¿Más del pantanoso 2023?

En mi primer artículo de este año, el 8 de enero, hablé de la muerte del papa Benedicto XVI -y la de Pelé- y su legado, del Qatargate, trama corrupta que mancha al parlamento europeo, de Putin y su guerra, de Xi Jinping y una China poderosa a la que lastra el COVID y la autocracia de Xi, de Estados Unidos, el partido republicano secuestrado por Trump y los graves desafíos que enfrenta Biden, del Brexit, el Magreb y el Sahel, de Israel, Irán, las monarquías del Golfo y palestinos y saharauis, víctimas de egoísmo, racismo, y de torpezas. Me referí, por último, a la Marea Rosa: las socialdemocracias y algunas izquierdas impresentables en el mapa político latinoamericano de hoy.

 

Diagnóstico, predicciones y realidades

En las dos semanas siguientes continúa moviéndose el escenario internacional, lo que amerita más comentarios, sobre esos y otros temas. Además, los think tanks y expertos están publicando diagnósticos y predicciones en este cambio de año. Para todos los gustos. Por ejemplo, de acuerdo al diagnóstico del instituto sueco V-Dem, el mundo experimenta un retroceso de la democracia: mientras en 2011 el 46 por ciento de la población mundial vivía en autocracias, en 2021 el porcentaje subió a 70, con efectos principalmente en Europa oriental, Asia central y Asia-Pacífico; y en América Latina y el Caribe. Según este instituto, actualmente solo el 13 por ciento de la población mundial vive en democracias liberales, mientras que, de acuerdo a la estadounidense Freedom House, el 20 por ciento de la población mundial vive en países libres y el 38 por ciento en dictaduras.

Sin embargo, Michel Foucher, geógrafo, ex embajador francés y experto en Rusia, afirma que las autocracias son menos fuertes de lo que parecen y los sistemas democráticos, menos débiles. Dice, además, que China “está pagando su arrogancia contra la pandemia, que afectará gravemente a su población urbana y de forma duradera a su economía”.

A lo que hay que añadir la información y comentarios de Christian Shepherd en The Washington Post del 17 de enero, en el sentido de que la población de China descendió el año pasado por primera vez desde 1961: se redujo en 850,000 personas, “El giro histórico -dice Shepherd- marcó el inicio de una inminente crisis demográfica y económica.”

Foucher dice, además que la teocracia de Irán solo se mantiene a través de una brutal represión y que a Rusia solamente la auxilian los ingresos de los hidrocarburos y el “código secreto de la guerra, para asegurar la estabilidad interior…” Y, noticia de “última hora”: Andreï Medvedev, quien formaba parte del Grupo Wagner, mercenarios rusos que combaten en Ucrania y han combatido en Mali y el Sahel, desertó, se encuentra en Noruega y anuncia su intención de “revelar los crímenes de guerra del Grupo: ejecuciones extrajudiciales entre otros.

Si hemos de creer a Foucher y otros analistas, China y Rusia serían “menos temibles”, pues ambos países -ambos “imperialismos”- enfrentan problemas graves. De índole económico, demográfico, sanitario y de prestigio. Mientras Irán, al que también alude el analista francés, solo se mantiene a través de una represión despiadada, ¿hasta cuándo este régimen hoy sometido a la esquizofrenia del anciano Ali Jamenei, su líder supremo contra una sociedad en la que abundan los jóvenes conectados al mundo a través de las redes sociales?

Un par de comentarios más sobre Rusia: En mi artículo anterior me referí a la propuesta del sociólogo francés Edgar Morin en su libro De guerre en guerre. De 1940 à l’Ukraine, publicado el 6 de enero, de que Kiev y Moscú deben negociar ya, en el entendido -dice Morin- de que Crimea, “por lógica” se quede en Rusia y los hoy enemigos acuerden un condominio sobre la industria del Donbás y que Mariúpol, Berdiansk y Odessa sean puertos francos.

Añado que, según mis notas de fines de marzo de 2022, Ucrania habló entonces de negociar el estatuto de Crimea en un período de 15 años. En otras palabras, quizá haya temas: territorios y ejercicio de derechos que negociar con Putin, de quien dice el sociólogo francés que es “un déspota capaz de realismo”, para acabar -digo yo- con una guerra que no puede ganar.

Otro aspecto importante a destacar es que no pocos analistas, comenzando por los expertos de The Economist, celebran “la capacidad de resiliencia de los países occidentales con regímenes mayormente liberales” y aluden a la sintonía transatlántica -Estados Unidos y la Unión Europea (no todos sus miembros, aclaro)- en apoyo a Ucrania. Lo que me parece muy bien desde cierto ángulo, pero me inquieta el armamentismo.

Concluyo esta sección de diagnósticos de think tanks y expertos, con el que ha hecho llegar nuestra experta compatriota, mi amiga Rina Mussali, del Instituto Tony Blair, sosteniendo “que hay menos líderes populistas ahora, que en cualquier momento de las últimas dos décadas. Según esta investigación, hay 1,700 millones de personas bajo un líder populista ahora, en comparación con 2,500 millones en 2020.”

De América y del resto del mundo

Nuestro continente ha sido en estos últimos tiempos escenario de turbulencias y peligros, pero también promisorio. Esto último a riesgo de pecar de ingenuo, esperando que la reciente reunión de Trudeau, Biden -que pronunciará ante el Congreso este 7 de febrero, su discurso sobre el Estado de la Nación-  y López Obrador nos haga ver las enormes ventajas que en el actual escenario nos reporta en lo económico la pertenencia a América del Norte.

Por mi parte insisto en nuestra pertenencia también a Latinoamérica y el desafío al que México debe responder en el problema de la migración y del desarrollo de Centroamérica. Que exige el anuncio, al más alto nivel político, de nuestro compromiso, la seria propuesta de trabajar -y beneficiarse políticamente de ello- con la vicepresidenta Kamala Harris y utilizar el apoyo de diplomáticos de carrera y no de “grillos” como embajadores en los países del Istmo centroamericano.

Escenario turbulento está siendo Perú y sus levantamientos populares, los problemas políticos con los que tiene que lidiar el joven presidente chileno Boric y, desde luego, el fallido golpe de Estado -porque eso intentó ser- de la chusma bolsonarista contra Lula. Aunque también nos enteramos que el presidente colombiano Gustavo Petro es el cuarto líder más influyente del mundo, según el ranking de Twiplomacy de 2022, ¿Terminará cuajando la promisoria Marea Rosa?

Otro gobierno que está exhibiéndose vergonzosamente es el de Benjamín Netanyahu en Israel, considerado de ultraderecha religiosa, anti palestino y, desde luego, rabiosamente opuesto a la creación de un Estado palestino. Aparte de que está tratando de someter al poder judicial, lo que ha provocado que decenas de miles se manifiesten, afirmando que se rehúsan a que el Estado se convierta en una teocracia. Los palestinos, atacados por los extremistas religiosos en Israel, han sido abandonados a su suerte por el resto de los países árabes.

Otra comunidad que también sufre es la saharaui, que desde hace largos años malvive en los campamentos de Tinduf, con serios problemas de desnutrición de los niños y mujeres: “Tres cuartas partes de las mujeres y la mitad de los niños sufren anemia crónica, y la desnutrición afecta a uno de cada tres menores de cinco años”, advierte Buhubeini esgrimiendo los últimos datos de la ONU. Rehenes, la comunidad, de la obcecación de sus líderes, que se rehúsan a aceptar la propuesta del rey de Marruecos de dar amplia autonomía, dentro del reino, al Sahara Occidental.

Quedan sin reseñar temas importantes, como la guerra civil de Etiopía, la más mortífera, que ha durado dos años, con un saldo de casi medio millón de muertos y ahora con un acuerdo de paz, sobre el que se aconseja la prudencia. Una guerra que, reclaman los africanos con razón, no se le ha dado la difusión de la de Ucrania.

 

Mis Libros

Quisiera, como sugerencia de año nuevo, recomendar mis cuentos y novelas, que todas tiene su clave internacional. Mis Cuentos de amor reincidente, por ejemplo, relatan en “La generala” comentarios de un “zurdo” -izquierdista- y un “milico” -militar de la dictadura, en Argentina, que recordé al ver la espléndida película Argentina 1985, multipremiada. El libro es de la Editorial Porrúa y puede encontrarse en las librerías de Porrúa y también en Amazon.

Mi novela ¡A la mar, Galvao! De Ediciones El Ermitaño y se encuentra también en Amazon, narra una fiesta en Saint Louis, Senegal, en la que aparece un personaje casi cómico, el abad Diamacoune, que sin embargo encabezó una secesión, en la Casamance, que, 40 años después, aún tiene adeptos metidos en la selva.

La República de Pericrania, también de Ediciones El Ermitaño y en Amazon, es una novela de viejitos diplomáticos que compran juna isla en el Caribe. En ella aparece una mora que relata la historia de Layla y Majnún, dos jóvenes amantes que se ven separados. Un nombre, Layla, que inspiraría una pieza del guitarrista Eric Clapton.

La Segunda República de Pericrania. The Bristish Connection, mi novela más reciente, se puede encontrar en Mercado Libre y, como e-book (Kindle) en Amazon. Relata una misteriosa trama británica y hasta Boris Johnson aparece.

Puedo asegurar que estos libros son muy entretenidos, con su dosis de misterio, amor, erotismo, desamor y humor.

Y nada más. Feliz año, de nuevo, a todas y a todos.