Rimini (Austria-Francia-Alemania, 2022) de Ulrich Seidl, con Michael Thomas.

Un cantante de baladas de amor que recuerdan vivencias románticas pasadas felices y vueltas a recuperar, conocidas en Alemania y Austria como schlager (hit, golpe de éxito), maduro y regordete, vestido a la retro usanza pop, asiste al funeral de su madre, con su hermano y su padre, quien padece demencia senil. Terminada su obligación familiar, continuará su rutinaria y mediocre actividad, cantando en lobbies de restaurantes y bares de Rimini, Italia, continuando su vida bohemia de borracho y seductor de mujeres ancianas, hasta que su hija lo encuentra para cobrarle sus derechos que él usurpó, teniendo que recurrir al chantaje para pagarlos, ya que con lo que gana no le alcanza para vivir decentemente. El realizador austriaco Ulrich Seidl, del que he visto su trilogía maldita: Paraíso, Amor (2012), Paraíso, Fe (2012) y Paraíso, Esperanza (2013), continúa con su cine satírico que combina, lo feo, lo trágico, lo cómico y, por qué no, lo grotesco. Seidl tiene la gracia de mezclar variedades de lo cómico (humor negro y cruel), la sátira y la ironía, al mostrar la conducta de personajes cínicos y vividores, buenos para nada, sólo para cantar y joder al prójimo o a las prójimas, con una hija que vaguea con inmigrantes desempleados.

Sexo desaforado o Porno Loco (Babardeala cu buclucsau porno balamuc, Rumania-Luxemburgo-Croacia-República Checa, 2021) de Radu Jude, con Katia Pascariu.

Dividida en dos partes, sobre el mismo tema (al principio vemos imágenes de pornografía casera), por una interludio de imágenes que ilustran definiciones de conceptos diversos, de manera humorística, muy al estilo de Enciclopedia del erotismo (1976) de José Camilo Cela, la película nos lleva al acompañamiento de la caminata de una profesora de secundaria, por las ruidosas calles de Bucarest, dando la impresión de no querer llegar a su trabajo o preparando su defensa ante profesores, padres de familia y autoridades que la van a enjuiciar, a causa de que ella, su marido o alguien, subió a internet un encuentro sexual, de lo más escandaloso, con su marido (se duda que sea su marido), visto por medio mundo. Radu Jude (fecha y lugar de nacimiento, 28 de marzo de 1977, Bucarest, Rumania) escribió un guion muy atrevido, para realizar un alegato, no exento de humor, sobre la moral sexual que remite a la película W R Los misterios del organismo (W. R- Misterije organizma, Yugoslavia, 1971) de Dusan Makavejev y al libro La revolución sexual de Wilhelm Reich, en el que en dos de sus capítulo escribió sobre La influencia de la moral sexual conservadora y sobre La familia autoritaria como aparato de la educación. El título es muy sugerente, porque, efectivamente, la profesora hace lo que hace, dejándose llevar por el instinto más primitivo del placer, sin prudencia, para considerar que lo grabado podrían verlo por internet sus alumnos y miles de personas que escandalizarían a las buenas familias y a la sociedad cristiana ortodoxa que critican, hipócritamente, la conducta sexual intima sin ninguna inhibición. Comedia negra y documental falso, en el límite de la educación sexual y la pornografía, del sorprendente cine rumano que sabe tratar, muy bien, los temas tabú.

Milagro (Miracol, Rumania-República Checa-Letonia, 2021) de Bogdan George Apetri, con Bugarin.Un ejemplo del sorprendente cine rumano, con su nueva estética cinematográfica, en lo concerniente a sus innovadoras técnicas narrativas y temáticas (edición con vuelta de tuerca), es Milagro del guionista y realizador Bogdan George Apetri (fecha y lugar de nacimiento: 2 de febrero de 1976, Piatra, Neamt, Rumania). Un relato que comienza misteriosamente, cuando vemos la salida de una novicia de un convento a una revisión médica, hacia un poblado cercano, en el transcurso del cual cambia su ropaje de hábito a casual, lo que hará a la inversa, en su retorno, pero… Un relato de discreto suspenso que se convierte en thriller policiaco, culminando en una tragedia, al estilo del cine maldito, en la que se descubren relaciones ocultas, habidas entre los personajes de aparecen en la trama. Lo dijo Joseph L. Mankiewicz, prestigioso guionista y realizador norteamericano: “El guionista es el secretario mejor pagado del mundo”. No sé lo bien pagado que haya sido Bogdan George Apetri, pero realizó su magnífico guion, poniendo al  algunos problemas sociales en la Rumania postcomunista, tales como la violación y el asesinato de mujeres que azotan a las sociedades “modernas” de cualquier parte del mundo.

Los Caifanes (México, 1966-1967) de Juan Ibáñez, con Julissa, Enrique Álvarez Félix, Sergio Jiménez, Óscar Chávez, Ernesto Gómez, Eduardo López Rojas, Carlos Monsiváis.

A 75 años de su producción y estreno, en los cines Roble, Mariscala y Estrella, el 17 de agosto de 1967, y que fui a ver con varios amigos de la palomilla de la Unidad Habitacional (CUPA), donde vivía, la película se ha vuelto a exhibir, en la 72 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional. Considerada película de culto, sigue teniendo gran frescura, porque se ha impuesto al transcurso del tiempo y al espacio filmado en lugares comunes de la Ciudad de México. Más que una crítica, mi comentario es una crónica, de una obra que nunca envejecerá, como no han envejecido, apelo nuevamente a la opinión de Julio Téllez García, aparecida en el No. 5 de la Revista ipn ciencia, arte: cultura, dirigida por Antonio Rodríguez, editada en el año 1967, las películas de Alejandro Galindo e Ismael Rodríguez:

Los Caifanes, o la intelectualización de los ‘peladitos’, es un intento por llevar, renovados, a la pantalla viejos temas y viejos personajes populacheros que encontraron en Alejandro Galindo e Ismael Rodríguez sus máximos creadores. Aderezada con ribetes filosóficos y reminiscencias de juergas cabareteras en el ambiente nocturno de México de los años 50 y marcada por una notable influencia felliniana, Juan Ibáñez ha logrado una obra que se destaca por su modernismo, en contraste con nuestro cine tradicional que se basa en el abuso continuo del peor teatro filmado. Creo sin embargo que lo más importante de la película (además del buen manejo de los actores, sobre todo de Sergio Jiménez, una gran presencia), es el propio director, quien llega al cine con verdadera preparación cultural y oficio cinematográfico, después de pasar largas jornadas en cinematecas, cineclubes, filmando comerciales y en tertulias de gente culta. La llegada de Juan Ibáñez al cine significa el triunfo de una nueva generación de intelectuales que se han formado en la práctica constante del teatro universitario

El guion lo escribió Calos Fuentes, conjuntamente con Juan Ibáñez, con la idea original de contrastar la diferencia del convivir de la pequeña burguesía que se va a ver un show de Alfonso Arau  y la forma de convivir del pueblo bajo. Comenté: Las alusiones a la muerte, en Los Caifanes, son el anticipo de una de las temáticas preferidas por el realizador: lo macabro, y Santa Claus borracho, interpretado por Monsiváis, es un personaje delirante y patético que causa risa e inevitable compasión.