porque creemos en México, en nuestras libertades, libertad de vida, de espacio, de paz, de educación, de salud, libertad con seguridad, libertad de expresión, libertad de prensa, libertad y respeto a lo que mandata nuestra Constitución, convivencia y respeto entre todos los mexicanos, sin divisiones, sin polarizaciones, los buenos y los malos. ¡NO! Todos somos mexicanos.
Por eso los mexicanos queremos garantías en las elecciones de nuestros representantes. En que las urnas las vigilen ciudadanos, representantes de cada partido, en nuestras credenciales de elector, en que el INE proteja nuestros datos, nuestra identidad, y que no le pase nuestra información ni nuestros biométricos al gobierno.
Queremos, exigimos confiar en quienes elijamos, y que a su vez esos representantes obedezcan el mandato para el que los elegimos, los contratamos, y les pagamos con nuestros impuestos. Por eso, por todo eso defendemos y cantamos: ¡No te metas con el INE!
El Presidente se ofendió
Excusatio non petita, accusatio manifesta.
López se dio por aludido con la marcha exitosa del 13N, porque las calles son de él, de lo que el define por pueblo, su pueblo, parte de lame botas y parte de fieles seguidores. Ciudadanos convencidos hasta servidores del mesías.
¡Cómo se atreven los ciudadanos!
Yo hago mi marcha, para que vean que a mí me quieren. Yo, yo, yo, mi, mi, mi.
El 27N fue la fecha mágica del pueblo dañado, humillado, olvidado, según Andrés.
Desde las 4 de la mañana comenzaron a llegar los “camiones espontáneos”. Me consta porque vivo cerca de Torre Mayor. Desfile interminable de camiones foráneos, organizados, acomodados, en vez de policías de tránsito, gente de Morena, con su camisa guinda, una especie de chaleco también de Morena, blanco con guindas y las efigies de los héroes de este año, ya sabe usted.
Luego esos mismos siervos, se reunían en la calle a fumar, a un cafecito, más tarde unos tacos. Con gran parsimonia se fueron desplazando a sus lugares designados para pastorear a las ovejas, al pueblo bueno. El pueblo bueno se bajó en otro mundo, de rascacielos, modernismo, desconocido para ellos. A organizarse y a caminar, caminar mucho. Muchos de ellos nunca habían visitado la Ciudad de México, mucho menos Paseo de la Reforma.
A diferencia del 13N donde todo ordenado, acá fue todo desordenado, empujones, y sí, caídas.
¡Vaya que se puso de malas el secretario de gobernación! No aguantó a pie, trató en bici, fracasó, motocicleta de la policía a su destino. Epigmenio Ibarra, ese que ha ganado millones y más millones en estos cuatro años, con sus videos pro López, se desvaneció. El buen pueblo le robó el aire.
Al Canciller Ebrard no sabemos si le propinaron un golpe, escupitajo, huevazo, frutsi en la cara para que lo probara,
Andrés fue apretujado, protegido, y llegó mal, pero llegó a la plaza de la Constitución. Habló y habló. Se cansó de hablar de el, de sus dizque 110 logros de gobierno.
Si tan solo hubiera logrado buen combate al Coronavirus, buena salud para todos los mexicanos, gran educación para preparar desde infantes hasta universitarios para este siglo XXI, mejorar de forma importante la seguridad en el país, evitar desplazados por terror a la violencia, la migración inusitada de mexicanos. Nada más con eso su administración hubiera sido todo un éxito.
Pero nada. No se controló. No pudo evitar el cinismo de dar como triunfo de la 4T las remesas. Claro está. Más mexicanos expulsados de un mal país, por un mal Gobierno asociado con el crimen organizado, seguridad inservible. Huyen a EEUU y Canadá. Envían dinero a sus seres queridos acá para que puedan vivir. Las malditas remesas, indicador del fracaso mayor o menor de un gobierno, de un presidente.
Las Remesas: Éxito rotundo de una administración fracasada.
Eso sí, las transferencias directas a toda máquina. Gran transacción electorera, que en efecto ha beneficiado a viejos y jóvenes.
Esperemos que tan solo sea un fenómeno pasajero, y en el futuro próximo se traduzca a mejores espacios de vida a través de la educación y empleos bien remunerados, dignos.
En Suma
La Marcha 13N todo un éxito de la ciudadanía por la ciudadanía, para la democracia y la libertad.
El desfile 27N, muchos, muchísimos acarreados, fueron, vieron, unos se llevaron 300 pesos por día más alimentos, otros tres mil pesotes, ¿en qué estriba la diferencia? Sabrá Morena y los gánsteres que reparten las dádivas. 27N todo un éxito para el, según él.
Eso sí, al final Andrés demuestra una vez más, -según el-, que como quiere, es querido, amado, adorado, por la mayor parte de México. No importa si es verdad. El así se sintió.
Andrés pudo gritar a los cuatro vientos que su desfile 27N fue mucho más grande que la marcha 13N. El es más amado, porque todos marcharon por Andy. No lo hicieron por un instituto, sino por el, él, y solo el. El gran Andrés.
Así, el cuento de la cuenta cuentos concluye el anecdotario 13N/27N, a decir de Andy. Eso es todo.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno… hasta ahora.

